Análisis de Wall-E (PSP)

La compañía Pixar cada año obsequia a los amantes del cine de animación con una de sus geniales obras por estas fechas veraniegas. Este año no podía ser menos, y, como sabemos desde el estreno de Ratatouille el pasado año, el nuevo protagonista de la factoría es un simpático y robótico personaje, con ciertas reminiscencias del sin par Cortocircuito (personaje cibernético de un par de películas de ficción de la década de los ochenta). Y, como era de esperar, detrás de una buena película de Píxar siempre esperan una serie de adaptaciones al videojuego para todas las plataformas habidas y por haber en el mercado. En este caso, nos ocuparemos de analizar la versión para la portátil de Sony, un título que, sin duda, constituye una adaptación más que notable de la película de reciente estreno y que, sin duda, satisfará a jugadores de cualquier edad y condición, debido a su inteligente combinación de acción, plataformas, velocidad y puzle.

Modalidades y sistema de juego

Al inicio del juego, se nos pedirá que creemos un perfil en el que guardar las partidas. Una vez creado éste a nuestro gusto, accederemos al menú principal de juego.

En él, nos encontramos con varias opciones: jugar a la modalidad principal de juego, acceder a los diferentes minijuegos que nos ofrece el título (que previamente deberemos de haber desbloqueado en la aventura principal), entrar en el menú de opciones del juego, o adentrarnos en las secciones de Extras y Trucos, donde podremos desbloquear diferentes elementos para nuestra aventura o para visionar en la galería del juego, canjeándolos previamente por un determinado número de puntos (que conseguiremos, por supuesto, en la aventura principal).

El número de desbloqueables en el juego no es, en absoluto, despreciable, empezando por la interesante lista de minijuegos de los que podremos disfrutar, una vez los hayamos superado en la modalidad principal de juego. Estos minijuegos, que van desde carreras contrarreloj (o contra un adversario) con los personajes del juego, hasta ejercicios de puntería con el láser de nuestro amigo metálico, los podremos disfrutar en dos modalidades: Campeonato, en la que nos enfrentaremos de manera individual a diferentes retos vistos ya durante el juego; y Duelo, en la que podremos competir en algunos minijuegos contra otro jugador que tenga el juego en su haber. Todo hay que decirlo, los minijuegos que jugaremos en el modo Campeonato no están disponibles en la modalidad de Duelo, y viceversa.

El modo principal de juego (la aventura principal en sí, vaya) consta de veintisiete niveles de diferente duración, con objetivos, sin duda, diferentes y variados que, en ningún momento, dejarán lugar al aburrimiento del jugador. Aunque quizás sí darán pie a la frustración del mismo en algunos casos, dada la dificultad de algunos de ellos. El inicio del juego se desarrolla a modo de tutorial, completísimo y enorme en sus proporciones, pero sin duda necesario, dada la cantidad de acciones que nuestro pequeño amigo podrá desempeñar a lo largo del juego.

Podremos también convertirnos nosotros mismos en caja, escondiendo nuestra cabeza, nuestros brazos y nuestras ruedas dentro del cubículo de nuestro cuerpo, con lo que podremos pasar por lugares estrechos que, de otra manera, nos resultarían impracticables. Y, además, podremos cargar convertidos en caja si apretamos el botón de círculo mientras nos movemos, con lo que podremos destruir las cajas de BnL grises, aparte de las cajas que contienen las preciadas cápsulas de energía azules, que nos servirán para pasar por determinadas puertas del juego. Estas puertas sólo nos permitirán pasar en caso de llevar encima un número determinado de cápsulas azules, con lo que deberemos de escudriñar los niveles del juego en busca de las cajas que las contengan.

En ocasiones, nos encontraremos gigantescos tornados con alguna de las cajas mencionadas en su interior. En ese caso, deberemos de entrar en el modo de vista en primera persona, para apuntar con nuestro láser a la caja y destruirla, con lo que también desaparecerá el molesto torbellino. El modo en primera persona también nos servirá para mirar a nuestro alrededor en busca de los artefactos secretos que esconde cada escenario, artefactos que, una vez que los encontremos, nos mostrarán una simpática escena de animación. Además, estos artefactos son necesarios para desbloquear todos los contenidos del juego, aparte de ser indispensables en caso de querer completar la totalidad del juego.

