Análisis de Ar nosurge: Ode to an Unborn Star Plus PSN (PSVITA)
Siguiendo la estrategia de desarrolladoras como Gust y Compile Heart en adaptar a PS Vita sus juegos de rol de PlayStation 3 –Hyperdimension Neptunia, Atelier-, llega ahora el turno a Ar nosurge: Ode to an Unborn Star con una edición Plus que, también en la línea habitual, mejora un poco el contenido –no demasiado esta vez- para hacer de la versión portátil la definitiva.
El original nos llegó el año pasado y como aquel, estamos ante una aventura que sigue los pasos de Ciel Nosurge de PS Vita y a la vez es precuela de la saga Ar Tonelico.
Aunque no es imprescindible para disfrutar de Ar nosurge, este universo es tan complejo y rico que se disfruta bastante más conociendo todo el trasfondo. Ciel Nosurge no ha llegado a Occidente, así que para esta cuestión es recomendable dar un repaso a resúmenes.
Para entrar en situación, en el planeta Ra Ciela los humanos y los Genoms –un tipo de forma espiritual- coexistieron sin problemas durante un tiempo hasta que sucedió un imprevisto relacionado con una ceremonia. La población empezó a buscar nuevos planetas para habitar hasta que se cruzan con Sharl, una forma hostil que utiliza el poder de la "song magic" contra la que los humanos no pueden luchar. Centenares de años más tarde aparece un tipo de personas con la habilidad de utilizar ese tipo de magia.
En lugar de un protagonista absoluto aquí tenemos dos parejas, Cas y Delta, que deben buscar la canción Ciel N Protecta que ha sido robada, y Earthes e Ion –personaje de Ciel Nosurge- en una misión de huida. Hay multitud de términos sobre la mitología de esta saga que será necesario dominar cuanto antes –y más si no eres habilidoso en el inglés, lengua del juego-; a modo de ayuda los diálogos incluyen un acceso directo a una enciclopedia cuando aparece una de estas palabras clave.
Puesto que tenemos dos puntos de vista el juego permite saltar de un equipo a otro haciendo zapping en los puntos de guardados. No es completamente libre, por cuestiones de argumento en ocasiones estarás forzado a cambiar y si te excedes avanzando mucho con una pareja; tiene sentido que existan límites para equilibrar la otra historia. Son dos partes complementarias, no es una opción para jugarlo primero con unos protagonistas y la segunda partida con el resto.
La parte de exploración de mazmorras es la tradicional, con algunos ítems para recolectar si investigas los rincones o habitaciones opcionales. Una de las particularidades está en una barra cambia de color según la posibilidad de entrar en combates y las oleadas de enemigos que incluye. Si derrotas a todos los enemigos del área –generalmente hasta la próxima carga- quedará limpia y no volverás a enfrentarte a oponentes, con lo cual –en nuestra opinión- es un sistema mejor que el de combates aleatorios infinitos, aunque no tan bueno como el de enemigos visibles.
Al representar en pantalla sólo al protagonista, las conversaciones con compañeros aparecen en una pequeña ventana, sobre la marcha, y podemos ir pasando el personaje con el que dialogar. El diseño de estas mazmorras y escenarios adopta un aspecto un poco rígido por la cámara, situada lejos de la acción y con desplazamiento principalmente lateral. No es completamente lineal y existen pasillos –o puertas- hacia el fondo o el frente. Es práctico, no obstante eso impide que luzca mejor de lo que podría con una visión libre del escenario –aunque quizás el motor gráfico no lo soportaría-.
El sistema de combate es el aspecto más original del juego frente a otros JRPG. Es bueno que de vez en cuando los estudios japoneses quieran dar una vuelta a las batallas por turnos, ya sea dando libertad de movimientos o algún tipo de posición estratégica. En Ar nosurge el concepto es que no luchamos únicamente contra el puñado de enemigos que aparecen en pantalla, son oleadas –que conocemos de antemano por la interfaz- y la mecánica deriva de la historia, con un protagonista guerrero –que no puede morir- protegiendo a la heroína, que utiliza en la retaguardia sus magias. Hay una fase para el jugador en la cual atacamos un número de veces con los movimientos asociados a cada botón mientras la chica recarga su Song Magic, además de los imprescindibles ítems, habilidades conjuntas o huir del combate.
Durante el turno de los enemigos tiene lugar una especie de minijuego en el que debemos bloquear los ataques para minimizar el daño –y mejorar la barra Burst-, mientras que fallar lo reduce y además causa daño en la heroína, y cuando ella muere, fin de la partida. Para complicar un poco esto, el número de bloqueos está limitado por turno, lo que requiere un poco de inteligencia para saber en qué casos conviene utilizar esta función, sobre todo contra los jefes. El sistema es incluso un poco más complejo, ya que la chica tiene una serie de barreras que, una vez rotas, no recuperan salud a menos que se utilice un objeto concreto.
