Análisis de Sega Mega Drive Classics (PS4, Switch, Xbox One)
Que lo retro está más de moda es un hecho, y por si los modelos de NES y SNES Mini no fueran suficientes, hace no mucho Sega confirmó su propia reproducción en miniatura de la consola de 16 bits Mega Drive. Todavía desconocemos su catálogo de juegos preinstalados y no cabe duda de que su mayor atractivo es tener la propia consola física, pero para aquellos cuyo principal interés está en jugar de nuevo a los clásicos de la época, Sega Mega Drive Classics.
Se trata, evidentemente, de un recopilatorio de clásicos para Xbox One y PlayStation 4 que viene a suplir la carencia de muchos de estos juegos en la distribución digital de estas consolas. La gran mayoría están disponibles en consolas de Nintendo, PC e incluso móviles mediante la campaña Sega Forever –gratuitos con publicidad, o también de pago-, pero es cierto que en estas dos consolas no podías jugar a títulos tan rejugables como Sonic, Streets of Rage o los Wonder Boy. Este es el auténtico interés de la colección.
De todo un poco
En total tenemos 53 clásicos de Mega Drive. Son únicamente juegos de Sega o producidos por ellos –caso de algunos títulos de Treasure-, así que no representa todo el catálogo de la consola pero sí recoge bastantes de los exclusivos o adaptaciones arcade que Mega Drive ofrecía como respuesta a Super Nintendo.
La lista es la siguiente:
- Alex Kidd in the Enchanted Castle
- Alien Soldier
- Alien Storm
- Altered Beast
- Beyond Oasis
- Bio-Hazard Battle
- Bonanza Bros.
- Columns
- Columns III: Revenge of Columns
- Comix Zone
- Crack Down
- Decap Attack
- Dr. Robotnik’s Mean Bean Machine
- Dynamite Headdy
- ESWAT: City Under Siege
- Fatal Labyrinth
- Flicky
- Gain Ground
- Galaxy Force II
- Golden Axe
- Golden Axe II
- Golden Axe III
- Gunstar Heroes
- Kid Chameleon
- Landstalker
- Light Crusader
- Phantasy Star II
- Phantasy Star III: Generations of Doom
- Phantasy Star IV: The End of the Millenium
- Ristar
- Shadow Dancer: The Secret of Shinobi
- Shining Force
- Shining Force II
- Shining in the Darkness
- Shinobi III: Return of the Ninja Master
- Sonic 3D Blast
- Sonic Spinball
- Sonic the Hedgehog
- Sonic the Hedgehog 2
- Space Harrier II
- Streets of Rage
- Streets of Rage 2
- Streets of Rage 3
- Super Thunder Blade
- Sword of Vermilion
- The Revenge of Shinobi
- ToeJam & Earl in Panic on Funkotron
- ToeJam& Earl
- Vectorman
- VectorMan 2
- Virtua Fighter 2
- Wonder Boy III: Monster Lair
- Wonder Boy in Monster World
La cifra de cartuchos incluidos es grande, o al menos bastante superior a otras colecciones del estilo, y la buena noticia es que tenemos para todos los gustos. Hay plataformas, shooters, representantes de los beat'em up, puzles, rol y aventuras, y en varias sagas se recopilan las secuelas, lo que permite ver la evolución de estos juegos –aunque sea a costa de reducir diversidad en el recopilatorio-.
Algo más debatible es, por un lado, la elección de los juegos, y por otro que su calidad es muy variable. Tenemos auténticas joyas que ningún jugador debería perderse, y que de hecho dudamos que quede alguien sin probarlas. Nos referimos por ejemplo a Sonic y Sonic 2, por los que no pasa el tiempo y son tan divertidos como siempre, y que pueden complementar muy bien al reciente lanzamiento de Sonic Mania.
Luego hay otros juegos excelentes como Dynamite Headdy, Alien Soldier, Sonic 3D, ToeJam & Earl, Ristar, los Wonder Boy, Kid Chameleon, los Phantasy Star, Columns, Light Crusader, Beyond Oasis –The Story of Thor-, la trilogía Street of Rage, la de Golden Axe, Comix Zone, Vectorman y su secuela, Dr. Robotnik’s Mean Bean Machine… Pero no podemos ocultar que también hay otros juegos "haciendo bulto" cuya calidad es más discutible, porque nunca fueron notables o simplemente por envejecer mal. Podemos aceptar Sonic Spinball por ser esa rareza y primer traspié del personaje, pero Super Thunder Blade, Virtua Fighter 2 o Space Harrier II son juegos que sobreviven más por su nostalgia que por la calidad.
Varios de los juegos incluyen la opción de jugar a versiones de otras regiones. Esto es útil en The Story of Thor, que está traducido -no así Light Crusader- o en ciertos cartuchos que sufrieron modificaciones y/o censura. Hay casos donde esto puede ser relevante, como el de Dynamite Heady, que en Japón presentaba jefes diferentes -al menos en aspecto-.
