Análisis de despelote, un potente y precioso indie de fútbol que no va de fútbol (PS5, PC, PS4)

La breve descripción que acompaña a Despelote en PlayStation 5, plataforma en la que lo hemos jugado (aunque también sale en Xbox Series, PS4, Xbox One, PC y Switch), es verdaderamente esclarecedora: "un videojuego sobre la niñez, la comunidad y el fútbol". Esta frase no sólo describe a la perfección el juego de Julián Cordero y Sebastián Valbuena a que no lo conozca, sino que además establece casi una jerarquía en el peso de cada una de sus partes dentro de la trama que quiere contar.
Porque si bien Despelote se puede entender como un videojuego de fútbol en primera persona protagonizado por un niño que patea todo lo que se encuentra, realmente al jugarlo nos ha sorprendido cómo esta aventura narrativa autobiográfica pasa por muchos más temas que la mera relación de un niño con el fútbol.
Despelote, el juego de fútbol que no va (solo) de fútbol
Despelote se enmarca en Ecuador, durante un momento clave para el país: cuando su selección nacional de fútbol estaba a punto de clasificarse por primera vez para el mundial de Corea-Japón. Este hecho obsesiona a todos los ecuatorianos, según refleja el videojuego, haciendo que el fútbol cobre una importancia capital, incluso para aquellas personas a las que probablemente no les interesaba. En plena crisis en el país americano, el éxito de la selección nacional parece dar esperanza, o al menos un entretenimiento, a su población.
Así, nosotros nos ponemos en la piel de Julián, un niño de ocho años que no por casualidad comparte nombre con el autor principal de este videojuego. En primera persona movemos a Julián por su colegio, por su casa, por su barrio y por un pequeño parque, siempre con la posibilidad de patear todo tipo de objetos desde balones de fútbol, evidentemente, hasta botellas que sustituyen a la pelota cuando algún adulto cabreado nos la quita porque le estamos molestando.

Una jugabilidad agradable y unos escenarios que da gusto explorar
En lo que respecta a la jugabilidad de despelote, tenemos que decir que nos ha parecido bastante satisfactoria la manera en la que se relaciona con la patada al balón. A veces el control de la pelota podría ser mejor, pero el juego nunca requiere ningún tipo de precisión más que para completar algún desafío extra. El pateo del balón es, como decíamos, bastante satisfactorio: tienes que calcular la fuerza tirando hacia atrás el joystick derecho y pulsando hacia delante tal y como si estuviera realmente pateando la pelota, dándole más o menos fuerza para pasársela a tus amigos o golpear algún objetivo; a veces también marcar un gol, aunque las menos, porque en este juego el fútbol es solo un hilo conductor de dos cosas: el contexto histórico y la trama personal del protagonista.
En Despelote no solo andamos pateando balones y objetos. También podemos interactuar con un montón de cosas y personas que nos vayamos encontrando en la exploración de este entorno tridimensional, salpicado por vecinos, animales, familiares y cosas con las que podemos relacionarnos de algún modo. También es capital la importancia de un botón únicamente dedicado a saludar con la mano derecha: pulsando el botón X en PS5 alzamos la mano y saludamos a quien quiera que sea que tengamos enfrente, puede ser un vendedor comida callejera, puede ser nuestra hermana pequeña, un perrito o nuestros amigos para que nos pasen la pelota.

Con este a priori minimalista esquema de botones, Despelote logra una interacción exageradamente buena con el entorno que le rodea, convirtiéndose en una aventura de exploración centrada en la narrativa. Da gusto recorrer los escenarios que con este estilo tan peculiar llamado '1-bit' que nos permite transitar unos recuerdos que no son propios, sino ajenos, con ese emborronamiento característico de los recuerdos que tenemos en nuestra niñez, dándole a todo no solo un aspecto muy bonito, sino también sirviendo a su cometido de hacernos revivir una infancia que no en la nuestra.
Salpicando estos entornos tridimensionales como decíamos, hay manchas blancas de contornos negros que resaltan para que entendamos en que punto podemos interactuar con ellas. Casi como destellos de la memoria que destacan nítidamente sobre el desenfocado escenario en el que están estas personas, animales y objetos que responden de manera natural a nuestras interacciones con ellos. Aquí juega un papel fundamental un aspecto que nos ha encantado: la interpretación de voz de los personajes es de una naturalidad impactante, reforzando la perspectiva costumbrista a la que los autores del juego miran a esta situación histórica ecuatoriana.
Tras haber terminado Despelote, que dura apenas un par de horas, sientes que Julián te ha dejado asomarte a los recuerdos de una parte de su infancia, adornándolos para que encajen en un videojuego especialmente agradable de recorrer y, de algún modo, muy gratificante de jugar. Jugar a Despelote es como leer un buen libro, de esos que dejan poso en ti tras leer la última página y cerrar la tapa; vuelves a la cama dándole vueltas a lo que has experimentado, creyendo además que el videojuego tiene hueco para todo tipo de historias. Es, en definitiva, un videojuego potente e inspirador, cálido y atrevido al tiempo que emotivo y reconfortante.

Conclusiones
Despelote es un videojuego muy potente que nos permite revivir los recuerdos de una infancia ajena. Lo consigue desde su apartado artístico, mezclando recuerdos abstractos representados a través de la estética 1-bit con destellos blancos con los que podemos interactuar. También con su ritmo, permitiéndonos viajar a través de fotografías interactivas que reflejan momentos salpicados de la niñez del protagonista. Todo esto lo hace además enmarcándose en un contexto histórico cercano, pero con mucho peso, mirado desde un costumbrismo y una cotidianidad que se ven reforzadas por una interpretación de voz impecablemente natural. Es un juego atrevido y original, con una honestidad autobiográfica que lamentablemente vemos poco en proyectos de mayor escala y con unas ideas artísticas a la vanguardia del videojuego.
Hemos realizado este análisis gracias a un código de PS5 proporcionando por Big in Latam.

NOTA
Puntos positivos
Puntos negativos
En resumen
Últimos análisis de PS5, PC y PS4




