Análisis de Onechanbara Z2: Chaos (PS4, PC)
Es curiosa la diferencia que hay entre dos medios tan cercanos como el cine y los videojuegos, en lo que se refiere al trato que se le da a un mismo fenómeno. En este caso me refiero a ese subgénero del estilo thrash que viene a ser el que tiene como elementos en común los zombis, las mujeres de armas tomar y un sentido del humor y del slapstick muy de brocha gorda.
Es curioso, porque mientras en el cine no recuerdo haber oído a nadie en situaciones similares hacer ningún comentario despectivo de películas como estas (ahora mismo me vienen a la cabeza Dead Sushi, La Masacre de las Colegialas Karatekas o Wild Zero, pero si queréis ampliar más información podéis echar un ojo aquí), que tienen un público que casi las venera en lugares tan prestigiosos como el Festival de Sitges, al hablar de esta saga de videojuegos sí se oyen bastante comentarios despectivos en plan "es que los japoneses son unos depravados" o "esto va a lo que va", acompañados de un reconocimiento de no haber probado ningún juego de la saga, o de haber probado una versión anterior por encima.
Personalmente, conocí la saga Onechanbara cuando una distribuidora italiana poco conocida por aquel entonces llamada 505 Games se planteó traer a Europa varios juegos de la serie Simple 2000, llamando a esta primera entrega Zombie Zone (en España la trajo Proein). Poco después Planeta (sí, la editorial de libros), valientemente, trajo aquí la versión mejorada conocida en España bajo el nombre Zombie Hunters, y posteriormente la secuela (que en el caso que la queráis conseguir ahora está bastante cara en el mercado de segunda mano).
No es hasta la versión de Xbox 360 (de nuevo una especie de remake del primero) que vemos algo de promoción por parte de su distribuidora, que pasa a ser a nivel internacional D3 Publisher, y que como con Earth Defence Force, empezó a esforzarse un poco para que su juego se diera a conocer en el que posiblemente sea, hasta la fecha, el título de la saga más conocido de los que ha aparecido en Europa.
Posteriormente apareció la versión Wii en una plataforma en la que, ciertamente, no parece que sea lo más lógico que apareciese este juego, y que pasó algo más desapercibida. De hecho, ha habido dos versiones más (primero en PlayStation 3 y posteriormente en Xbox 360) que no se han traducido del japonés, por lo que se han quedado allí (por ahora al menos).
Y ahora aparece esta versión, curiosamente una secuela directa de la que no hemos tenido por estas tierras. Un juego que, volviendo al punto de partida de este análisis, se vendió en el Tokyo Game Show de una manera cuanto menos curiosa (se jugaba dentro de los pechos de una de las protagonistas).
La historia de este Onechanbara Z2 Chaos nos pone en el enfrentamiento que hay entre el clan de los Baneful (las protagonistas de siempre, Aya y Saki) y el nuevo clan de las vampiric (Kagura y Saaya), las cuales se acaban uniendo al tener un enemigo mucho mayor que, por supuesto, acaba resultando en una verdadera invasión a nivel mundial de zombis y otros bichos demoníacos peores.
Como resultado, nos encontramos con que, después de un tutorial donde nos explican más o menos (gracias a las instrucciones que hay en las pantallas de carga, con 33 páginas de explicaciones y unas imágenes estáticas en determinados momentos) cómo se maneja, por un lado, a Kagura y Aya, y por otro a Saky y Saaya, para luego poder controlar a las cuatro a la vez.
Es importante marcar esta diferencia, porque las dos chicas que originalmente llevan bikini y katana son mucho más directas, mientras que las otras su estilo de combate llega a recordar un poco a Bayonetta, con un movimiento de esquiva que si realizamos en el momento justo paramos el tiempo, y podemos realizar combinaciones más poderosas.
Respecto a la posibilidad de manejar a las cuatro a la vez, me parece un detalle realmente divertido. Se puede empezar un combo con una de las luchadoras, y cambiar de personaje y seguir combinando, de manera que os podéis imaginar el festival de golpes en el que se puede convertir esto. Cambiar de personaje también sirve para dar descanso a uno mientras otro se lleva la peor parte, porque en esta ocasión los enemigos sí atacan, y hay momentos en los que nos llevaremos bastantes golpes.
