Análisis de Obliteracers (PS4, PC, Xbox One)
No paran de aparecer juegos indie para todas las plataformas… y gustos. Cada vez son más los estudios que se animan a crear sus propias obras, como por ejemplo Varkian Empire, un pequeño estudio que nos trae Obliteracers, título que tras su paso por PC aparece en PS4 y lo hará en agosto en Xbox One.
¿En qué consiste este título? Pues para que os hagáis una idea general, viene a ser un arcade de conducción que cruza algunas de las características básicas más importantes de juegos como Mario Kart y Micromachines… si bien el resultado final no ha sido tan esperanzador como esperábamos, aunque se trata de un título entretenido sin ningún género de dudas.
Carreras y combates
Lo primero que es necesario dejar claro de este título es que no es un juego de carreras al uso, es decir, tradicional. Lejos de serlo, lo que nos propone el título de hecho se aleja bastante de las competiciones clásicas en las que lo más importante es llegar el primero a la línea de meta.
De hecho, esto ya no es que sea algo secundario, sino que incluso en la mayor parte de las ocasiones ni tan siquiera tiene sentido alguno.
Entonces, ¿qué es lo que tenemos que hacer en este título de conducción, por denominarlo de alguna forma? Pues, básicamente, dar cera a los adversarios que forman parte de la competición, pudiendo emplear numerosos objetos distintos para tal fin.
De esta forma en función del tipo de prueba a la que tengamos que enfrentarnos (resistencia, líder, supervivencia, etc.), nos toca realizar una u otra tarea… en la que casi siempre entra en juego la batalla y la destrucción de los rivales. De esta forma mientras damos vueltas a los circuitos de turno, tenemos que preocuparnos de dos factores primordiales. El primero de ellos es no quedarnos rezagados, ya que al más puro estilo Micromachines un scroll sigue las evoluciones del coche más adelantado y, aquellos que se quedan atrás (o se precipitan fuera del escenario), salen de la partida.
Todo esto se lleva a cabo a través de un sistema de control muy básico que, a pesar de que es posible emplear numerosos botones, lo cierto es que la mayor parte del tiempo es suficiente con pisar el acelerador y lanzar objetos, tareas que solamente nos demandan usar dos botones.
Pero lo más importante es el segundo factor, el enfrentamiento puro. A medida que damos vueltas por los recorridos vamos recogiendo diferentes armas que presentan un color y aspecto muy definido, lo cual nos permite identificarlas de manera muy sencilla. Unas son más defensivas como las minas, chorros de agua o escudos reflectores, mientras que los misiles guiados, los lanzallamas y demás arsenal nos permiten causar daño directo a los rivales. Cada vez que derribamos a un adversario obtenemos puntos y en función de la prueba en la que nos encontremos, vamos ganando puntos extra por pasar el mayor tiempo posible en primera posición, o por sobrevivir la mayor cantidad de vueltas.
Como veis se trata de un planteamiento no demasiado original pero que funciona correctamente, aunque debemos afirmar que existe una gran diferencia en la diversión que nos reporta el título atendiendo a la modalidad a la que decidamos jugar. El modo Carrera individual es más bien un entrenamiento para lo que viene a ser la modalidad más importante que ostenta esta producción: Enfrentamiento.
Hasta 16 jugadores simultáneos
Este título, como sucede con la gran mayoría de juegos de esta misma índole, ha sido ideado con el multijugador en la cabeza. Por eso mismo en el juego pueden llegar a coincidir 16 jugadores a la vez en modo online, existiendo también la posibilidad de jugar en modo local o una mezcla de uno y otro. Esta modalidad es la que realmente da sentido al título, ofreciendo las mayores cotas de diversión que ostenta Obliteracers.
Los piques pueden llegar a ser realmente épicos, sobre todo si jugamos con nuestros amigos en la misma habitación, tal y como sucedía antaño. Además los desarrolladores han querido potenciar esta misma faceta del juego y, por eso mismo, a las diferentes opciones de juego y submodalidades típicas de este tipo de títulos han incluido los Modificadores.
Lejos de ser una opción inservible o poco útil, lo cierto es que estos Modificadores cambian del todo (o tienen potencial para hacerlo si así lo deseamos) la forma y el desarrollo de cada prueba. Potenciar la velocidad de los coches, provocar que estos derrapen más, camuflar los objetos que recogemos y demás factores pueden ser alterados para dar vida a competiciones muy distintas unas de otras. Un modo de juego que puede mantenernos entretenidos durante bastante tiempo y que compensa un modo Carrera demasiado básico y para nada duradero, ya que en un par de horas es posible completarlo.
Obliteracers es un título ameno pero muy enfocado al modo multijugador, que es de todo menos original pero que presenta las dosis de simpatía y diversión suficientes como para ser un título recomendable. Eso sí, también tiene otros defectos que debemos señalar, como por ejemplo un diseño de circuitos demasiado simple y poco llamativo, un seguimiento de las carreras algo irregular por parte de la cámara y falta de chispa en la recreación de los personajes, que no pasarán a la historia de los videojuegos por su gracia ni carisma.
Otro inconveniente tiene que ver con la escasez de trazados que podemos recorrer. En total existen únicamente cuatro circuitos distintos con sus respectivas variaciones, un número demasiado bajo para lo que solemos encontrarnos en otros juegos similares. Además su realización técnica no pasa de correcta, si bien por lo menos todos ellos adolecen de problemas como popping y demás fallos gráficos. Y algo similar podemos comentar sobre el modelado de los coches y sus pilotos, más simples de lo que nos hubiera gustado y, como ya os hemos advertido, para nada memorables.
El sonido rinde a un nivel incluso más bajo, debido especialmente a la discreta banda sonora que nos acompaña en cada prueba y a los simples efectos sonoros que podemos escuchar durante el desarrollo de las mismas.
Conclusiones
Obliteracers es un título concebido con el modo multijugador en la cabeza ya que si bien el juego incluye un modo Carrera individual, éste es más bien una especie de tutorial sin demasiada chispa. Por eso mismo y por otros aspectos como su falta de originalidad o carencias técnicas evidentes puede que quede algo cojo pero, lo dicho, para jugar en compañía de los amigos es un título apetecible.
Hemos realizado este análisis en su versión de PS4 con un código de descarga que nos ha proporcionado Deck 13.