Análisis de Pro Evolution Soccer 2009 (PSP)
Con el clásico retraso de unas semanas, la pequeña de la familia de Sony recibe la entrega anual de Pro Evolution Soccer. Ajeno totalmente a las polémicas que se han generado con las versiones de las consolas de nueva generación, el más que asentado motor gráfico proveniente de PES 6 repite en PSP. El sueño, una vez cumplido, de trasladar la saga a las portátiles, se completa con el debut del esperadísimo modo online, además de otros tan interesantes como la Master League y Sé Una Leyenda.
El debate sobre la evolución
PES nació en PSP con una conversión bastante limitado de la por aquel entonces última entrega de PlayStation 2. Este lastre quizás ha conducido la trayectoria portátil de la saga a un estancamiento gráfico preocupante si valoramos la evolución juego por juego. Por otra parte, todos queríamos un PES en la palma de nuestras manos lo más fiel posible a los originales y así nos lo dieron. El debate sobre qué desea el usuario coge más fuerza cada día que pasa y somos muchos a los que nos gustaría ver un lavado de cara completo, una edición dedicada completamente a la portátil, programada desde cero. Pero este año tampoco toca. Se ha tratado de exprimir un poco más lo presentado en ediciones anteriores, puliendo detalles y aderezando el conjunto con más modos de juego ¿Es suficiente? Nadie puede decir que es un mal juego, porque no lo es, pero antes de que termine la vida útil de esta consola mantenemos la esperanza de ver cómo Konami se arriesga con algo totalmente nuevo.
Exprimiendo las posibilidades
Sabiendo a lo que nos enfrentamos, este PES 2009 llega con pequeños cambios en unos aspectos y grandes y agradecidos en otro. Gráficamente nos encontramos con el ya mencionado motor gráfico reutilizado. Se ha puesto especial empeño en solucionar cosas como las ralentizaciones y el ghosting, esa estela tan molesta que dejaban los jugadores al moverse. Ante aglomeraciones el juego se resiente mucho menos que antes y la estela es prácticamente inapreciable, lo que ayuda enormemente al seguimiento del partido. El modelado de los jugadores es otra de las cosas que han experimentado una mejora clara.
A media distancia ya podemos apreciar mejores acabados en su forma, y en primeros planos disfrutamos de unas caras mucho más parecidas a sus homónimos reales. La decepción viene con la desangelada ambientación del campo. Si su competencia, Fifa, cada año que pasa está reforzando algo tan importante como el número de campos, diseño y público, consiguiendo resultados notables, PES sigue apoyándose en un tapiz sobre el que jugar con dos tipos de dibujo. Sí, porque no hay estadios propiamente dichos, o así se empeñan en mostrárnoslo. Jugamos en una especie de campo de entrenamiento donde, aparte de no parecer que haya público, se echa de menos al equipo de fotógrafos, miembros de seguridad y demás. Ambiente de fútbol, vamos. Es una verdadera lástima que algo tan esencial que convierte este deporte en uno de los espectáculos más grandes del planeta sea ignorado de esta manera.
Aparte del gran tropezón, ya habitual para nuestra desgracia e imperdonable sin ningún tipo de pesar, el apartado gráfico roza el sobresaliente. Además de lo mencionado sobre el modelado de los jugadores, el ritmo de partido ha bajado sensiblemente y las animaciones se han corregido para adaptarlas mejor a la acción que queremos realizar. Hay algún regate nuevo y en general la personalización que se le ha dado a cada jugador es más fiel que en otras entregas. No son mejoras revolucionarias, pero tampoco son un paso atrás. Se puede hacer mejor fútbol gracias a ellas, y de eso se trata.
Modos de juego que vienen desde arriba
Estamos habituados a recibir una versión bastante parca en modos, pero este año no nos han dejado con las manos tan vacías. Vale que uno de los estandartes de PES 2009 en PS3 y Xbox 360 es la licencia de la Champions League y que tanto en PSP como en PS2 no la vamos a oler, pero la siempre bienvenida Master League hace acto de presencia junto con el agradable Tour Mundial y el recién estrenado Sé una Leyenda.
La Master League es una de las viejas conocidas. Elegimos un equipo que cuenta con los jugadores reales o unos inventados (y apadrinados entrega a entrega, como son Castolo y compañía). Empezamos en Segunda División. Partido a partido cosechamos resultados, fichamos, dosificamos convocatorias. Y así paso a paso hasta llegar a la gloria. No es el modo más portátil si entendemos este término como "partidas rápidas" y puede que completar un éxito global como puede ser el de subir de categoría y ganar competiciones nos lleve mucho tiempo, pero no está de más.
