Análisis de Teslagrad (PS4, PSVITA, Switch, Xbox One, Android, iPhone, PS3)
Ha pasado ya más de un año y medio desde la primera vez que probamos Teslagrad, y todas las buenas sensaciones que nos transmitió en aquel momento siguen estando latente en todas y cada una de sus versiones. Tras su paso por ordenadores compatibles y Wii U, ahora llega a consolas PlayStation de sobremesa –PS3 y PS4–, y pronto lo hará a la consola portátil de esta familia, PlayStation Vita.
Esta versión de Teslagrad llega sin novedades, pero si no conocéis este título, es sin duda una nueva ocasión perfecta para hacerlo, ya que se trata de un título que sabe apelar a la nostalgia a la vez que introduce mecánicas actuales, con un muy buen ritmo y unas ideas muy interesantes.
TESLAgrad
Teslagrad es, en esencia, un juego de plataformas y puzles en el que tendremos recorrer escenarios bastante metroidvaniescos para conseguir resolver un misterio que hace peligrar nuestra vida.
Tras escapar de nuestra casa, llegamos a un castillo donde diferentes peligros y criaturas hostiles nos obligarán a encontrar una salida que nos obligará a conseguir nuevas herramientas si queremos progresar.
Tal y como se puede deducir por su título, en referencia a Nikola Tesla –promotor de nacimiento de la energía que acabaría convirtiéndose en comercial, y que, dicho sea de paso, también estará en The Order: 1886–, en este título se introduce un elemento diferenciador para los puzles y las plataformas, que no es otro que la electromagnética. Pero ahora entraremos en detalles.
¡Cuéntame algo!
Aunque parezca mentira, Teslagrad es un juego que no necesita "contarnos" nada. Tiene un diseño de niveles genial, y utiliza esto para integrar en ellos la narrativa y los tutoriales. Al principio, como decimos, nos veremos huyendo de nuestra casa por algo que no sabemos, en una secuencia muy bien llevada en la que, bajo la lluvia, aprendemos lo básico para desplazarnos por los escenarios.
No tardaremos en descubrir unos guantes un tanto extraños, que nos darán la habilidad de usar puñetazos "eléctricos", lo que a su vez nos servirá para cambiar la polaridad de ciertos elementos. Esto nos permite que diferentes elementos reaccionen entre sí, elevando una plataforma o abriendo una puerta, por ejemplo. A su vez, la figura de Tesla de invoca con las corrientes magnéticas, flores magnéticas que nos impregnan de una u otra polaridad, enemigos y distintos elementos que serán imprescindibles para solventar los muchos obstáculos que se irán presentando en nuestro camino.
De nuevo, todo está muy bien presentado, y sin una línea de texto siquiera podemos entender cómo funciona todo. Incluso cuando descubramos nuevos objetos que modifican la jugabilidad –como unas botas para teletransportarnos una pequeña distancia, o dos capas electromagnéticas–, comprenderemos su uso en cuestión de segundos.
Lo mismo sucede con la narrativa, ya que la historia de Teslagrad integrada en secuencias que destaparemos en algunas instancias del castillo, y que se remontan a una época que tuvo lugar cientos de años atrás. La verdad es que esto nos recuerda a los clásicos de los 8 y 16 bits, y no deja de ser loable verlo en un juego actual en una época en la que los desarrolladores apenas se atreven a soltarnos de la mano.
Difícil en su justa medida
El mismo diseño de niveles que hace que los tutoriales sean prescindibles se aplica a la curva de dificultad. Un inicio accesible da lugar a momentos cada vez más rebuscados, pero todo siempre dentro de la lógica y sin recurrir a puzles incomprensibles. Además, gracias a los potenciadores mencionamos tenemos una gran sensación de progreso, los cuales, dicho sea de paso, nos abren la puerta a conseguir una serie de coleccionables refugiados en los lugares más inaccesibles. Además de la exploración tendremos batallas contra jefes finales, también muy inspiradas en aquellas rutinas de los clásicos de las plataformas.
Aspectos audiovisuales
Teslagrad es un juego que entra por los ojos, y creemos que lo hará simplemente con las pantallas que acompañan a este texto. Se basa en un estilo de dibujo animado, con protagonistas y fondos recreados a mano con pequeños y puntuales toques en tres dimensiones, con una estética que nos recuerda muchas veces, como ya dijimos en nuestras impresiones, al injustamente olvidado A Boy and his Blob en su versión para Wii.
En general, tanto los personajes como los fondos son muy acertados, y los fondos llegan a veces a robarnos nuestra atención con algunos diseños geniales. También nos parece dignas de destacar las animaciones, muy cuidadas y con muchos pequeños detalles como las caras de nuestro protagonista al hacer un esfuerzo por escalar o dar un puñetazo. Creemos que esto transmite el cariño que se ha puesto en la creación de Teslagrad, y obviamente, es algo que siempre habla bien de un juego.
Todo esto se adereza con melodías muy correctas, que pueden incluso llegar a sobresalir en algunos momentos, y con efectos de sonido igualmente acertados. Quizás es sonoro es el aspecto que menos destaca, pero no quita que raye a un buen nivel y cumpla su cometido perfectamente.
Plataformas, puzles y mucho encanto
Creemos que, a poco que os gusten los juegos de plataformas y puzles, hay que darle una buena oportunidad a Teslagrad. Es un juego bien hecho, inteligente y divertido, que sabe capturar al usuarios desde el primer momento y poner a prueba de una manera muy honesta su inteligencia y habilidad al mando. Todo ello, envuelto en una estética muy cuidada y con un muy buen diseño tanto de niveles como de progresión.
Teslagrad lleva ya algún tiempo disponible en ordenadores compatibles y Wii U, pero si por la razón que sea no has podido probarlo todavía y cuentas con una PlayStation 3, PlayStation 4 o, próximamente, una PlayStation Vita, creemos que deberíais, al menos, probarlo.