Y, por último, la habilidad de Wall-E que más utilizaremos en el juego será su capacidad de caminar por casi cualquier terreno, cualidad que, junto a un "poderoso" salto, nos permitirá acceder a casi cualquier lugar del escenario. Así, en un entorno totalmente tridimensional, encontraremos muchas zonas en las que deberemos de desplazarnos tanto a ras de suelo como por diferentes pisos o niveles, maniobrando por espacios minúsculos y saltando de una plataforma a otra en busca de todos los objetos necesarios para completar el nivel. Sin duda, lo más divertido del juego es esta maniobrabilidad, ya que el hecho de utilizar a Wall-E para hacer piruetas por rampas, aprovechando la inercia que obtendremos en las cuestas hacia abajo para dar largos saltos, es un reto ameno y entretenido.

Y frustrante, como veníamos diciendo al inicio de este análisis. Muchas de las caídas de Wall-E implicarán un salto al vacío que nos transportará de nuevo hasta el punto de control más cercano. Realizar una y otra vez el mismo salto porque la plataforma a la que tenemos que acceder está un poco demasiado lejos, o por resultar demasiado estrecha para maniobrar con comodidad con nuestro personaje, puede llegar a desesperar a más de uno. Además, Wall-E cuenta con una inercia que deberemos de tener en cuenta a la hora de frenar. Ésta, aún siendo mínima, es suficiente para replantearnos cada salto que demos. Por otro lado, el sistema de control, aunque correcto, no parece especialmente indicado para este trabajo. Como pasa en otras ocasiones, echamos de menos un segundo mando analógico en nuestra consola, ya que el manejo de Wall-E mediante el mando de nuestra PSP, moviendo la cámara lateralmente mediante los botones laterales, no se presta todo lo preciso que debiera en estos casos.

Pese a todo, como hemos dicho, hacer piruetas con Wall-E es muy divertido, y es uno de los mayores alicientes del juego. Además, contaremos con una variedad de opciones y situaciones en el título que, ciertamente, no desagradarán a nadie. Desde algunos de los puzles que necesitaremos resolver para pasar algunas de las puertas del juego, hasta las carreras de obstáculos a toda velocidad a las que nos enfrentaremos a manos tanto de Wall-E como de Eva, la chica-robot, encontraremos una diversidad en el juego que evitará el hastío y el aburrimiento. Además, la dificultad del juego es bastante elevada, con lo que tendremos juego para rato…

Apartado técnico

Los gráficos del juego han sido muy notablemente realizados, tanto en las secuencias cinemáticas que acompañan a la acción, siguiendo el argumento de la película, como durante la acción del juego en sí. Los modelos de los diferentes personajes que aparecen en el juego han sido muy cuidados, y cuentan con unas cuantas animaciones dignas de elogio. Pese a todo, se echa de menos un mayor cuidado en las texturas de los escenarios, en general, ya que los escenarios (sobre todo en los ubicados en el vertedero terrestre) resultan un poco vacíos y planos. Pese a todo, el entorno tridimensional se compone de entornos de grandes dimensiones muy bien realizados, y el sistema de colisiones funciona casi a la perfección…

En el apartado de sonido, se echa de menos, sin duda, una mayor variedad en las músicas del juego. Oiremos una y otra vez los mismos bucles musicales pertenecientes a la banda sonora del juego. Acabaremos bastante hartos de ellos, dado que son cortos y se repiten mucho, y agradeceremos el cambio de temas musicales a partir de la segunda mitad del juego. Pese a todo, la música se escucha con una calidad notable, y los efectos de sonido – así como las voces de los personajes, durante las animaciones del juego – no desmerecen, para nada, el conjunto.

Conclusiones

Wall-E es una notable adaptación de una gran película de Píxar, tanto por el seguimiento que hace del guión de la película a través de cada escena del juego, como por la diversión que ofrece a través de cada una de las dispares situaciones a las que nos enfrentaremos en el mismo. Un juego recomendado, sobretodo, para los que vieran la película y disfrutaran de ella, aunque quizás excesivamente difícil para los más pequeños de la casa. Aún así, resulta una excelente opción dentro del catálogo de juegos basados en una franquicia cinematográfica para la portátil de Sony.