Análisis de Overcooked 2 (PS4, Switch, Xbox One, PC)
Los juegos de cocina son un mercado prácticamente inexplorado. Seguramente muchos de vosotros recordaréis saga como Diner Dash o Cooking Mama, pero aparte de algunas excepciones, el género ha permanecido siempre en un rinconcito de la industria. Hace un par de años, gracias a Overcooked, los cocineros virtuales volvieron a los titulares; y parece ser que les fue bien, ya que hoy nos ocupamos de su segunda entrega Overcooked 2.
Las batallas de los fogones
Overcooked 2 es un juego de cocina que expande las ideas que vimos en entregas de las anteriormente mencionadas sagas Diner Dash o Cooking Mama. Tenemos las recetas de una, teniendo que cortar, cocinar y emplatar los ingredientes, pero también tenemos el componente de gestión y frenetismo de la otra, teniendo que saber organizarnos para que todo llegue a tiempo a los clientes.
Se trata de un juego orientado al cooperativo, tanto que incluso si decidimos jugar solos, tendremos que cooperar con nosotros mismos controlando a dos personajes a la vez. Nosotros, obviamente, lo recomendamos jugar con amigos, pudiendo hacerlo hasta con cuatro a la vez, de manera local o a través de internet. Como nota, dos jugadores pueden jugar compartiendo un único mando, usando cada uno una mitad del mismo, y permitiendo que incluso si sólo tenemos dos mandos, puedan jugar hasta cuatro personas.
Lo cierto es que tiene bastantes opciones para disfrutarlo. La primera y principal es el modo historia, en el que descubrimos una serie de cómicos eventos que nos llevan a recorrer una serie de escenarios para salvar al mundo del pan que con la levadura se levantó… de su tumba: ¡el Pan-Demonium! No es más que una excusa para enlazar los niveles, pero se siempre se agradecen estos pequeños detalles que le dan personalidad al juego.
Así, exploraremos un mapa donde se reparten las pruebas a completar. Cada una tiene tres objetivos de puntuación, aunque con superar el más bajo será suficiente para poder avanzar al siguiente. En este mapa también hay algunos desafíos ocultos, más difíciles que lo normales, y que tendremos que descubrir.
Las pruebas son, sencillamente, una auténtica locura. Tras pasar el tutorial y las primeras fases, vamos a darnos cuenta de que hay mucho más que cocina aquí. Pronto nos veremos lanzándonos ingredientes porque el escenario está dividido en dos, atravesando portales para teletransportarnos o luchando por no caernos. Overcooked 2 es puro caos, y gran parte de la experiencia consiste en conseguir dominarlo.
Esto no lo decimos como algo malo, ni mucho menos. Lo divertido es ver cómo nos va a sorprender el juego en cada nivel, e intentar adaptar nuestras estrategias a sus obstáculos. Hay que pensar rápido, actuar rápido, mantener un ojo siempre en los platos más urgentes para que los clientes no se vayan, evitar dejar algo en el fuego mucho tiempo para que no nos salga la cocina ardiendo (y si sale, ¡correr a por el extintor!), fregar los platos...
Este modo historia es razonablemente largo, aunque es muy difícil ponerle una duración exacta. Depende de si queréis conseguir las tres estrellas en cada nivel, si jugáis solos o acompañados y, por supuesto, de vuestra habilidad. Además, contamos con el modo Arcade y el modo Duelo, donde demostrar nuestra valía en la cocina, ya sea de manera local o a través de internet.
La guinda del pastel
Encima de la base jugable tan buena que tiene, Overcooked 2 se adereza con un gran apartado audiovisual. No es ningún prodigio técnico, pero sí muy carismático. Artísticamente nos parece muy acertado y tiene esos pequeños detalles que nunca están de más, como ofrecer avatares de cocineros en silla de ruedas.
Toda la interfaz está muy cuidada y bien organizada para que sepamos en todo momento lo que hacer y qué está pasando en la cocina. Los elementos interactivos (sartenes, encimera, ingredientes…) están construidos sobre un sistema de casillas para que, una vez nos acostumbremos, sepamos en todo momento con qué vamos a interactuar. Lo mismo pasa con el sonido, que puede pecar de machacón en algunos menús, pero a la hora de la verdad está al servicio del jugador.
Mencionar también el buen trabajo de traducción que se ha hecho en un juego donde, a priori, podrían haber prestado menos atención a la localización. La traducción de Pan-Demonium para The Unbread en inglés no parece genial, y poca pega puede ponérsele en este apartado.
Amarraos los delantales
Overcooked 2 es una de esas secuelas que nos gustan: coge la base del original y la expande con nuevas opciones y posibilidades para mejorarla. Si os gustó el primero, éste es prácticamente obligatorio, y si no lo probasteis, tenéis que hacerlo. Incluso si a priori no os atrae la idea, nosotros os recomendamos que le déis una oportunidad. Es un juego adictivo y divertidísimo, de esos con los que cuesta soltar el mando cuando estamos con amigos.
Hemos realizado este análisis en PS4 Pro con un código de descarga proporcionado por Team17.