Análisis Virtua Fighter 5 R.E.V.O. World Stage, la versión definitiva de un juego de lucha con casi 20 años a sus espaldas (PS5, Switch 2, Xbox Series X)

Para muchos podría parecer que fue ayer, pero lo cierto es que ya han pasado casi 20 años desde que Virtua Fighter 5 viera la luz por primera vez en 2006 para las máquinas arcade de la época. Desde entonces, el título se ha mantenido vivo con el estreno de distintas versiones para plataformas domésticas que se han encargado de mantener sus combates frescos. Ahora, tras su paso en PC con Virtua Fighter 5 R.E.V.O., este excelente juego de lucha llega por fin a las consolas de la actual generación (PS5 y Xbox Series X/S) junto a una nueva actualización, World Stage, que ahora sí que sí parece que se trata de la edición definitiva de esta entrega antes de que la veterana serie dé el esperado salto a Virtua Fighter 6.

Terminando de pulir un gran juego de lucha

Antes de continuar, os invitamos a que le echéis un vistazo al análisis que le dedicamos en su momento a Virtua Fighter 5 R.E.V.O., ya que en este texto vamos a centrarnos, principalmente, en las novedades que aporta World Stage. A modo de resumen, cabe decir que nos encontramos ante una versión que toma como base a Virtua Fighter 5 Ultimate Showdown, una especie de remake del título para PS4 que actualizó sus gráficos para aprovechar el potencial de las tecnologías de Ryu Ga Gotoku Studio, perdiendo por el camino opciones de juego para un jugador.

Esto último es algo que la nueva versión que ahora tenemos entre manos quiere remediar con la inclusión de una de sus grandes novedades: el nuevo modo World Stage, el cuál recupera en cierto modo el espíritu del veterano modo Quest. En él, debemos competir en diferentes estadios para ascender de categoría como si estuviésemos jugando partidas igualadas en el modo online mientras nos enfrentamos a los luchadores personalizados de otros jugadores, los cuáles son controlados por la IA.

Al principio no suponen ninguna clase de desafío y es muy probable que acabemos con nuestros rivales aporreando botones, pero a medida que vamos desbloqueando nuevos estadios en los que batallar y alcanzando mayores rangos, os podemos asegurar que las cosas se recrudecen, especialmente si decidís jugar en Difícil.

Gracias a este modo también podemos desbloquear una auténtica barbaridad de elementos cosméticos para personalizar el aspecto de nuestros personajes y muchos de ellos solo los obtendremos al cumplir ciertos requisitos o superar determinados desafíos, por lo que raro es el combate que no nos deja con alguna recompensa, por pequeña que sea.

No es que sea el modo para un jugador más elaborado que hayamos visto nunca en un juego de lucha ya que, al final, todo consisten en batallar sin descanso contra la IA en una ingente cantidad de peleas, algo que a medio o largo plazo puede llegar a hacerse un tanto pesado, pero se agradece su inclusión y aporta un buen número de horas si queremos completarlo en su totalidad, lo que seguro que ayudará a muchos jugadores a pillar confianza con sus personajes favoritos antes de dar el salto al online. Además, nos ha gustado que a medida que progresamos también desbloqueamos la posibilidad de participar en unos torneos secundarios con sus propias reglas que nos han dejado momentos muy tensos.

La otra gran novedad la tenemos en la inclusión de Dural como personaje jugable. Como muchos sabréis, se trata de un luchador totalmente roto que hace las veces de jefe secreto en el modo Arcade, aunque nos resulta inexplicable que, ahora que por fin deciden permitirnos controlarlo, solo se pueda desbloquear mediante un DLC de pago que debemos adquirir independientemente del título.

Finalmente, no podemos olvidarnos de señalar las mejoras que ha recibido el modo online, incluyendo por fin el ansiado juego cruzado entre plataformas y ajustando el código de red rollback estrenado junto a la versión de PC para que ahora sí que sí funcione todo lo bien que debe y podamos jugar partidas completamente fluidas y sin lag apreciable a través de Internet. La parte negativa es que la comunidad a día de hoy parece ser muy escasa y hemos tenido que esperar un buen rato cada vez que hemos intentado buscar un rival con el que medir nuestras fuerzas, por no hablar de que muy rara vez nos han emparejado con alguien que tuviese un rango mínimamente similar al nuestro.

Más allá de esto no hay mucho que comentar, pues el resto del título sigue siendo lo mismo que ya analizamos cuando Sega estrenó Virtua Fighter 5 R.E.V.O., algo a lo que hay que sumar los habituales ajustes de equilibrio de rigor que suelen acompañar los lanzamientos y actualizaciones de un juego de lucha, así como la renovación que han sufrido sus herramientas de tutorial y del modo entrenamiento para facilitarnos el proceso de aprendizaje y dominio de los personajes.

Lo que sí que os podemos confirmar es que a pesar de tener casi dos décadas a sus espaldas, Virtua Fighter 5 sigue siendo un auténtico juegazo. Con tan solo tres botones (puñetazo, patada y guardia), el título hace gala de una profundidad en su sistema de combate que nunca dejará de sorprendernos, permitiéndonos poner en práctica toda clase de golpes, combos y llaves para superar la defensa de nuestro contrincante.

Por supuesto, cada personaje del plantel es completamente único y está perfectamente diferenciado del resto, los escenarios siguen teniendo un papel determinante en el desarrollo de las rondas (los hay en los que podemos vencer sacando al contrario del ring) y es de los títulos de lucha 3D que mejor aprovechan el hecho de que estemos dándonos mamporros en un entorno tridimensional. Además, también hay que aplaudir que en lo visual todavía resulta un producto muy agradable, vistoso y bonito que no abusa de efectos para mantener la pantalla lo más limpia posible y que la legibilidad de las peleas sea total. Es, sin lugar a dudas, un juego que os podemos recomendar con los ojos cerrados a poco que seáis fans del género, pues en lo jugable es una maravilla que sabréis apreciar nada más os pongáis a los mandos.

Conclusiones

Virtua Fighter 5 R.E.V.O. World Stage no revoluciona nada ni trae consigo una gran cantidad de novedades, pero sí que puede presumir de ser la versión más completa, recomendable y pulida de un juego de lucha que casi 20 años después sigue divirtiéndonos como el primer día y sorprendiéndonos con la enorme profundidad de sus combates. Ahora por fin hay un modo para un jugador con algo de sustancia y el online rinde como debe, así que si nunca le habéis dado una oportunidad o no podéis aguantar las ganas hasta que Virtua Fighter 6 llegue a las tiendas, aquí encontraréis una opción de compra muy interesante y a tener en cuenta.

Hemos escrito este análisis gracias a un código de descarga para PS5 que nos ha facilitado Cosmocover.