Análisis de N++ (PS4)
El primer N+ de Xbox Live –después llegaría a PSP y Nintendo DS- fue uno de esos juegos independientes que en 2008 demostraba que los lanzamientos descargables habían llegado para quedarse, y que no hacía falta mucha potencia para enganchar como el que más. Al igual que otros lanzamientos del estilo, la primera versión de Metanet Software –N- se desarrolló para Adobe Flash, y de ahí saltó a consolas. Ahora los saltos acrobáticos del ninja llegan a PlayStation 4 con N++: nuevos modos, enemigos y toda la diversión de siempre.
El concepto es el mismo de 2004 y se explica rápidamente. Es un juego de plataformas de ritmo rápido –cada fase se supera en poquísimo tiempo-, con un toque a puzle, pues es necesario ver cómo aprovechar los saltos contra las paredes eficazmente. Hay enemigos robóticos, lásers, minas explosivas, misiles guiados, compuertas y trampas móviles, todo dispuesto de manera perfecta para que el nivel se pueda pasar con fluidez.
No se trata sólo de llegar al punto indicado –una puerta, previa pulsación de uno o más interruptores- sano y salvo, cada fase dispone de un tiempo límite de 90 segundos que sólo aumenta recolectando unas piezas doradas esparcidas por el recorrido que amplían el tiempo un poco más. Primero son fáciles de obtener, casi a modo de guía del recorrido ideal, y más tarde se colocan un poco apartadas, por lo que debes decidir si ir a por ellas para aumentar la puntuación online o si el esfuerzo no merece la pena –a veces arriesgar sólo empeora la situación-.
N++, como los anteriores, es tremendamente adictivo y no anda escaso de una dosis de frustración para picar al usuario a que vuelva a conectar mejor los movimiento, casi de parkour, o a que aprenda a usar el comportamiento de las físicas y la inercia. Hay cientos de niveles con los que practicar, por ejemplo 600 más para el modo solitario que se suman a los que había anteriormente, en total –incluyendo el cooperativo y carrera- supera los 2.300 niveles. No te aburrirás en muchísimas decenas de horas, con una curva creciente que va introduciendo nuevos peligros en fases lo suficientemente cortas como para repetir inmediatamente después. Una tras otra, te verás jurando que dejas el juego sin poder soltar el mando.
Es difícil que te aburras con la cantidad de niveles creados por los desarrolladores, pero eventualmente puede ocurrir. En ese caso, el juego dispone de un editor de niveles con la función de compartir y descargar otras creaciones. Es bastante sencillo, parecido al visto en Sound Shapes -aunque no estaría de más alguna ayuda en forma de tutoriales o una interfaz más intuitiva- dado que consiste básicamente en abrir las librerías, colocar enemigos en una cuadrícula y diseñar la silueta del escenario. Con algo de paciencia se puede hacer algo competente, eso sí, diseñar una pantalla con la calidad de los niveles oficiales es otra historia.
En el peor de los casos, para quienes no sean aficionados a crear fases o a dedicar mucho tiempo a ello, abre la posibilidad de miles de niveles descargables de la comunidad debidamente organizados por diferentes categorías. A lo largo de las próximas semanas y meses el contenido crecerá más y seguro que aparecen pequeñas joyas.
El cooperativo para cuatro jugadores tiene sus propias fases pensadas para jugar con varios personajes, puzles que funcionan de manera distinta a los niveles desarrollados para un jugador. Hay ocasiones donde se debe realizar un sacrificio para que otro compañero pueda alcanzar las puertas y superar el nivel.
El modo de carrera consiste en competir para completar la prueba más rápido y con más coleccionables, y pese a que se puede jugar en solitario, no es ese su propósito. Las ventajas obtenidas en cada nivel se conservan para el siguiente de la serie, y hay una pizca de mala leche en su diseño utilizando trampas que entorpecen a los rivales. Si te rodeas de compañeros de tu misma experiencia, los piques son irrepetibles.
La única pega que se podría poner a todas estas opciones para varios usuarios está en que se trata de multijugador local, que multiplica la diversión respecto al solitario, pero habrá jugones que podrían echar en falta el online. Sus creadores han explicado las razones a esta decisión por dos motivos: económica, debían decidir entre invertir el dinero en las partidas online o los servidores para compartir contenido; y técnico, ya que en N+ el lag -por mínimo que fuese- hacía la experiencia diferente, peor. Ese es el comentario oficial al respecto y a menos que se añada con una actualización futura –que no parece el caso por la latencia-, para exprimir lo que ofrece N++ al completo deberás buscar un amigo cercano. Un punto negro que separa a esta versión de ser redonda.
Esta versión incluye una nueva y amplia banda sonora, más de seis horas de música de corte electrónico sobresaliente. Desde hace una buena temporada algunas de las selecciones musicales que más nos están gustando se encuentran precisamente en lanzamientos independientes, y como en Hotline Miami, cuidar este apartado absorbe al usuario a nivel de trance.
Así como el sonido es realmente bueno e hipnótico, es posible que la estética minimalista de N++ no atraiga mucho al principio; es funcional, limpia, y ayuda a centrarse en lo realmente importante –la jugabilidad-. Hay varias paletas de colores para elegir, que van de colores pastel a otros con fuerte contraste. Si bien ninguna cambia el tipo de gráficos drásticamente, podrás encontrar alguna combinación de tu gusto, y cambiarla en cualquier momento. Es un juego para ver en movimiento –especialmente en manos de un usuario habilidoso-, pero hay que reconocer que no se vende precisamente por las capturas que acompañan a este artículo.
Conclusiones
Los aficionados al género de las plataformas se encontrarán que N++ mejora y amplía un clásico moderno con una tonelada de nuevos escenarios y virtualmente infinitos gracias al editor.
Más y mejor de saltos, tensión, cabreos, alegrías, adictiva droga legal frente a una pantalla de pocos colores y brutal acompañamiento musical. Al final, en lo que menos te vas a fijar son en los gráficos, todo un logro para un título que quedará instalado en tu disco duro durante muchísimo tiempo.