Análisis de Steins;Gate 0 (PS4, PS3, PC, Switch, PSVITA)
Advertencia: Este análisis está libre de spoilers de Steins;Gate 0, pero haremos referencias a un par de hechos clave de la primera entrega para poder explicar adecuadamente lo que ofrece esta secuela, por lo que daremos por hecho que ya la habéis jugado, al igual que hace el propio juego. Si todavía no habéis podido disfrutarla o no habéis visto el anime, os recomendamos que no sigáis leyendo.
Aunque tarde, el año pasado tuvimos por fin la ocasión de disfrutar de Steins;Gate, uno de esos juegos que quizás no sean demasiado conocidos entre el gran público por pertenecer a un género tan minoritario como es el de las novelas visuales, pero que supo conquistarnos de principio a fin y convertirse en un auténtico título de culto por su peculiar y original historia, con un guion de ciencia ficción genialmente escrito y unos personajes tan extravagantes como inolvidables.
Ahora, y justo cuando se cumple un año desde que se produjera su estreno original en Japón, nos llega Steins;Gate 0, una "secuela" con la que se cierra el círculo y se terminan de atar los pocos cabos sueltos que podían quedar en su predecesor, algo que se ha aprovechado para expandir un poco más este universo y hacernos disfrutar de una apasionante novela de ciencia ficción.
Amadeus
Lo primero que conviene aclarar es que estamos ante una continuación que no toma como punto de partida el auténtico final de la primera parte. En vez de eso, el argumento nos sitúa un poco antes de aquel, en una línea temporal en la que Rintaro, el protagonista de la saga, ha perdido la esperanza de poder salvar a la joven y brillante científica Kurisu Makise tras múltiples intentos de modificar la historia para evitar su muerte, condenando así a la humanidad a una inevitable Tercera Guerra Mundial.
De esta forma, el juego comienza unos pocos meses después del último intento, presentándonos a un Okarin irreconociblemente maduro, triste y atormentado por la culpa que solo intenta pasar página de una vez por todas para concentrarse en entrar en una prestigiosa universidad y vivir una vida normal, aunque claro, las cosas no tardarán en complicarse, dando pie a una nueva trama de ciencia ficción muy bien llevada y repleta de sorprendentes (aunque en ocasiones predecibles) giros.
Os recordamos que estamos ante una novela visual, por lo que la historia y la narrativa vuelven a ser lo más importante, motivo por el que no vamos a contaros mucho más de lo que ocurre a partir de este punto para no arruinaros sorpresas. Esto también significa que aquí no existe una jugablilidad como tal, ya que lo único que haremos será leer una ingente cantidad de líneas de textos, aunque en ciertos momentos de la aventura podremos alterar por completo el rumbo de los acontecimientos dependiendo de si respondemos o no a las llamadas que recibiremos en nuestro móvil, ramificando de este modo la historia en diferentes rutas y posibles finales.
Lo bueno es que esta mecánica está muy bien integrada y se siente como algo realmente natural y muy coherente, especialmente porque nunca sabremos (aunque se puede intuir) cuáles son las llamadas capaces de provocar un efecto mariposa y cuáles no, consiguiendo que siempre nos mantengamos alerta y valoremos cuidadosamente nuestras elecciones, aportando un leve pero muy bien recibido toque de tensión que consigue implicarnos más de lo que podría parecer.
Eso sí, estas llamadas (aunque a veces se comunicarán con nosotros mediante una aplicación de chat) son bastante escasas y podemos pasarnos horas leyendo sin que recibamos ninguna, por lo que todo esto queda relegado a momentos muy puntuales. Y no, no busquéis más, porque esta es toda la "jugabilidad" que vais a encontrar en Steins;Gate 0, ya que no se han introducido novedades en este sentido.
Por supuesto, el juego vuelve a incluir todo tipo de opciones de configuración para facilitar nuestra lectura, permitiéndonos modificar la velocidad a la que se muestran los textos y avanzan en el modo automático, consultar las frases previas, las cosas que pueden ser saltadas, el volumen de las voces, etcétera.
Del mismo modo, también regresa el útil y didáctico diccionario de términos para que no nos perdamos entre expresiones científicas y sus innumerables referencias a la cultura japonesa actual, algo que resulta mucho más práctico de lo que podría parecer, ya que las descripciones suelen incluir montones de curiosidades de lo más llamativas. Evidentemente, tampoco falta a la cita la galería de extras, donde podremos volver a contemplar con calma las fantásticas ilustraciones del juego.