Tour Mundial es una evolución del modo Scenario. A los que llevamos años trasteando con los juegos de fútbol de Konami no nos pilla por sorpresa. Con el equipo elegido nos enfrentamos como si estuvieramos jugando en una máquina recreativa a distintos rivales por "fases". Las primeras serán muy fáciles. Equipos menores como selecciones de bajo potencial a los que deberemos ganar por 2 o más goles. Luego la dificultad va creciendo tanto por juego de la CPU como por la complicación del reto que nos solicitan. Ganar sin contar con los suplentes, remontar un resultado, usar tácticas para evitar goles...y así una gran cantidad de enfrenamientos que plantearemos de distinta manera dependiendo de las condiciones. Es seguramente el modo más portátil al estar esquematizado de esta manera, y un auténtico reclamo para el que dedique sesiones cortas de juego.
Del modo Sé una Leyenda se ha hablado largo y tendido. Viene de las versiones japonesas del juego para PS2, tráido luego a Fifa con Be a Pro y adaptado por EA también en el último Fifa portátil. PES 2009 no ha querido ser menos y nos han obsequiado con un calco de lo visto en sus hermanos mayores. Creamos a un jugador de 17 años dándole aspecto y parámetros personalizados, entrenamos delante de ojeadores y de ahí salimos disparados directamente al amable equipo que quiera lanzar nuestra carrera. La adaptación es prácticamente perfecta, pero falla algo que nos temíamos: la cámara. Muy cercana y molesta en giros rápidos. También podemos jugar con la cámara normal, aunque así perdemos inmersión.
Y el modo online como guinda. El esperado por obviedad y reiteración de promesas. Aparte de jugar frente a otra persona mediante adhoc, después de muchas ediciones donde directamente íbamos al modo "inalámbrico" para ver si había suerte, por fin disponemos de ese ansiado online mediante infraestructura. No hemos podido probar su funcionamiento ya que no estaban montados los servidores, pero su sola presencia eclipsa muchos de los defectos en opciones que puede tener el juego.
Creando fútbol
Se puede decir que jugablemente sigue siendo una delicia. Con todas las mejoras en el ritmo, fluidez, nuevas animaciones y demás, nos aseguramos una experiencia más cercana que nunca a los mejores PES de PS2. La física del balón sigue siendo impecable, así como las transiciones entre ataque y defensa, presión, desbordes y cualquier estilo que queramos adoptar. Es fútbol en su máxima expresión. Hasta los porteros se han unido a la fiesta ofreciendo mejores paradas. Siguen quedándose petrificados ante algunos tiros, eso sí.
El recorte de licencias brutal que ha habido este año ha sido algo menor en PSP. De hecho, se ha cogido la misma base de datos de la edición de PS2. Es decir: se recuperan equipos españoles como Racing de Santander, Atlético de Madrid, Sevilla y Real Valladolid. Se pierde toda la Bundesliga, o mejor dicho, los equipos editables que se hacían hueco en la posición del menú donde debería estar la liga germana. De todas formas, el editor vuelve a ser brillante, y gracias a la posibilidad de compartir archivos de opciones podremos arreglar estas carencias con el trabajo propio o de aficionados que compartan sus archivos editados.
Donde ha pinchado irremediablemente el juego una y otra vez es en el apartado sonoro. Cánticos anodinos como ellos solos y un comentarista que sólo despierta para anunciar los goles con un entusiasmo discutible. Las canciones por lo menos son buenas, y además disponemos de la posibilidad de añadir los temas que tengamos almacenados en la Memory Stick, cosa que siempre agradeceremos.
Cumpliendo sin alardes
Y nos enfrentamos de nuevo al debate: vivir una vez más de las rentas o arriesgarse. Nosotros somos de los que pedimos una remodelación total. Sigue siendo un juegazo de fútbol, pero no es suficiente. Cada año se hace una corrección de fichajes, se mejoran aspectos gráficos mínimos y se añade algún modo de juego. No compensa el retraso respecto a las entregas de sobremesa ni el aprovechamiento de la máquina. Sabemos que Konami y concretamente el PES Studio puede hacer más. Puede sentar una nueva base dando un puñetazo sobre la mesa y relanzar la PSP en los territorios donde vaya con su juego. Este UMD no se puede tildar de malo, de hecho tiene muchas virtudes, pero todas son heredadas. Señores, hay máquina para crear algo mucho más grande y usuarios dispuestos a recibirlo con los brazos abiertos. Oigan nuestras plegarias.