Por supuesto, también hay ausencias muy sonadas entre las que destacan Sonic 3 y su medio expansión Sonic & Knuckles. Una auténtica lástima porque estos juegos valen su peso en oro y complementarían a los Sonic que sí se han incluido, con la opción, por ejemplo, de jugar a Sonic 2 con Knuckles. Tampoco es muy comprensible que Sega escoja la floja adaptación 2D de Virtua Fighter 2 –una mera consolación mientras la saga poligonal llegaba a 32X y Saturn- y no otro juego de lucha más profundo, sin que fuese una maravilla, como Eternal Champions. Ecco the Dolphin es otro juego habitual de los recopilatorios y, aunque no es un juego para todos los paladares, también resulta extraña su desaparición.
En definitiva, un recopilatorio similar a los de 128 bits pero con más títulos -y algunos con opción online-, y como principales novedades tenemos a los Shinobi, los Wonder Boy, Light Crusader, Landstalker, Gunstar Heroes, los dos ToeJam o Sword of Vermilion. En definitiva, quizás no demasiados incentivos para usuarios de pasadas colecciones o que jueguen habitualmente a Sega Forever, pero con decenas de horas para aquellos que tengan muchos clásicos por descubrir.
Opciones y emulación
La interfaz del juego es un dormitorio virtual con la estantería de juegos, la televisión CRT, la consola y el acceso a los desafíos o el multijugador online. Como curiosidad, la iluminación de esta habitación se ajusta a la hora real de nuestra consola.
En cuanto a las opciones de la emulación no encontramos nada especialmente sorprendente, pero sí hay los ajustes típicos que nos permiten trastear con la imagen. Si no te gusta el aspecto original –los pixels puros, que es lo que recomendamos- dispone de escalado o filtros que suavizan los sprites con ese característico efecto de "acuarela": bilineal, EPX, HQ4X y XBR. En algún juego puede interesar más uno que otro, pero no hay nada negativo en la calidad original.
También podemos activar las líneas horizontales típicas de los viejos televisores y una distorsión en diferentes grados, el abombado que curva la imagen. Como la proporción de los juegos nos deja laterales vacíos, es posible utilizar alguno de los marcos disponibles, dejarlo en negro o jugar con la televisión tridimensional. Menos recomendable es ajustar el ancho a formato panorámico –distorsión que achata la pantalla-, y tenemos opción para desactivar las limitaciones de sprites de Mega Drive –se advierte que puede causar otros problemas gráficos-.
De estos ajustes el más interesante es el modo espejo, que refleja la imagen de los juegos. Es útil para hacer frescos aquellos juegos que conoces de memoria; no es que haga Sonic 2 completamente nuevo pero te será más difícil orientarte con este punto de vista. Por supuesto, tenemos la ventaja del guardado de la partida en cualquier momento, y de acelerar las secuencias o diálogos.
Aunque carece de las típicas galerías de arte o información que encontramos en recopilatorios de Capcom, hay dos opciones a destacar. La primera es el modo desafío, que nos proponen un reto específico con cada juego. En Golden Axe II hay que derrotar al segundo jefe como Ax Battler sin usar magia ni continuar, en Shining Force debemos llegar a Alterone sin que muera más de un miembro de equipo en combate, en Shadow Dancer hay que completar la fase 1-2 con el perro siendo un cachorro, en Sonic superar el acto 2 de Green Hill en modo espejo en menos de un minuto…
A esto se suma también el habitual sistema de trofeos/logros, unos asociados a las acciones en el recopilatorio -jugar una cantidad de cartuchos- o a número de victorias, anillos recogidos, alcanzar un punto en la historia o jefe, etc. según el caso. Es básicamente lo mismo que los desafíos y amplía todavía más la rejugabilidad de la colección. Si crees que dominas estos clásicos, es un incentivo más para picarse y mejorar tu habilidad.
En opciones online tenemos marcadores, que en algunos juegos utilizan la puntuación como baremo, en otros el tiempo o el número de bajas. Más interesante es que se contemple multijugador en línea en aquellos cartuchos que aceptaban dos jugadores, que no son todos, pero sí un buen puñado de cartuchos, desde Bonanza Bros. a Columns, Alien Storm, Sonic 2, ToeJam o los numerosos beat’em up, entre otros. No muchos recopilatorios retro incluyen esta posibilidad y es de agradecer.
Conclusiones
Sega Mega Drive Classics incluye algunas joyas de la generación 16 bits, y la imposibilidad de conseguirlos de manera individual en la distribución digital de las dos consolas –PS4 y Xbox One- hace que tenga sentido lanzar el recopilatorio, que en número de cartuchos, opción de juego online y ajustes de emulación cumple sobradamente con lo que se puede pedir.
El punto débil es que aporta poco a poseedores de otras colecciones similares, en consolas u otros formatos, y que la calidad de estos juegos es heterogénea –por no mencionar ausencias que cantan demasiado-. El tiempo no siempre perdona y hay que reconocer que algunos títulos de los que teníamos buen recuerdo ya no aguantan tan bien, pero esto en cualquier caso no es culpa de un recopilatorio que recupera, en plataformas actuales, un puñado de cartuchos inolvidables.
Hemos realizado este análisis en su versión de PS4 con un código que nos ha proporcionado Koch Media.