Análisis de Madden NFL 19 (PS4, Xbox One, PC)
El mundo de los videojuegos deportivos tiene su propia categoría y peso en el ocio electrónico. Como si de un ritual atávico se tratase, los aficionados a las más variadas disciplinas esperan con fervor e interés las nuevas entregas de sus sagas preferidas. Si bien es inevitable pensar en FIFA, Pro Evolution Soccer o incluso NBA Live y NBA 2K, año tras año, y con una presencia cada vez más destacable en nuestro país, toca hablar de Madden. El fútbol americano no es un deporte mayoritario en España, aunque los fieles seguidores comienzan a tener una importancia capital en nuestras fronteras. Muestra de ello es el apoyo de EA Sports a su saga Madden, una de las más relevantes a nivel mundial, y todo un fenómeno en Estados Unidos. Se trata de un auténtico blockbuster en términos monetarios, un título capaz de mantenerse en lo más alto de las listas de ventas semana tras semana y uno de los principales atractivos para millones de consumidores a la hora de sacarle partido a sus consolas, y en esta edición, también en PC.
Madden NFL 19 se adelanta varias semanas al arranque oficial de la nueva temporada de la NFL (National Football League), que comenzará el próximo 6 de septiembre con un esperado partido entre los Atlanta Falcons y los Philadelphia Eagles, y que de hecho, sirve como encuentro inaugural también en el juego de cara a que el usuario se acomode a las novedades, cambio estéticos y jugables de esta secuela. Y no son pocos. Si algo nos ha demostrado EA Sports en los últimos años, es que ha sabido reinventarse en una serie de títulos deportivos que cada vez tienen menor margen a la hora de introducir cambios en las mecánicas o incluso los gráficos. Apoyándose en muchas de las ideas de la pasada edición, Madden NFL 19 se presenta como un videojuego más completo, divertido y diferente, una muestra más de que no se trata de una entrega de puro trámite.
El camino hacia la gloria
El año pasado Madden NFL se vio envuelta como saga en un proceso muy complejo y necesario, aunque poco grato a nivel de carga de trabajo. La serie de EA cambió de motor, abandonando su antiguo engine y apostando por el amortizado Frostbite, el corazón técnico de la mayoría de los videojuegos de la compañía y uno de los portentos gráficos de la actual generación de consolas.
Esto le permitió mejorar en la mayoría de aspectos, ofreciéndonos una recreación más realista del fútbol americano, acercándose a las retransmisiones deportivas estadounidenses.
Gracias a esto, y a una profunda reestructuración a nivel de modos de juego -como el que sufrió su versión de Ultimate Team- y menús, Madden incorporó también el modo historia Longshot, que tan bien le funcionó en FIFA, y que nos narraba con especial énfasis cinematográfico la historia de un jugador de pueblo que intentaba probar suerte labrándose una carrera en la competitiva NFL. Madden NFL 19 quizás no sea un videojuego tan rupturista, novedoso o diferente como lo fue su entrega anterior. Sin embargo, sí se siente como un título más profundo, completo y divertido, ya que la mayoría de cambios y ajustes están bajo el casco y las hombreras, demostrándonos que EA Sports sigue considerando esta saga como uno de sus principales baluartes deportivos. Una vez más, EA ha incluido una oferta de modos de juego clara y concisa, quizás no tan abrumadora como la de otros de sus videojuegos, pero igualmente divertida y bien pensada. Tenemos los habituales Madden Ultimate Team, Longshot, Franchise y Exhibition, este último ideal para los clásicos encuentros desenfadados y directos, tanto contra la inteligencia artificial como contra otros jugadores en local y online. Yarda a yarda, EA Sports -en concreto, EA Tiburon- ha sabido ajustar y aportar las suficientes novedades a cada uno de ellos para que se sientan distintos, algo que se nota en la misma jugabilidad, más realista y creíble que nunca.
Madden NFL 19 incluye uno de los cambios más interesantes jamás vistos en esta serie de títulos deportivos. Se trata del llamado Real Player Motion, un nuevo sistema de animación y comportamiento físico de jugadores que ya ha ido haciendo sus pinitos en otros videojuegos de la casa -la saga UFC ya hizo gala de uno similar-, y que nos ha parecido todo un revulsivo jugable en los encuentros. Estos son ahora más realistas, creíbles y tangibles, y se abandona por suerte la sensación de cáscaras vacías que podría darse en anteriores títulos de Madden cuando veíamos desplazarse a los deportistas en el césped. El sistema elabora cálculos pormenorizados en la simulación, teniendo en cuenta altura, peso o velocidad de los jugadores sobre el terreno de juego, algo que se traduce en movimientos radicalmente distintos entre un jugador y otro.
