Análisis de Psycho-Pass: Mandatory Happiness (PS4, PC, PSVITA)

Cuando se anunció en Japón el lanzamiento de la consola Xbox One, aparecieron un listado de juegos que se lanzarían de manera exclusiva y pensando en el mercado japonés. Concretamente llamaron la atención tres títulos anunciados por Mages, empresa experta en novelas visuales, como la cuarta entrega de la saga Science Adventure, a la que pertenece la muy famosa Steins: Gate, la secuela de Mystereet, una novela visual de 2004, y finalmente la novela visual que nos ocupa ahora.

Psycho-Pass: Sentaku Naki Koufuku se lanzó en mayo de 2015 , convirtiéndose en un juego de culto en el momento en que vendió tan sólo 500 copias la primera semana, y siendo exclusivo de Xbox One en Japón.

Por suerte para todos los demás la empresa Nippon Ichi Software consiguió no sólo que el juego apareciese en otras plataformas, sino que además se ha encargado de traducirlo al menos al inglés.

La historia deriva de la serie de animación del mismo nombre, una de las más interesantes de las últimas hornadas del anime nipón. Con una historia que puede considerarse heredera de la obra de Masamune Shirow (Appleseed, Ghost in the Shell), o al menos esa es la intención, nos coloca en un futuro no demasiado lejano en el que en Japón se ha impuesto una medida que permite detectar el ánimo de delinquir de cualquier persona, aunque no tenga intención de llevar a cabo la falta en ese preciso instante.

Estos datos se ven en el "psycho pass" que da nombre al juego (y la serie), y son manejados por una red neuronal que hace las veces de vigilante de la sociedad, llamada "Sybil" en honor a las oráculos de la antigua Grecia, y que determina quién es bueno para la sociedad, quien puede ser rehabilitado, y quién tiene que ser destruido.

El juego empieza con una introducción donde se nos presenta al "enemigo" del juego, una inteligencia artificial llamada Alpha cuya misión es conseguir la felicidad de aquellos que son desechados por esta sociedad moderna, ya que según la premisa de Psycho-Pass en el año 2112 aquellos que son considerados "criminales latentes" son considerados ciudadanos de segunda, y o sirven para cazar otras personas en una situación similar o son recluidos en centros de vigilancia, además de tener que suministrárseles calmantes u otros tipos de drogas.

Una vez vista esta secuencia introductoria tenemos que elegir quien va a ser el protagonista, teniendo dos personajes muy dispares. Por un lado tenemos a la inspectora Nadeshiko Kugatachi, una mujer sin ningún tipo de sentimiento visible, que además ha sufrido un accidente que le ha hecho perder la memoria. Por otro lado tenemos a Takuma Tsurugi, que pertenece lo que se llama un "enforcer", un tipo de criminales latentes que se han pasado al lado de la ley. Aunque la historia es la misma, manejar uno u otro personaje hace que haya un montón de situaciones diferentes, de manera que a los que os interese sacarle todo el jugo a un título de este tipo seguro que os apetece pasar por uno y por otro camino. Como curiosidad, los personajes principales del anime, desde Akane Tsunemori a Shinya Kogami, aparecen pero no como protagonistas, sino que colaboramos con ellos para resolver el misterio que envuelve a Alpha.

La jugabilidad de este Psycho-Pass: Mandatory Happiness es lo que se espera de una novela visual en su estado más básico. Olvidaros de lujos como la saga Danganronpa, Phoenix Wright o incluso XBlaze, en este juego sólo haremos dos cosas: leer y decidir.

Eso sí, como la saga de anime a la que pertenece, este juego es especialista en demostrar que nada es lo que se parece. A lo mejor llegar tarde a una situación complicada es mejor que llegar pronto, porque Sybil es la que decide, en base al Psycho-Pass de cada personaje, si un tiro se convierte en ejecutor (en la serie se puede ver que los personajes explotan completamente, en el juego tan sólo te lo explican con palabras) o si tan sólo es paralizante, de manera que no tendremos que cargar con lo que queda de un cadáver a nuestras espaldas.

De hecho, algunos de los finales los tenemos que conseguir en un estado de salud psicológica bastante perjudicada, y para ello tendremos que evitar el uso de descansos psicológicos o realizar acciones algo duras. Por eso nuestras elecciones son las que marcan la historia del juego, pudiendo guardar en cualquier momento y volver a ver que pasa con el resto de opciones.

Un dato relevante, que tal vez no se tenga en cuenta por razones bastante obvias, es que el título original (la versión de Xbox One) se usa junto a una App que está en Google Play e iTunes que parece dar bastante juego (podéis echarle un ojo aquí). Las versiones que hemos recibido en Occidente no tienen ningún substituto (aunque en Estados Unidos si se da acceso a dos capítulos del anime gracias a PlayStation Network), y seguramente por eso nos parece que tiene mucho menos juego y tanta letra, ya que seguramente esta aplicación seguramente subsane parte de estos problemas.

Otro problema para muchos de nuestros lectores será el idioma. No sólo es un juego donde tengamos que leer, y mucho, en inglés, sino que el nivel exigido es bastante alto. Acercarse a este juego sin tener cierto dominio del inglés sólo está aconsejado a curiosos y gente que quiera mejorar el dominio del idioma de Shakespeare, porque aprenderéis no sólo vocabulario, sino también ciertos giros del idioma.

A nivel visual el juego no cumple con las últimas mejoras vistas en el género de la novela visual, pero sin duda alguna tiene la ventaja de contar con un material de base bastante bueno. De hecho, sorprende que teniendo una base de serie animada no cuente casi con escenas animadas, resultando en un aspecto gráfico compuesto en su mayor parte tan sólo escenas fijas en las que a los personajes más relevantes se les mueven la boca o los ojos. Por suerte el aspecto "cyberpunk" de Psycho-Pass es bastante interesante en toda su imaginería visual, y a nivel de interfaz es bastante completo, con muchos aspectos que también habremos podido ver en la serie como el sistema de las Dominator (las pistolas del cuerpo de policía) o el "Hue" (el estado de cada personaje).

El sonido del juego funciona bastante bien en general, con unos bucles sonoros lo suficientemente largos como para que no nos molesten en ningún momento, además de acompañar fantásticamente la acción, como acompañan muy bien unas voces en japonés que usan los mismos dobladores del anime.

Conclusiones

Psycho-Pass: Mandatory Happiness envuelve una interesantísima historia en un sistema de juego arcaico y sólo disfrutable por aquellos que tengan verdaderas tragaderas. Eso sí, quienes superen la barrera de letras que ofrece este juego y su aspecto gráfico más propio de hace unos años encontrarán un juego con una historia que ofrece momentos poco comunes en este género, y una gran cantidad de finales y sorpresas.

Hemos realizado este análisis en su versión de PS4 con un código de descarga que nos ha proporcionado NIS America.