Análisis de Assassin's Creed Chronicles (PSVITA)
Hace un año Ubisoft y Climax lanzaron un Assassin’s Creed un poco diferente a lo que nos tiene acostumbrada la saga de asesinos de exploración y acción 3D, Assassin’s Creed Chronicles: China, al que siguieron India el pasado diciembre y Rusia en febrero de este año. La trilogía llega ahora a PS Vita en un mismo pack con las tres historias ambientadas en épocas muy interesantes que exploran países todavía inéditos en la serie principal.
Su jugabilidad es 2,5D, lo que recuerda un poco a un híbrido entre Assassin’s Creed y los primeros Prince of Persia, aunque en este caso se prima más el silgo que la acción o las plataformas puras. Las reglas son sencillas: los guardias enemigos poseen un cono de visión, rutas de vigilancia y un oído fino para nuestros pasos.
Nuestro objetivo es superar cada nivel jugando de la mejor manera posible, sin arriesgar ni despertar sospechas. Para ello es necesaria la paciencia, estudiar el escenario y utilizar nuestras armas cuando sea absolutamente imprescindible. Si deseas pasar inadvertido, utiliza las zonas oscuras del fondo, donde el personaje queda escondido hasta que pase el peligro, o sal "al frente" cuando es posible.
Para evitar la detección cada protagonista cuenta con movimientos típicos de un Assassin’s Creed. Caminar agachado elimina el ruido de nuestros pasos, importante según la superficie y la proximidad del enemigo. También hay que evitar las alarmas, que en épocas como la china pueden ser una jaula con perros. Y hay escalada, aunque Chronicles es más un juego de infiltración que de plataformas de habilidad. La Vista de águila nos muestra en este caso la ruta de los guardias, muy práctico si deseas saber las zonas seguras del escenario o qué guardia esconde un objeto clave, caso de las llaves.
En más de una ocasión será necesario llamar la atención de los guardias para que se alejen de nuestro camino. Para ello podemos silbar –controlando además la fuerza, para atraer al soldado que deseemos y no a todos- o lanzar dardos. Pero a veces ni con nuestras argucias se podrá evitar el combate, y en ese caso toca luchar; este es quizás el punto más débil de los juegos, así que es un alivio que el enfoque sea principalmente pasar desapercibido o asesinar sigilosamente, no para la confrontación directa.
Cada Chronicle posee diferente ambientación y también algunas pequeñas diferencias en cuanto a desarrollo, puesto que no se lanzaron simultáneamente. El capítulo de China transcurre en 1526, y en él controlamos a Shao Jun, una asesina que los fans de la saga recordarán de Assassin's Creed: Embers, un cortometraje de animación que nos narraba los últimos años de Ezio Auditore. Este juego transcurre después del corto, con la vuelta de Shao Jun a China, y nos cuenta su venganza hacia los Templarios, que han eliminado prácticamente por completo a la Hermandad de Asesinos en China. Es el primero de los episodios y sirve de base para el resto.
El segundo capítulo nos traslada a la India en 1841. Está protagonizado por Arbaaz Mir, que debe descubrir que traman los templarios en este país. Aparecen nuevas armas propias de esta época y se tomó nota de algunas críticas respecto a China, con lo que se elevó la dificultad, surgen nuevos tipos de enemigo –por ejemplo inmunes al asesinato sigiloso o que se esconden en las sombras como nosotros- y hay una mayor variedad de situaciones. Es un capítulo más desafiante y divertido, aunque tampoco se distancia mucho del primero y arrastra algunos problemas de control en las batallas.
Rusia se ambienta en plena Revolución rusa, viviendo muy de cerca cómo los bolcheviques derrocaron al régimen zarista, conociendo incluso a algunos de los personajes más famosos de aquellos acontecimientos, y visitando localizaciones tan atractivas como San Petersburgo o Moscú. Los elementos más contemporáneos toman un gran protagonismo, por ejemplo las armas de fuego, diversos mecanismos eléctricos –teléfonos- o medios de transporte -los trenes y tranvías-, y todo esto se utiliza en la jugabilidad para ofrecer todo tipo de desafíos, siempre centrados en intentar pasar desapercibidos y que no nos descubran. De hecho, este es el más variado de los tres, pero también sufre de un diseño de niveles inferior a la media. El que pudo ser el más redondo pero queda en el más irregular.
La adaptación a PS Vita
Assassin’s Creed Chronicles se juega en PS Vita de manera idéntica a consolas domésticas y no hace uso especial de funciones específicas más allá de la pantalla táctil para activar la visión especial y navegar por algunos menús.
Hablando de la interfaz, las fuentes de texto a veces no están bien reescaladas y muestran una impresión descuidada; no llega a afectar la legibilidad, pero sí es un error innecesario que se repite en pantallas de carga o mensajes durante la partida, donde aparecen con mal suavizado.
El sacrificio se ha realizado en el aspecto gráfico y en comparaciones directas hay diferencias importantes, aunque hay que decir que la pérdida en detalle indica que ha primado la fluidez de juego a la fidelidad gráfica. Gracias a eso, funciona sin tirones en la portátil, y la pérdida es proporcional a la potencia de la plataforma; no era un portento en la gran pantalla, y tampoco exprime la potencia de PS Vita. Es un juego 2,5D que se apoya más en la parte artística o las animaciones que en mostrar músculo técnico. En ciertas situaciones queda muy resultón y en otras parece un juego de PSP remasterizado.
El mayor cambio está en las texturas, de los objetos –más borrosos- y de la imagen, que es la que daba el ambiente diferenciado a cada capítulo. Por ejemplo, el dedicado a China ya no destaca tanto el efecto de tinta, lo que reduce su aspecto de ilustración animada por otra más fría. En líneas generales, sin el recuerdo de las versiones domésticas, los dos primeros episodios cumplen sobradamente con lo que se podría pedir de PS Vita, en especial India -una explosión de color con arquitectura que se explota poco en los videojuegos y que es el menos degradado en el port-. Por otra parte, Rusia es el menos inspirado artísticamente.
Conclusiones
Los tres episodios de este peculiar enfoque de la saga Assassin’s Creed se adaptan bien a portátil y desde un primer momento, incluso antes de su anuncio oficial, parecían muy apropiados para PS Vita. La conversión se hace con los habituales recortes gráficos, ninguno excesivamente destacable a menos que se compare con las versiones originales, lo cual sería un poco injusto.
En cuanto a la calidad de los juegos, misma opinión que en otros sistemas: son aventuras de sigilo que no deslumbran en ningún apartado y tampoco sufren problemas graves, mezclan momentos divertidos con otros más torpes; la narrativa podría estar mucho mejor –había margen para hacer unos argumentos memorables con estos marcos históricos- pero son tres juegos fácilmente recomendables para aficionados al género que no disponen de la trilogía en otro formato.
Hemos realizado este análisis con un código de descarga que nos ha proporcionado Ubisoft.