Los choques, coberturas, placajes o carreras son más plausibles, ofreciéndonos una variante táctica y jugable que hasta la fecha no se había visto en Madden. Ahora podemos usar a los jugadores de mayor corpulencia para romper líneas y aquellos de menor altura y peso para conferir velocidad a nuestro juego y así ganar tantas yardas como nos sea posible de cara a anotar en la end zone. ¿Se nota entonces en el control de forma directa? Sí. Creemos que es el equivalente al cambio que supuso la introducción de la dirección analógica total en los juegos de fútbol cuando se pasó del control de ocho direcciones a algo más complejo, libre y dinámico al añadirle 360º grados reales, algo que cambió por completo la forma en la que el videojuego se comportaba ante nuestros ojos.
Además, nos obliga a entender de otra manera el propio concepto del juego, ya que ahora y gracias al Real Player Motion no podemos hacer aquellos virajes absurdos e irreales como en anteriores entregas, invitándonos a ser más comedidos en nuestras jugadas. Se acabó eso de correr con cualquier jugador de gran tamaño y realizar un giro de última hora a la hora de intentar anotar o esquivar al rival. Madden NFL 19 gana en realismo y credibilidad, así como en el llamado metajuego. Los más expertos notarán como los running back ganan presencia en importancia en las jugadas y como los quaterbacks dejan de parecer flexibles juncos doblándose por la cintura al menor toque de stick. Los receptores, gracias a todo el sistema after-touch, podemos modificar los pases y trayectorias, observando estos pequeños movimientos de los jugadores nos permiten leer las jugadas con más claridad. Se han añadido por lo tanto numerosas animaciones cuando corremos con el balón en nuestro poder o cuando nos toca defender el avance del contrario. Al ofrecer mayor control al jugador, las posibilidades de afrontar y esquivar los numerosos impedimentos que nos propondrá el rival, nos encontraremos con nuevas fintas, oscilaciones para evitar placajes o incluso en el caso de la defensa, con nuevas opciones de abalanzarnos sobre el rival. En definitiva, en Madden NFL 19 todo nos parece mucho menos mecánico y artificial, y eso es un tanto a celebrar.
El peso de la fama: Longshot Homecoming
El año pasado Madden sorprendió a propios y extraños con un modo historia que nos contaba el intento de Devin Wade y Colt Cruise de triunfar en la NFL. Longshot ofrecía un guion bien armado, con personajes carismáticos -algunos interpretados por actores famosos- y situaciones lo suficientemente dramáticas e interesantes como para que incluso se le considerase un modo mucho más depurado que su similar en FIFA, El camino. Titulada Longshot Homecoming, esta secuela, continuación directa de aquella que nos encantó en 2017, es incluso mejor. Su punto de partida, un poco más alejado de los deliciosos clichés que aquejaban y trufaban a partes iguales la primera parte, nos invita a experimentar la cuerda floja por la que se desenvuelven tanto Wade como Colt.
El primero, pese a encontrarse sin equipo profesional en la NFL, pronto se encontrará con un regalo caído del cielo: los Cowboys de Dallas lo quieren entre sus filas, y le brindarán una nueva oportunidad de hacerse un nombre en uno de los clubs más laureados y queridos de la competición nacional. Colt Cruise, por su parte, seguirá labrándose su futuro fuera del fútbol americano como estrella musical, encontrándose por el camino con viejas figuras del pasado. Sin entrar en detalles más específicos de la trama, Longshot Homecoming sigue apostando por la misma estructura de su predecesor -pese a que se han eliminado las decisiones-, con múltiples secuencias de vídeo, mayor presencia de momentos jugables y diálogos con mucha enjundia y peso. Ahora tendremos más partidos, entrenamientos o incluso recuerdos de los primeros años deportivos de Wade y Cruise, así como momentos más dramáticos, que darán como resultado una culebronesca mezcla propia que parece nadar por momentos a medio camino entre Friday Night Lights y Nashville. En el fondo es una vuelta a casa, a los orígenes de ambos personajes, un poco traumática y complicada de asumir, y por lo tanto, muy divertida de jugar y ver.
Longshot Homecoming nos presenta por lo tanto algo más de tres horas de juego, nuevas oportunidades de seguir la carrera de dos personajes muy carismáticos y bien escritos y la posibilidad de aprender y comprender más los entresijos del fútbol americano y todo lo que conlleva. No, no es Ballers, y creemos que quizás en un futuro este modo podría apostar por esos derroteros -¿por qué no aportar una nueva perspectiva más allá del simple jugador de fútbol?-, pero creemos que EA ha vuelto a dar con la tecla en una variante jugable que comenzó como un simple extra y que ha ido ganando peso en todas sus sagas deportivas.