En lo que respecta a la historia, decir que esta vez no se centra tanto en los viajes temporales (que también) como en la creación de un nuevo tipo de Inteligencia Artificial creada a través de los recuerdos y la personalidad de Kurisu, algo que permite tocar nuevos e interesantes temas que no se habían explorado en la primera entrega, planteando algunos dilemas morales que saben cómo invitarnos a la reflexión. A pesar de ello, al final se profundiza en ello algo menos de lo que podría parecer por las primeras horas de juego, dejándonos con la sensación de que se podría haber explotado un poco más.
Esto se debe a que el guion prefiere centrarse en los grandes complots y en el desarrollo de los personajes, ofreciéndonos una trama un poco menos especial que la de su predecesor. Por ejemplo, no hay detalles tan extravagantes y originales como un microondas convertido en máquina del tiempo y todo lo relacionado con el barrio de Akihabara pasa a un segundísimo plano.
Parte de la culpa de ello también la tienen los propios personajes, muchos de los cuales no han conseguido recuperarse todavía del trauma de los sucesos del primer juego y han perdido gran parte de su chispa, cayendo de forma constante en los lamentos, la desesperación y las indecisiones. Ojo, esto es algo completamente normal y coherente dadas las circunstancias y las vivencias que tienen lugar en esta entrega, pero quizás se podría haber llevado de una mejor manera y sin la necesidad de regodearse tanto en ello a la mínima oportunidad, como bien demuestra la fantástica recta final de la ruta verdadera del juego, momento en el que la mayoría de ellos, especialmente Rintaro, (probablemente el personaje más cambiado de todos) empiezan a espabilar.
Curiosamente, nuestro personaje favorito ha vuelto a ser Kurisu, quien a pesar de no estar viva en esta secuela sigue siendo de vital importancia, por lo que descubriremos muchos detalles nuevos sobre ella, dándonos una nueva perspectiva de lo que era su vida y personalidad antes de los fatídicos sucesos del título original.
No en vano, las conversaciones que tendremos con su réplica digital (la nueva IA creada a través de sus recuerdos) y las escenas en las que hace acto de presencia nos han parecido las más interesantes y llamativas de toda la aventura, consiguiendo jugar con nuestras mentes igual que con la de Rintaro para hacernos sentir como que estamos tratando con la auténtica Kurisu en vez de con un simple programa que actúa tal y como lo haría ella.
Gráficamente no hay mucho que comentar, ya que todo el título es una sucesión de imágenes e ilustraciones estáticas de personajes con recuadros de textos (la única animación que veremos será la de cómo abren y cierran la boca para hablar), aunque todas ellas cuentan con un gran acabado y un diseño artístico heredado de la primera entrega que le sienta genial. Además, la presentación es bastante buena y muy elegante.
Finalmente, la banda sonora cuenta con temas de calidad y que ambientan perfectamente cada una de las escenas, captando muy bien el tono de cada una de las situaciones y conversaciones que leeremos (mucho ojo a su tema principal, Amadeus). Los efectos no son especialmente variados y resultan más bien discretos, aunque el doblaje japonés es simplemente perfecto, con unas interpretaciones y una selección de voces ideal. La mala noticia la volvemos a tener en el idioma en el que nos llegan los textos: únicamente en inglés, lo que supondrá una alta barrera de entrada para todo aquel interesado en él y que no termine de dominar la lengua de Shakespeare.
Conclusiones
Puede que Steins;Gate 0 no llegue a los niveles de su predecesor y dudamos que se le pueda aplicar la etiqueta de "juego de culto", pero eso no quita que estemos ante una buena secuela en la que podremos disfrutar de una entretenidísima historia de ciencia ficción repleta de intriga y misterios por resolver.
Además, sabe cerrar con maestría el último cabo suelto que quedaba de uno de los títulos más atípicos y únicos jamás realizados, regalándonos un fantástico epílogo para las aventuras de Rintaro que ningún fan de la saga se querrá perder. Si os gustó Steins;Gate y os quedasteis con ganas de más, 0 es una apuesta segura que no deberíais dejar escapar.
Hemos realizado este análisis con un código de descarga para PlayStation 4 que nos ha proporcionado BadLand Games.