Con un número elevado de enemigos en sucesión se podría pensar que estas batallas tienen una duración mucho mayor que la media de juegos de rol, y sí es cierto que no son las más rápidas, pero existen algunos trucos para acabar antes. Cuanto mejor juguemos –por ejemplo, protegiendo los golpes enemigos y con combos-, más sube el nivel Harmo, aumentando un indicador que puede activar un ataque que barre el resto de oleadas instantáneamente, casi nunca hay que pasar por el combate uno a uno. Claro que si no juegas bien puede que el tiempo límite llegue a su fin, y en ese caso el combate se da por terminado –que no perdido, porque ganamos toda la experiencia, dinero y objetos cosechados-, la diferencia es que los enemigos no estarán totalmente eliminados y todavía podremos encontrar el resto de oleadas en esa zona.
Las batallas de Ar nosurge son un poco diferentes a lo habitual, así que en las primeras horas nos costará un poco acostumbrarnos a todo el funcionamiento para optimizar los golpes, atacando a enemigos con una advertencia para causar conmoción y aumentar el número de turnos o usando las habilidades conjuntas –ataques y defensas-. Nos ha gustado, y como decíamos, intentar algo nuevo en el género nunca es malo, y aunque puede resultar un poco engorroso para quien prefiera disfrutar más de la historia que del combate, hay que tener en cuenta que limpiar una zona permite explorar el área con calma –si bien, tampoco hay tanto que investigar en la mayoría de ocasiones-.
Fuera de la acción hay unos cuantos sistemas para evolucionar o equipar mejor a los personajes. Uno es el de la síntesis de ítems, creando nuevos con los conseguidos durante la exploración o fortaleciendo armas, magias y armaduras. No tiene la importancia vista en Atelier, pero nos ofrecerá unos momentos surrealistas de baile con los personajes –sí, de vez en cuando tiene algún ramalazo de humor-.
El Genometrics –la forma de obtener nuevas Song Magic- es el clásico Dive de los Ar tonelico para entrar en la mente de compañeros. Hay aventuras en plan novela visual y lo principal será tomar decisiones e investigar un mapa que parece ilustrado por un niño. Entrar en cada localización y activar los nuevos eventos consume un gasto de puntos que se consiguen principalmente luchando, y las decisiones tomadas afectarán a los cuatro puntos cardinales de su psique y su relación con el resto del grupo: introversión, extroversión, masoquismo y sadismo.
Ar nosurge, al igual que otros Ar tonelico, utiliza abundantes diálogos e ilustraciones de un tono picante –esas escenas en los baños…- y con dobles sentidos muy poco disimulados. Una situación "peculiar" es el rito de purificación en los manantiales. Con este sistema instalamos en el cuerpo de las heroínas, o el protagonista, los cristales Genometrica del modo Dive; dependiendo de lo profunda que es la relación se desbloquearán más zonas. ¿Fan service? Sin duda, la saga nunca ha escondido sus pretensiones, considéralo parte de su personalidad.
La música es uno de los puntos fuertes de la saga, y aquí no lo es menos. Canciones y coros femeninos entre los que se encuentra la recientemente fallecida Origa, cantante rusa que sonará a los amantes del anime –por ejemplo, de Ghost in the Shell: Stand Alone Complex-. Aunque no nos ha impresionado al nivel de otros Ar tonelico, principalmente porque el nivel de los temas ambientales no es tan sobresaliente, sigue por encima de la media de otros lanzamientos del género.
Las novedades de la edición Plus
El juego en PS Vita es más completo que el de PlayStation 3, pero que nadie espere una revolución. Parte de los extras son nuevas apariencias para los personajes y contenido descargable de la doméstica, como nuevos cristales y diálogos con Nay y Kanon durante los ritos.
Más interesante son tres personajes añadidos para la purificación con sus propios eventos –en total 150-. Además ahora se introducen funciones táctiles para, digamos, hacer más íntimo este encuentro y fortalecer los lazos personales. Luego tenemos pequeños ajustes en tutoriales, pero en general, estos son todos los cambios.
La conversión disimula las limitaciones técnicas de PS3. Ar nosurge es uno de los muchos juegos de rol tardíos de la consola, ese periodo de fin de ciclo en el cual ninguna desarrolladora va a invertir un gran presupuesto por hacer su juego espectacular, y menos Gust. Para portátil sin embargo, con la consecuente menor exigencia y que no parece haber perdido mucho detalle -quizás el sombreado cel shading no es tan llamativo-, da una impresión bastante más acorde a la potencia.
Lo único que sí hemos notado para mal es un rendimiento al límite. Más que ralentizaciones puntuales, al entrar en pantallas recargadas por personajes o escenario, la fluidez desciende un poco. No afecta para nada a la jugabilidad, no es grave y tampoco sucede demasiado, pero está ahí.
Conclusiones
De Ar nosurge Plus: Ode to an Unborn Star como juego la conclusión es la misma que en PlayStation 3. Un argumento denso, al menos en cuanto a mitología de su universo, combates con una vuelta de tuerca a las batallas por turnos y un sistema de progresión complejo, para aficionados al género que primen carisma por encima de gráficos vistosos o libertad de exploración. Si sólo buscas una historia ligera donde la lucha no sea uno de los focos de atención, hay mejores opciones.
En PS Vita tenemos una conversión bastante directa. Para quien carezca de la versión PS3 y estuviese interesado, esta debería ser su elección –a menos que realmente valore los gráficos, y ni siquiera hay demasiada diferencia-, pero son novedades insuficientes para justificar una nueva compra. En definitiva, un buen RPG, lejos de ser imprescindible, que tiene en sus aspectos originales su punto fuerte.