Análisis de Starblood Arena (PS4)
Todos teníamos ese miedo de que la realidad virtual fuese a convertirse en las nuevas 3D, y tenemos que decir que por ahora –a saber lo que pasa en un futuro– están recibiendo bastante apoyo, y en el caso de PlayStation VR, cuenta con una notable colección de títulos disponibles. Muchos de ellos son "experiencias", mientras que otros, como el que hoy nos ocupa, es un juego propiamente dicho.
Acción intergaláctica
Starblood Arena es un título de acción en primera persona de temática futurista y espacial, centrado en el juego competitivo, pero también con opciones cooperativas. Si algo llama la atención desde el primer momento es que ofrece una propuesta muy accesible, pero cualquiera que tenga un mínimo de experiencia en esto puede ver que hay más complejidad de la que parece en un primer momento.
Lo segundo que sorprende es la libertad y cómo los combates se desarrollan en 360 grados. Si algo aprendimos con Resident Evil 7 es que apuntar simplemente mirando es una maravilla, y Starblood Arena evoluciona este concepto gracias a su género. Tanto los disparos como los enemigos pueden venir desde cualquier ángulo, pero los controles responden bastante bien y, por supuesto, poder apuntar y mirar a nuestro alrededor con tanta naturalidad es un punto a su favor.
Tenemos varios modos de juego a nuestra disposición, que podremos jugar tanto online como offline, en este caso, con bots. Masacre es el típico todos contra todos, y no falta su variante Masacre por equipos, que ofrece lo propio por equipos. Ambos son bastante dinámicos, y cuentan con modificadores que, en medio de la batalla, introducen algún componente (que puede ser ofensivo o defensivo) que puede cambiar el curso del combate.
Aparte, tenemos el modo Fútbol, una especie de modo deportivo en el que tenemos que intentar llevar una pelota a la portería rival. Lanzarla nos dará un punto, pero meternos en la portería con ella nos dará tres. Es una idea sencilla y efectiva, porque nos anima a intentar luchar y no simplemente lanzar la pelota y probar suerte. Por último está el modo cooperativo ¡Invasores!, que nos enfrenta a hordas de enemigos cada vez más difíciles. Sin ser un apogeo de originalidad, lo cierto es que nos ha resultado bastante divertido, aunque como en casi todo lo cooperativo, es mucho mejor con amigos.
Combatiendo en 360 grados
Ya decíamos antes que nos ha parecido bastante divertido su planteamiento jugable, y es que una vez que le pillamos el truco, las batallas en 360 grados son bastante emocionantes. No sólo porque nos pueden y podemos atacar desde cualquier parte, sino también porque tenemos que aprender a movernos por el escenario de diferentes maneras. Obviamente, podemos movernos en los tres ejes, pero también rotar sobre ellos, algo que le da algo más de profundidad a la navegación de los escenarios.
No queremos profundizar demasiado en esto porque creemos que va a crear confusión y a hacer más bien que mal, pero creednos, es bastante asequible y se le pilla el truco rápido. Eso sí, aunque nada más empezar tenemos la posibilidad de realizar un tutorial que nos explica lo básico, aprender a jugar y a dominar cada personaje es algo que requiere tiempo. Cada uno de los héroes tiene armas y estilos de juego diferentes (muy bien diferenciados, como podéis ver en el vídeo bajo este párrafo), además de una útil barra de dificultad que nos indica cuán accesible es ese personaje.
Los escenarios, sin ser una gran maravilla, son variados y cumplen, y cuanto más jugamos más maneras de aprovecharlos encontramos. Aprenderemos los mejores lugares para dejar trampas, los puntos clave que pueden ayudarnos a deshacernos de un misil de seguimiento o los atajos que nos permiten dejar a un perseguidor atrás.
El mayor punto a tener en cuenta de la jugabilidad es que quizás a veces se antoja demasiado frenética. Cuando se encuentran varios jugadores a la vez da pie a momentos muy intensos, en los que tendremos que mover la cabeza y nuestra nave rápidamente, algo que puede llegar a marear. Nosotros, quizás porque ya estamos muy acostumbrados al casco, no hemos tenido demasiados problemas, pero sí que hemos sentido algo de malestar tras sesiones largas.
Gráficamente, Starblood Arena es muy resultón, con una interfaz muy limpia y clara, donde sorprende el detalle de los personajes y sus naves en el menú. Las batallas son más sencillas, pero teniendo en cuenta lo caóticas que pueden llegar a ser, entendemos que se haya apostado por algo que sea más visualmente comprensible para el jugador que por cosas demasiado complejas.
Mencionar también que nos llega perfectamente doblado al castellano, aunque es verdad que los diálogos no son tampoco imprescindibles. En cualquier caso, se agradece. También cuenta con una banda sonora que a veces se hace un tanto extraña. Es una especie de diferentes tipos de rock que, aunque no está mal, parece que no termina de pegarle al juego. Lo sonoro, la verdad, es que no es un apartado malo, pero tampoco a destacar.
Los peros
Starblood Arena tiene, para nuestra opinión, dos problemas claves, que por suerte tienen solución. El primero de ellos es que anda algo escaso de contenido. Tenemos 12 mapas, nueve personajes y cuatro modos, y sobre todo esto último se nota demasiado, particularmente si tenemos en cuenta que de esos cuatro modos, dos son Masacre y Masacre por equipos. Obviamente, nada que nuevas actualizaciones no puedan solucionar.
El otro gran problema es que si quieres jugar online, parece que la cosa no va a estar fácil. Nosotros hemos estado probando a buscar partida incluso ya con el juego en la calle, y o no nos ha encontrado ninguna, o ha tardado muchísimo. Además, mientras esperamos los comentaristas nos ponen de los nervios con frases impacientes. Creednos, nosotros más que nosotros queremos encontrar partida ya. Al menos podemos jugar a todo en solitario, y con una inteligencia artificial bastante competente y un sistema de recompensas interesante (basado en la personalización), el modo para un jugador no es precisamente aburrido.
Acción en 360 grados para PS VR
Starblood Arena es un juego muy divertido que funciona muy bien con la realidad virtual. Al principio puede abrumar un poco, pero tiene una curva de aprendizaje bien medida y los diferentes personajes le dan bastante profundidad. Creemos que se queda escaso de contenido, sobre todo en mapas de juego, y nosotros hemos tenido bastantes problemas para jugar online, aunque esperamos que esto se solucione con el tiempo, y tiene las mismas opciones offline por si sois más de jugar en solitario. Si no sueles marearte con la realidad virtual y quieres un juego de disparos frenético, se merece una oportunidad.
Hemos realizado este análisis con un código de descarga que nos ha proporcionado Sony.