Análisis de Tennis World Tour (PS4, PC, Switch, Xbox One)
Como si se tratase de una gran final, los dos grandes competidores de la gran batalla por ser el mejor simulador de tenis por fin se van a ver las caras. Tras el lanzamiento de AO International Tennis (que ha mejorado muchísimo desde que lo analizamos), nos llega Tennis World Tour, un título con muy buena base y buenas ideas. Y unos cuantos problemas.
Las diferencias se deciden en la pista
Tennis World Tour es un simulador desarrollado por Breakpoint Studios, equipo que incluye algunos veteranos de la saga Top Spin. Esto es un indicativo de por dónde va a ir su jugabilidad, más pausada y centrada en dosificar nuestras energías.
Una barra bajo nuestro personaje nos indica la resistencia que nos queda, mientras que un círculo sirve para saber la fuerza que le estamos imprimiendo al golpe. Cuanta más fuerza, más rápida irá la bola y más difícil será para el rival alcanzarla, pero más energía gastaremos.
Así, una gran parte de la jugabilidad reside en mover a nuestro rival por la pista para encontrar el hueco perfecto y, entonces, atacar. Si gastamos toda nuestra energía en dar pelotazos desde el primer momento, al final del primer set estaremos agotados. Lo mismo con los sprints. A veces es mejor dejar pasar una pelota a la que sabemos que no vamos a llegar que gastar nuestra energía intentando alcanzarla en vano.
Su jugabilidad es un poco más estratégica y no se basa tanto en la precisión de nuestros golpes como en lo que hacemos con ellos para alejarlos del alcance del rival. Esto hace también que sea más fácil pelotear y acabar intercambiando decenas de golpes en los puntos más disputados, propiciando ese desgaste físico que mencionábamos.
En general, nos ha gustado mucho la jugabilidad. Nos parece bastante sólida y funciona bastante bien. Hace que los partidos sean emocionantes, y la idea de dosificar nuestras fuerzas sólo consigue darle más emoción. Además, hay diferentes tipos de jugadores: algunos que prefieren la línea de fondo, otros que prefieren la red y otros que se mueven por toda la pista, obligándonos a adaptar nuestro juego a su estilo.
Eso sí, su jugabilidad vuelve a tropezar con algunos problemas un tanto básicos, como la respuesta de los jugadores y la inteligencia artificial. Hemos contado muchas situaciones en las que los tenistas han decidido que lo mejor sería ignorar esa pelota que les ha pasado a escasos centímetros de la raqueta y cuyo correspondiente golpe ya teníamos cargado. Algo frustrante e imperdonable en, por ejemplo, una bola de partido.
La inteligencia artificial, en general, cumple con su trabajo, pero hay veces que reaccionan de manera incomprensible. Hemos notado esto en concreto con las dejadas. Aunque tengan tiempo de sobra para llegar y devolver el golpe, a veces se rinden a la mínima. No se nos puede olvidar tampoco cómo con cierta frecuencia los jugadores devuelven pelotas a las que no llegan. La bola quizás está a 10 centímeteros de la raqueta, pero sale hacia el campo del rival como si hubiésemos conectado con todo el centro de la raqueta.
Lo último es el sistema de cartas que seguramente ya habréis visto. Éstas son una especie de potenciadores que se activan bajo unas circunstancias determinadas. Por ejemplo, ser el último punto de un set, o que nuestra energía baje de un porcentaje determinado. A nosotros nos han parecido una adición interesante, que nos ayuda a reflejar nuestro estilo de juego en la pista.
Llegar a ser el mejor, el mejor que habrá jamás
Tennis World Tour nos ofrece la posibilidad de jugar un partido de exhibición, un torneo libre, partidos online (que se añadirán con un parche, igual que los partidos a dobles) y, lo que es el plato fuerte, el modo carrera. En él podemos crear a nuestro personaje, al menos en lo que a datos y estilo de juego se refiere. No hay creador de avatar, sino una serie de jugadores predefinidos a los que podemos cambiar el nombre, ropa y estilo de juego. El mayor problema de esto es que a lo largo del modo carrera nos enfrentamos a muchos jugadores ficticios, y muchos de ellos llevan nuestro mismo personaje, y jugar contra nosotros mismos queda un tanto raro. Era algo tan sencillo como haberlo sacado de la rotación al elegirlo el usuario.
En cualquier caso, el modo carrera nos ha gustado mucho. Nos ofrece una serie de actividades para hacer cada mes virtual, que van desde entrenar (lo que nos dará una mejora temporal en nuestras estadísticas) a negociar con patrocinadores (para conseguir nuevo equipamiento) pasando por, obviamente, jugar exhibiciones o torneos. Estas actividades nos cansarán, por lo que también tendremos que descansar de vez en cuando.
Los entrenamientos, el equipo y las inscripciones para los torneos cuestan dinero, por lo que tenemos que ganar partidos. Los torneos, además, nos servirán para subir en la clasificación mundial. También tenemos que subir de nivel, no sólo para ganar puntos que invertir en mejorar nuestras estadísticas, sino para desbloquear las mencionadas cartas que modifican nuestro juego, entrenadores y mánagers.
Las cartas, los entrenadores y los mánagers nos ofrecen diferentes maneras de modificar la manera en la que jugamos, ya sea modificando nuestras estadísticas, alterándolas durante un partido, o haciéndonos ganar más experiencia o dinero. Esto le da una profundidad razonable y consigue hacer de este modo una experiencia amena y completa.
La cara del espectáculo
Tennis World Tour se ve bien, aunque se nota que el presupuesto no ha sido el más alto. Los parecidos están conseguidos (algunos más, otros menos) y las animaciones no son malas, aunque sí escasas y muy similares entre todos los tenistas. Sobre todo, la conexión entre animaciones es donde más falla. En PS4 luce muy bien a 60 imágenes por segundo y, tanto en Xbox One X como en PS4 Pro, funciona además a 4K.
Las físicas son un tanto flojas. Al problema que comentábamos de devolver pelotas a las que no llegamos, vemos cómo todas las superficies se comportan prácticamente igual. Tanto la pelota como los jugadores se mueven igual en hierba que en tierra batida, algo que hay que tener muy en cuenta en un simulador.
En lo sonoro sí que es muy mejorable. Tenemos un comentarista que, en inglés (aunque los textos están en castellano), suelta frases de vez en cuando que se repiten una y otra vez y que no aportan nada. El público reacciona visualmente, aplaudiendo los golpes, pero no se escucha nada, por lo que los partidos transcurren en silencio, sólo con los raquetazos y el comentarista como banda sonora.
Un rival para una batalla sin ganadores
Tennis World Tour es un juego de tenis correcto, con sus puntos fuertes y sus puntos débiles, pero que en general resulta divertido y con una jugabilidad competente. Es una pena que nos encontremos con aspectos que oscurecen la experiencia, como la detección de impactos y las animaciones. La falta de modo online y modo para dobles, que llegará más adelante, es un claro indicativo de que es un juego sin terminar, así que suponemos que todo irá mejorando; el núcleo es bastante sólido y sólo queda seguir trabajando en él.
En lo positivo, el modo carrera también nos ha gustado mucho y ofrece la complejidad justa para absorbernos sin distraernos de lo que de verdad importa: jugar al tenis. Si echas de menos Top Spin, aquí no vas a encontrar —todavía— el siguiente paso de la saga, pero sí una disfrutable toma de contacto con ella, que si sigue mejorando puede sentar las bases de un gran retorno.
Hemos analizado este juego en PS4 Pro con una copia promocional facilitada por Big Ben Interactive.