Análisis de Ride 3 (PS4, Xbox One, PC)
Ride 3 es una entrega esperanzadora dentro de una saga de conducción que poco a poco ha ido mejorando la jugabilidad, puliendo los modos de juego, optimizando el apartado gráfico y ampliando el catálogo de motos y pistas. De esta forma, aunque sigue arrastrando problemas importantes en las físicas y las opciones multijugador son muy limitadas, Milestone ha conseguido desarrollar un título muy interesante para los fans del género.
Videoanálisis
Sintiendo el asfalto
Uno de los principales puntos fuertes de Ride 3 es que ha mejorado el control, gozando en cada una de las siete categorías de un estilo de pilotaje mejor definido (Endurance, Naked, Cafe Racer, Superbike, Sportbike, Supermoto y Maxi Enduro), algo que también se ve influenciado por la potencia de las motos, lo que nos permite disfrutar de una propuesta variada y de una curva de aprendizaje equilibrada. En este sentido, existen distintas ayudas para hacer la conducción más accesible, como el freno combinado o el ABS, además del siempre útil rebobinado para enmendar cualquier error.
La buena precisión del control nos permite trazar bien las curvas, apurar las frenadas y utilizar hasta el último milímetro de la pista, consiguiendo una experiencia de pilotaje divertida y exigente. Además, la sensación de velocidad sobre la moto es muy buena y mejora al utilizar la vista en primera persona, consiguiendo con ello una experiencia mucho más inmersiva.
La parte negativa es que las físicas de las motos (aunque han mejorado respecto a la anterior entrega) son sencillas y presentan errores destacables que provocan comportamientos imprevisibles. Esto se ve agravado por un sistema de colisiones bastante aleatorio que no mide bien las inercias y los impactos, ya sea en accidentes o al contactar contra otros pilotos. Por último, la IA rival es competitiva y ofrece muy buenos ritmos de carrera en las dificultades más elevadas, aunque sigue pecando de un comportamiento muy guiado sobre la pista.
Motos y pistas de todo el mundo
Uno de los aspectos positivos de Ride 3 es que cuenta con un buen catálogo de circuitos y motos. El número de trazados llega hasta 30, siendo 12 de ellos completamente nuevos. Entre la selección de pistas hay algunos tan emblemáticos como Monza, Donington Park o Laguna Seca. También existen trazados urbanos en Tenerife o, por ejemplo, Macao, además de circuitos especiales para carreras de Supermoto y aceleración.
El diseño visual de todos ellos es muy bueno, con una genial recreación de las condiciones del asfalto y entornos detallados. Además, algunas pistas se pueden recorrer de día y de noche, gozando de una iluminación muy realista en ambas condiciones. Por último, también en ciertos circuitos existe la posibilidad de correr con lluvia, un cambio meteorológico que afecta sutilmente al pilotaje y que es muy llamativo a nivel visual.
En lo que respecta al número de motos disponibles también encontramos un salto importante, ya que hay 30 fabricantes diferentes y un total de 241 vehículos. Entre ellos están presentes firmas como BMW, Husqvarna, Yamaha, Honda o Kawasaki, pudiendo elegir entre algunos de sus modelos más ilustres de la actualidad y de su historia reciente.
Para esta entrega se ha implementado un sistema de personalización visual y mecánico que nos permite modificar las motos a nuestro gusto. Una vez adquiridas podremos pintar distintas piezas y diseñar decoraciones usando el elaborado editor de capas. También es posible descargar las creaciones de otros jugadores, encontrando aquí auténticas obras de arte. A nivel mecánico hay multitud de opciones para optimizar el rendimiento de la moto en apartados como velocidad, aceleración o, por ejemplo, frenada, siendo posible cambiar distintas piezas del motor, ruedas, frenos y suspensión.
Modos de juego
El modo principal para un jugador es Carrera, una opción en el que competiremos en carreras y campeonatos con hasta 12 jugadores. Según los resultados obtenidos seremos premiados con Estrellas (necesarias para desbloquear nuevas pruebas) y Créditos (los cuales variarán según el nivel de dificultad seleccionado). Las ganancias obtenidas se utilizan para comprar nuevas motos y mejoras, ya que para participar en los distintos desafíos se requieren vehículos muy específicos. En este sentido, la progresión jugable es buena y hay multitud de contenido (más de 350 pruebas), disfrutando también de un sistema de premios muy gratificante.
Si buscamos algo más distendido existen modos como: Carrera Rápida, Contrarreloj, Aceleración y Retos. En todos ellos podremos competir con las motos que tengamos en el garaje, o bien utilizando una prestada. En cuanto al multijugador en línea, Ride 3 ofrece la opción de crear carreras y campeonatos con hasta 12 jugadores, pudiendo utilizar también el matchmaking. En este sentido, el servicio se ha mostrado poco estable y lento en la búsqueda, además de contar con muy pocas opciones de configuración. Por último, en esta nueva entrega no está disponible el multijugador local a pantalla partida.
Un salto visual notable
Otro de los grandes puntos fuertes de Ride 3 es que ha dado el salto al motor gráfico Unreal Engine 4, algo que ha supuesto una notable evolución respecto a su anterior entrega. Ahora, no solo gozamos de modelados más detallados, mejores efectos de iluminación y condiciones climáticas más creíbles, sino que también las físicas han mejorado y el sistema de personalización visual es realmente profundo. Lo más importante es que el videojuego consigue una tasa estable de 60 fotogramas por segundo en Xbox One X y PlayStation 4 Pro, contando con la opción de priorizar entre el refresco de las imágenes o la resolución.
Por otro lado, el sonido simplemente cumple, ya que la sonorización de las motos es buena, pero está lejos de ser todo lo realista y contundente que debería. Tampoco la banda sonora está a un gran nivel pues, aunque tiene una selección de temas acertada, el número es muy escaso y acaba siendo repetitiva. Finalmente, el título llega completamente traducido y doblado al castellano.
Conclusión
Ride 3 supone una notable evolución jugable, visual y de contenido respecto a su anterior entrega. Esta es una gran noticia para los amantes de las dos ruedas, ya que por fin disfrutamos de un videojuego interesante dentro de un género poco cuidado en los últimos años. Es cierto que podría ser mucho mejor, ya que tiene físicas sencillas y con errores, una IA limitada, un multijugador muy básico y una abusiva política de DLC. Sin embargo, pese a sus defectos, es la mejor opción para los fans que disfrutaron con la anterior entrega y para todos aquellos que busquen un título de conducción sobre dos ruedas divertido, exigente y repleto de contenido.
Hemos realizado este análisis en Xbox One X con un código de descarga digital facilitado por Bandai Namco.