Análisis de Harvest Moon: Hero of Leaf Valley (PSP)
Harvest Moon: Hero of Leaf Valley es el tercer título de la saga Harvest Moon para la portátil de Sony, cosa que resulta un tanto extraña sabiendo que en NintendoDS han sido seis, y ya existen rumores de una continuación en la futura 3DS. Además, si comparamos los juegos de Harvest Moon aparecidos en una y otra plataforma, los de la portátil de Nintendo siempre han gozado de mayor versatibilidad y profundidad de juego.
Vale que en PSP lucen mucho mejor gracias a su potencia a la hora de manejar polígonos y texturas, que es mucho mayor, pero en lo que verdaderamente importa, que es la jugabilidad y diversión, siempre han estado dos o tres pasos por detrás. Hero of Leaf Valley llega con una buena dosis de personalidad propia, gráficos poligonales de gran colorido, y siguiendo una línea más tradicional, lejos de experimentos como el el Innocent Life: a Futuristic Harvest Moon, y aunque sea una adaptación directa del Harvest Moon Back to Nature aparecido para Playstation, juego que no llegó a aparecer en el mercado europeo, viene a reivindicar que la saga Harvest Moon no sólo está más viva que nunca, sino que tiene catálogo de calidad escojamos la plataforma que escojamos para disfrutarlo.
La historia nos lleva hasta un valle en donde nos espera una granja y tierras para cultivar, no obstante, al poco de nuestra llegada nos enteramos de que hay una multinacional que está interesada en adquirir todo el pueblo para construir un enorme parque de atracciones. Ante nuestra negativa, nos dan un plazo de dos años para que podamos reunir el dinero suficiente para pagarles los 50.000 G que ya han invertido y evitar así tal catástrofe. En este punto es donde toma forma uno de los principios básicos de este Harvest Moon: la libertad de elecciones.
Dependiendo de cómo llevemos a cabo el pago de la deuda, que puede ser bien mediante el ahorro del dinero que vamos generando con nuestros cultivos y el sudor de nuestra frente, bien porque hemos establecido unas relaciones de confianza bastante notables con el resto de los habitantes hasta el punto de que nos prestan dinero, o bien por alguna combinación de ambas cosas, la trama del juego se irá ramificando hasta desembocar en cualquiera de los dieciséis finales disponibles, y al mismo tiempo nuestro entorno se irá transformando hacia dos vertientes opuestas o alguna combinación entre ambas, una en la que el pueblo es un hermoso centro turístico y otra en la que el pueblo es una reserva naturista. Y la historia no acaba aquí, al haber pasado los dos años y reunir el dinero suficiente, podremos continuar el juego, abriendo nuevos eventos como la posibilidad de casarse con alguna de las chicas del lugar. Claro que si no hemos conseguido el dinero en los dos años, el juego finalizará y tendremos que empezar de nuevo.
El valle tiene un tamaño más que considerable, de hecho, recorrer todas las localizaciones a pie nos llevará una buena parte de la jornada, y en los diferentes lugares existen casas en las que podremos entrar y tendrán sus respectivos habitantes, algunos de los cuales sólo podremos verlos bajo determinadas circunstancias. Es normal que al principio nos sintamos un poco perdidos ante el gran mundo que se nos ofrece para explorar, y eso teniendo en cuenta que hay algunas zonas que están bloqueadas hasta que cumplamos ciertos requisitos, pero poco a poco nos iremos acostumbrando de tal forma que a las dos semanas de juego ya tendremos nuestra propia rutina establecida y unos cuantos objetivos en mente.
El paso entre las diferentes zonas se hace a través de caminos que están muy bien integrados en el entorno, y cada zona es lo suficientemente grande para que pasemos un buen rato explorándola; pero el punto negativo se lo llevan los tiempos de carga que aparecen cada vez que pasamos de una a otra. Si bien estos tiempos han sido optimizados respecto a la versión japonesa del juego, siguen rompiendo la dinámica del juego, tan necesaria en un título en el que nos encontramos yendo constantemente de un lugar para otro. Así, si por ejemplo estamos cultivando tomates en nuestro campo y necesitamos entrar en nuestra casa para recoger alguna cosa que nos hace falta para el establo, supone interrumpir tres veces el juego con la pantalla negra cargando datos: una para entrar, otra para salir y otra para entrar en el establo, y lo peor es que apenas nos hemos movido más de 30 metros en total.
