Análisis As Dusk Falls para PS5 y PS4: El drama interactivo editado originalmente por Xbox llega a las consolas de Sony (PS5, PS4)

No todas las apuestas le salían bien ni fue un juego memorable, pero nos ha gustado recordar As Dusk Falls, un drama interactivo dirigido a cualquier público (incluso ajeno al videojuego), con un estilo artístico original, una historia ramificada capaz de mantener el interés y una aproximación diferente al multijugador en este género. Fue Xbox Game Studios Publishing quienes lo publicaron en 2022 para los dispositivos de Microsoft. Este 7 de marzo llega a PlayStation 5 y PS4 (además de a GOG y Epic Games Store) autoeditado por la desarrolladora, Interior Night, con pocos cambios respecto al material original.

Conocer el origen de ese estudio independiente permite hacerse una idea del tipo de videojuego ante el que nos encontramos (leer el análisis que publicamos hace dos años también, claro). El equipo londinense fue fundado por Caroline Marchal, diseñadora en Quantic Dream de Heavy Rain y Beyond: Dos almas. Entre sus filas hay otros desarrolladores procedentes de Sony, de firmas especializadas en obras de este tipo, y también del mundo del cine. Es decir, estamos ante una experiencia cinematográfica centrada en las decisiones y en los QTE que ramifican la historia.

Un drama criminal y familiar

Que te atraiga la premisa de esa historia, claro, es fundamental para disfrutar de As Dusk Falls. Dos familias muy diferentes ven cómo sus destinos se cruzan. Los Walker, prototipo de la familia estadounidense que habitualmente se representa en las obras culturales, están en plena mudanza desde California hasta Missouri cuando un accidente los deja varados en un motel de Arizona. Los hermanos Holt, procedentes de una familia desestructurada y pobre, acaban en ese mismo motel al huir de un robo que salió mal, y acaban tomando al padre de familia, su esposa, su hija, el abuelo enfermo y al perro, junto a los trabajadores del albergue, como rehenes para negociar con la policía.

La tensión de la situación no hace más que incrementarse a lo largo de las seis horas que dura una historia que nunca llega a sorprender y que constantemente tiene ciertos dejes de telefilme de sobremesa, pero que se sustenta por las emociones con las que es fácil conectar, por un ritmo adecuado, por cómo poco a poco logra que nos importen los personajes, y sobre todo, por las decisiones. Porque lo que diferencia el juego de Interior Night de otras propuestas similares es la gran cantidad de ramificaciones de la trama, que se separan en dos tipos: las más comunes pueden cambiar el desarrollo de una escena, pero las encrucijadas, menos numerosas, alteran considerablemente el capítulo, y esto tiene consecuencias en los siguientes y de cara a conseguir uno de los seis finales.

Igual que la historia trata temas comunes para tratar de conectar con todo el mundo, sus elementos jugables tienen la misma intención. Aquí no exploramos, ni nos movemos por escenarios tridimensionales, ni hay que controlar una cámara que tiene el potencial de echar para atrás a quienes nunca hayan cogido un mando. Principalmente tomamos decisiones contrarreloj y participamos en QTE muy sencillos (algunos de ellos tan costumbristas como empaquetar cajas) en las constantes secuencias cinematográficas, que se complementan con escenas en las que podemos interactuar con un puñado de elementos como si se tratara de una aventura gráfica tradicional.

La novedad en PlayStation: el control

La novedad principal de las versiones de PlayStation está en la manera de interactuar con el juego, es decir, en el control. Igual que en Xbox, aquí no hay QTE que te señalen un botón concreto del mando, un dispositivo que el público potencial puede no conocer, sino que se realizan con los movimientos de las palancas o pulsando cualquier botón, mientras que interactuamos con los elementos de las escenas antes señaladas utilizando un cursor. En el DualShock 4 de PS4 y en el DualSense de PS5 podemos realizar todas esas acciones del mismo modo, o bien con el panel táctil, un método de control más comprensible para alguien ajeno al medio, pues es como el trackpad de un portátil, pero un tanto menos preciso que el control tradicional.

Por otro lado, se ha añadido respuesta háptica en el mando de PlayStation 5, pero no destaca. Al igual que sucedía en Xbox Series, Xbox One y ordenador, ni siquiera es necesario utilizar un pad para jugar. Hay disponible una aplicación gratuita para móviles y tabletas que transforma esos dispositivos en, básicamente, un trackpad. Además de para quitar otra posible barrera de entrada, esto es útil para un modo multijugador diferente al habitual en el género: todos los jugadores realizan las mismas acciones, y el resultado de las decisiones o la ejecución de los QTE se elige por la más opción más escogida; también hay un sistema para imponer decisiones, algo que los jugadores pueden realizar solo varias veces por capítulo.

Hay aún más opciones de accesibilidad, de maneras de configurar el juego para que lo podamos jugar con quien queramos, como queramos. Desde ajustar el temporizador de las decisiones a eliminar los QTE que exigen realizar pulsaciones rápidas, además de los múltiples ajustes de subtítulos y del doblaje en distintos idiomas, incluído español de México y de España. Este último, como ya pasaba en el estreno, a veces presenta frases que se cortan antes de tiempo, pero nunca dejan fuera nada importante y ocurre en ocasiones muy contadas.

Ni extras ni correcciones

Que ese error siga ocurriendo es significativo de la adaptación a PlayStation en conjunto. Es casi exactamente el mismo juego, y habríamos agradecido alguna novedad en forma de extras: un Cómo se hizo, por ejemplo, o entrevistas con el equipo creativo sobre el guion o la curiosa estética utilizada. Esta seguirá siendo tan divisiva como hace dos años: se mezclan escenarios tridimensionales con personajes dibujados con mucho detalle y animados mediante rotoscopia tras su actuación real frente a las cámaras, con falta de fotogramas de por medio, lo que deja la sensación de estar viendo un cómic animado en lugar de un videojuego.

Hay poco que comentar en lo técnico ya que es un título sencillo en ese sentido: funciona perfectamente en PS5, aunque con la rapidez de la consola quizá podríamos esperar que las cargas entre capítulos no existieran, pero siguen presentes. Por último, comentar que la editora norteamericana Serenity Forge publicará en primavera una edición premium en formato físico (el título nunca llegó a lanzarse en caja) que incluye el disco para PS5, una réplica de un diario que aparece en el juego, y un póster que recrea el de las producciones cinematográficas.

Conclusión

As Dusk Falls sigue siendo el mismo título de hace dos años, sin ningún cambio destacable: un drama interactivo que cuenta una historia con los pies en el suelo y lo suficientemente interesante durante las seis horas que dura la partida, que se ramifica de múltiples maneras en base a nuestras decisiones y las de los otros hasta siete jugadores que nos pueden acompañar en el multijugador. La trama aborda temas tan comunes y accesibles, como la propia propuesta jugable, centrada en señalar con un cursor las opciones o pulsar cualquier botón repetidas veces, algo que se puede simplificar todavía más en las opciones.

La única novedad de estas versiones para PlayStation es la opción de interactuar en exclusiva con el panel táctil de los mandos, y la inclusión de la respuesta háptica en el DualSense, aunque es poco destacable. Siempre es de agradecer que un título llegue a nuevos públicos, pero no habría estado de más que se corrigieran algunos de sus errores técnicos o que se añadieran extras para hacerlo más atractivo y completo.

Hemos realizado este análisis gracias a un código para PS5 facilitado por ICO Partners.