A esto contribuye uno de los aspectos más flojos de la saga de manera histórica, que aunque aquí ha mejorado, sigue sin ser un buen ejemplo del género. Hablo de la cámara, que aunque incluye la posibilidad de alejarse de la acción y ofrecer mayor visibilidad, sigue teniendo muchos momentos en los que acabaremos recibiendo daño porque no está colocada donde debería. Con todo, dado el aguante que tienen las protagonistas, no suele ser demasiado grave, pero podría estar mejor.
Protagonistas que durante la partida pueden mejorar su armamento, adquirir nueva ropa, experimentar transformaciones y aprender golpes con los que superar misión tras misión. El sistema planteado para avanzar por la partida, tras una pantalla inicial en el que nos acabamos enfrentando al desencadenante de esta aventura, es el de poder elegir el orden en el que afrontamos la amenaza demoníaca. Así, las siguientes fases están situadas en Los Ángeles, Japón, China, Perú y Dubái (pero no penséis en la lujosa ciudad, sino en un vasto desierto), para luego acabar desembocando en una gran batalla final.
Durante ese tiempo nuestras protagonistas se enfrentan a enemigos de todo tipo, desde zombis pasando por demonios alados, cabezas de medusa o engendros bastante más grandes, entre los que destacan los grandes enemigos finales, a los que además de repartir estopa de la manera habitual tendremos que derrotar realizando de manera correcta una serie de Quick Time Events (que incluyen el uso del panel táctil de PlayStation 4).
Respecto a la cacareada repetición a la que se enfrenta cualquier juego de esta saga, pues no vamos a decir que sea un prodigio de la variedad, pero básicamente está en una situación pareja a la que podría estar casi cualquier beat 'em up o hack’n slash. Es derrotar enemigo tras enemigo en oleadas, y de vez en cuando moverse por el escenario. He jugado a cosas mucho más repetitivas, incluyendo anteriores entregas de la saga, así que podemos considerar que está en un grado asumible.
Gráficamente se muestra una notable evolución respecto a las últimas versiones aparecidas en Occidente, aunque sin haberlas jugado demasiado, no se diferencian tanto de las versiones de PlayStation 3 y Xbox 360 que no llegaron aquí. Buenos modelados tanto de enemigos como de personajes, escenarios sencillos pero cumplidores, buenas animaciones de combate, mucha sangre y mucho efecto especial.
Sobre todo destacar que en esta ocasión no he notado ningún problema de rendimiento, como sí que pasaba en entregas anteriores, así que esto redunda en una mejor jugabilidad. Un detalle negativo es la baja calidad de los menús, que están hechos sin ningún gusto, pero sinceramente, dudo que nos tengamos que poner excesivamente tiquismiquis en el diseño de menús de un juego de zombis.
A nivel sonoro lo cierto es que me parece espectacular. El tema principal, "Ichiban Wa Me", es una barbaridad j-rock cantada que queda fantásticamente en cualquier momento, pero durante el resto del juego nos encontraremos desde un funky sencillito hasta canciones de discoteca, pasando por una especie de flamenco, melodías tradicionales chinas o incluso una canción que podría pasar por una de la banda sonora de Persona 4. Sinceramente, es de las mejores bandas sonoras que he oído este año, y una verdadera sorpresa. En cuanto a las voces podemos elegir (en esos terribles menús) entre las originales y las inglesas, lo cual es un detalle a tener en cuenta, ya que nadie esperaría que además lo doblasen al castellano. No, tampoco está traducido a nuestro idioma.
Onechanbara Z2 Chaos me parece un juego recomendable. Entiendo que recomendar un juego de colegialas y chicas en bikini con katanas repartiendo estopa a zombis no es algo que pueda hacer con todo el mundo, pero dejando algún momento de vergüenza ajena que pueda tener el juego (y que sinceramente, tiene más que ver con lo que quiera hacer el jugador con él que con algún lugar por el que te obligue a pasar), si sabes a lo que vienes te puede resultar bastante interesante. Si su sentido del humor coincide con el tuyo es muy divertido, cañero, con situaciones que se encuentran entre lo ridículo y lo sorprendente, y además está lleno de extras y de una banda sonora tremenda. Una buena evolución respecto a lo visto anteriormente en la saga.