Para paliar un poco tal situación, los diseñadores del juego han pensado en habilitar un botón para que nuestro personaje regrese de inmediato a su casa, así, si estamos en la otra punta del valle, no hay que ir atravesando zonas y zonas, cada una con sus respectivos tiempos de carga, hasta llegar a nuestra granja, lo cual es de agradecer, pero no evita situaciones como la explicada en el último ejemplo. Cuando ya se tiene más experiencia en el juego, este defecto de los tiempos de carga se hacen aún más acusados, en el sentido de que nuestro personaje ya no se desplaza a pie, sino que podrá hacerlo montado a caballo, un medio de transporte mucho más rápido que hará las zonas de paso más cortas y las transiciones entre áreas más frecuentes. Al final uno intenta maximizar las estancias en algún determinado lugar, tratando de sacarles el mayor partido posible, pero uno siempre tiene presente que la temida pantalla negra de carga de datos está ahí esperándonos.
Como buen Harvest Moon que es, el dinero tiene un peso específico considerable, no sólo porque necesitamos determinada cantidad para salvar al pueblo de una ruina urbanística, sino porque también precisamos comprar semillas para cosechar, animales de los que obtener productos (leche, huevos…), y en más de una ocasión para alimentar a nuestro personaje, cuyas energías menguan cada vez que nos ponemos con las tareas típicas (entre otras cosas). Así que para que el dinero no falte, hay disponibles dos fuentes.
La primera de ellas es la característica de cualquier Harvest Moon, esto es, recolectar objetos silvestres, cosechar hortalizas, picar piedra, talar madera, conseguir objetos en la mina, etc, todo con el fin de meterlo en la caja de envíos y asegurarnos un buen pico al final del día que garantice nuestro progreso. La segunda de ellas es toda una novedad, se trata de trabajar para otras personas, de las que obtendremos un beneficio por nuestros servicios. Por poner un ejemplo, Bob es el encargado de una tienda que además tiene caballos y vacas en su propia granja, y si conseguimos que nos acepte, podemos trabajar para él cuidando de sus animales, de tal forma que al final del día obtendremos una suma de dinero además de un pequeño plus en forma de objeto (huevos o leche en este caso) si lo hemos hecho todo realmente bien.
Para el sistema de cultivos se ha recuperado algo que ya se vio en su día en Harvest Moon: A Wonderful Life para GameCube: la hibridación de hortalizas. Llegado el momento, podremos tener una máquina que, a partir de dos especies vegetales podremos crear una nueva diferente que reporta muchos más beneficios en forma de efectivo. La mina también tiene sus modificaciones. Para empezar, no seguirá el patrón clásico de ir descendiendo niveles y más niveles, sino que tendrá forma de laberinto, por lo que cavar ya no será necesario, únicamente necesitaremos nuestro martillo para ir rompiendo rocas y conseguir los preciados minerales.
No obstante, las rocas que nos encontraremos en cada una de las habitaciones del laberinto formarán una especie de piezas de puzle que podremos mover a voluntad, de tal forma que si logramos colocarlas en una posición que las rompemos todas de un único golpe, conseguiremos los minerales y objetos más raros, que a su vez supondrán una oportunidad más para ganarse un buen dinero o para utilizar como regalos y granjearnos la amistad de los personajes menos dados a establecer relaciones con nosotros. La pesca también es algo más que tirar el anzuelo y esperar a que piquen, ahora puedes controlar la profundidad a la que quieres pescar, y presionar el botón en el momento correcto para recoger el sedal. Cada pez tendrá sus preferencias de alimentación, por lo que hay un catálogo de moscas para la pesca, moscas que aparecerán aleatoriamente al talar árboles para conseguir madera que se necesita para mejorar el establo o ampliar tu casa.
Conclusiones
Harvest Moon: Hero of Leaf Valley es, con diferencia, el mejor Harvest Moon aparecido para PSP. Es una lástima la elevada cantidad de tiempos de carga que ensombrecen alarmantemente la dinámica de juego, como también es una verdadera lástima que no se haya localizado al castellano, aunque fuese de una manera tan pobre como lo visto en el reciente Harvest Moon: Islas del Sol para NDS. El juego se comporta como un gigantesco puzle en el que el resultado final se perfila de una u otra manera según el resultado de nuestras acciones, lo que potencia enormemente su rejugabilidad.
El apartado gráfico es más que sobresaliente, aún a pesar de pequeños defectos como una cámara un tanto extraña a la hora de manejarla o la falta de imágenes que muestren emociones cuando hablan los personajes. Los amantes de la saga están de enhorabuena, aunque tendrán que hacerse con grandes cantidades de paciencia y un buen diccionario si no dominan suficientemente bien el inglés.