Análisis de Red Goddess: Inner World (PS4, PC)
Cuando alguien saca su primer videojuego todo son recelos y temores. Recelos por parte de los usuarios, de ver si estos creadores estarán a la altura, de si aportarán savia nueva a una industria que se regocija en el otra vez más lo mismo, o de si fracasarán en su primer intento, y ya veremos si tienen ganas de seguir con una segunda oportunidad. Y temores por parte de los desarrolladores, de si el juego habrá salido a la calle con la calidad que ellos esperan, que si no pasará nada en el mundo que evitará que el mercado le preste atención, de cómo lo recibirá la crítica, de cómo lo recibirá el público, etcétera.
La gente de Yannim Studio no es nueva del todo en esto. Entre sus miembros hay gente que ya ha trabajado en la industria, ya sea haciendo sus propios juegos de manera independiente, o perteneciendo a equipos más grandes y con cierta solera (juegos como Wanted, Risen o Deadlight aparecen en entre los trabajos previos de este equipo). Pero principalmente han sido un estudio de animación, especializado en hacer cosas con mimo y mucho arte.
Por eso, no fue extraño cuando a la segunda sacaron adelante un Kickstarter para el juego que hoy nos ocupa, al que además se le ha añadido una serie de productos complementarios, como un corto o varios videoclips. Red Goddess: Inner World viene directamente de la mente de Yanick Puig, el director creativo de esta empresa, donde ha volcado sus pensamientos sobre dioses ancestrales en los que se puede vislumbrar los problemas que ha podido tener una adolescente desmemoriada por un trauma de una vida previa, y que se enfrenta a las problemáticas tradicionales de todo aquel que atraviesa esa edad. El miedo, la rabia, los sentimientos de culpa, el apego a la familia y a los seres queridos, entre otras muchas sensaciones que podremos haber vivido en nuestra juventud, o que tal vez estéis viviendo en estos momentos de manera directa o indirecta.
Porque la historia de Red Goddess nos pone en la piel de Divine, una diosa, sí, con sus poderes y sus grandes habilidades, pero también con unos sentimientos muy humanos que vamos descubriendo conforme avanzamos por este metroidvania inspirado al alimón entre Guacamelee! y Giana Sisters: Twisted Dreams. El espacio donde tiene lugar la acción es el mundo interior de Divine, en el que tiene que adentrarse para saber qué ha pasado con su mundo real, y donde va siguiendo voces de otro ser parecido a ella pero con una apariencia fantasmal. Poco a poco aparecen diferentes personajes con los que podemos interactuar apretando el botón correspondiente, en la mayoría de casos sólo nos darán algún consejo o pista, pero los personajes más importantes nos marcarán diferentes tareas que serán de obligado cumplimiento para avanzar en la historia.
Estas tareas se sobreimpresionan en el mapa, un mapa bastante extenso que podemos hacer aparecer en pantalla apretando el panel táctil del mando de PlayStation 4, en el que podemos hacer un interesante zoom que nos permite, básicamente, poder solventar el problema que a veces nos genera el no tener suficiente ángulo de visión de lo que ocurre alrededor, lo cual es peligroso cuando tenemos que hacer un salto a un vacío que tal vez acabe con nosotros.
Red Goddess, como metroidvania que es, pertenece a un subgénero para jugadores más exigentes y experimentados, como pudiera ser el anteriormente citado Guacamelee! A diferencia del juego de Drinkbox en esta ocasión la historia está pensada en un público más joven que no sé qué tal resistirá las ganas de tirar el mando contra una superficie no demasiado recomendable cuando se enfrente a las durísimas plataformas del final del juego. Eso sí, si os gustan los retos estilo Dark Souls, por favor, sed bienvenidos y entrar en el mundo de la diosa roja, porque aquí hay dificultad para todos.
Conforme avancemos, como es tradición, vamos aprendiendo habilidades y poderes. En esta ocasión esto queda reflejado en una especie de armadura que podemos ver en la pantalla del mapa, y en pantalla con un par de máscaras que nos persiguen durante la partida, y que en determinados momentos se pueden volver en nuestra contra. Esto es un detalle bastante original y que queda bien con la historia, además de permitir un par de transformaciones, y de necesitar que el enemigo coincida con el color del personaje, como si de Ikaruga se tratase. Los enemigos al principio resultan sumamente sencillos, pero poco a poco van resultando un verdadero reto, al añadirse primero determinadas habilidades (como atacar a distancia), combinarse con las trampas del escenario, y posteriormente al tener posibilidades como dos colores, primero tener que derrotar a uno y posteriormente a otro.
Uno de los puntos donde mejor luce Red Goddess es, haciendo honor al origen de Yanim Studio, en el artístico. Visualmente el juego es precioso, quedando tal vez mejor en imágenes que en movimiento, donde al final nos preocupa más cómo atravesar esa cadena de pinchos que en si el reflejo de la luz queda bien con la opacidad de los árboles. De hecho, en algunos momentos me he tenido que acercar totalmente a la televisión para poder superar ciertas zonas de plataformeo, porque a distancia era incapaz de detectar a simple golpe de vista dónde puedo caer y dónde no.
Tal vez sea yo, que no ando demasiado bien de la vista, pero no es algo que me suela pasar en este tipo de juegos. Eso sí, es innegable que el motor gráfico empleado, Unreal Engine 4, luce bastante bien, y esto se nota en los escenarios, algunos de los cuales son bellísimos. Personalmente, me gusta mucho un zoom que hace el juego cuando estamos a punto de salir del pueblo donde está Divine y pasamos un puente, de manera que vemos una gran parte del escenario de golpe, y queda muy bien.
Los enemigos no son seguramente lo más bello del juego, pero por algo son los malos de la película. Acabaremos teniendo bastante miedo a las apariciones de los Golem, unas bestias que aguantan bastante y que hay que atacarles de una manera determinada. En concreto, el enemigo final es una brutalidad que ocupa toda la pantalla, y que recuerda bastante a los juegos de hace tiempo. Difícil como él sólo.
A nivel sonoro se ha contado con los servicios de varias entidades expertas en estas lides, como los también valencianos Sonotrigger, creadores de bandas sonoras tan fantásticas como la de Supermagical o Dungeon Legends, y que aquí hacen un trabajo más atmosférico que memorable, y las voces de Kimlihn Tran y Rick Whelan para ella y el narrador, un personaje que tiene un peso muy importante en la historia, y al que odiaremos notablemente por sus comentarios cuando tengamos que volver a empezar desde el último punto de guardado por haber perecido. Como detalle "curioso", se trata de un juego desarrollado en España, que se encuentra íntegramente en inglés, voces y textos. Al parecer en un próximo parche se traducirán los textos.
En resumen, Red Goddess es un juego interesante, y del que es complicado dar un veredicto. Un detalle curioso es que tuvo un proceso de Kickstarter, pero el resultado final, manteniendo puntos en común, dista bastante de ser como el que se ofreció durante su campaña. Con todo, son cambios que se han hecho tras un potente proceso de testeo y prueba error, un sistema que se puede ver durante todo el transcurso de la partida.
Si os gustan los Metroidvanias, los retos, las historias con cierto trasfondo educativo y los personajes que se buscan a sí mismos, seguramente este Red Goddess sea para vosotros. Si en cambio os asustan las dificultades, no pasáis por alto defectos de diseño o de desarrollo, o no salís de los triple A en consola, es muy complicado que la historia de Divine os atraiga.