Una oferta de juego divertida
Hay dos grandes modos que nos atraparán durante horas. Uno de ellos es el modo Franchise o franquicia, aquel que nos permite tomar las riendas del club de nuestros amores y lanzarlo al estrellato, asentándolo como uno de los equipos de gran importancia. Este modo ha sufrido un profundo lavado de cara, haciéndolo más amigable a los jugadores que se incorporen a él por primera vez. El principal cambio viene relacionado con la identidad de nuestra franquicia, permitiéndonos que nos posicionemos como un equipo ofensivo o defensivo, buscando que potenciemos una opción u otra. Esto potencia que busquemos jugadores afines o que encajen mejor con nosotros, a fin de que elaboremos una entidad técnica a nuestra plantilla. También encontramos la posibilidad de crear nuestro propio Draft, ofreciéndose incluso la opción que podamos compartirlo con la comunidad de jugadores de Madden NFL 19.
Pero quizás el ajuste más polémico viene dado por los llamados Skills Points, un nuevo sistema de progresión, con el que los jugadores irán aumentando sus habilidades y características en relación a su desempeño y éxito en el terreno de juego. Estos puntos se irán acumulando, y como si de un videojuego de rol se tratase, se podrán ir distribuyendo a placer en función de nuestras necesidades o estilos de juego. El sistema se siente un poco forzoso, no ofrece demasiadas posibilidades, y acaba convirtiéndose en un mero trámite. Da igual que entrenes a un jugador u otro, al final todos van encajando en las posiciones o estrategias y jugadas que queramos: es una mera cuestión de tiempo.
El otro gran modo es Ultimate Team, que no olvidemos nació en Madden, y que se ha vuelto aún más completo en Madden NFL 19. El principal cambio viene por el modo el llamado Solo Battle, un modo de juego que tiene sus raíces en las Squad Battles de FIFA y en el que podemos enfrentarnos a otros rivales en partidos controlados por la IA mientras recogemos puntos y vamos subiendo puestos en los ranking mundiales. En la línea de este último, encontramos Squad Solos, un modo más conciso y centrado en desafíos cooperativos con otro jugador y competir contra la máquina. También es destacable el amplio número de leyendas disponibles en los sobres para construir nuestro equipo preferido y el sistema Training, una opción que nos permitirá subir la química de nuestras cartas de cara a una mayor personalización.
Más realista que nunca
Madden NFL 19 es uno de los videojuegos deportivos más espectaculares del momento. El año pasado se vio muy beneficiado del salto técnico producto del paso de su antiguo motor gráfico al engine de la casa, Frostbite, y en esta edición se recogen los primeros frutos de la madurez y el dominio del mismo por parte de EA Tiburon. Hablamos de un videojuego que alcanza casi el fotorrealismo por momentos, con una iluminación mucho más creíble y menos artificial -el juego está pensado para el sistema HDR, potenciando los claros y oscuros de una manera más orgánica-, apostando por nuevos reflejos en los cascos y una textura de césped más voluminosa y tangible. Los modelados de los jugadores también se han visto mejorados, con rostros más parecidos a sus homólogos reales, mejores proporciones físicas -sobre todo se elimina esa cierta tendencia a crear cuerpos muy parecidos entre ellos- y unas animaciones excelentes.
Estas animaciones, frutos del nuevo sistema de movimiento de los jugadores, proporcionan momentos muy buenos, como pequeños gestos, expresiones y acrobacias por parte de los jugadores, así como colisiones entre ellos que realmente llegan a doler -hay algún que otro sack y hemos visto algún fumble que pueden llegar a hacerte esbozar alguna que otra mueca- Sí, pese a todo, Madden NFL 19 no está exento de problemas, y encontraremos golpes un tanto extraños, movimientos a veces muy artificiales e ilógicos e incluso algún que otro glitch como jugadores que parecen sujetar el balón cuando este ni siquiera los ha rozado. Sin embargo, si tuviéramos que destacar algo de toda esta presentación es el aspecto de verdadera retransmisión deportiva que ahora tienen los encuentros en Madden NFL 19.
Sí, la saga siempre ha apostado por hacernos creer que estamos viendo un partido, pero este año se ha ido más allá. Si en Longshot ya tenemos secuencias de vídeo reales, el nuevo ambiente antes de cada encuentro, con más tomas de los estadios, vestuarios y túneles de salida, consigue que nos tomemos más en serio el partido, y eso es algo a destacar. El sonido vuelve a estar un punto por encima con respecto a otros juegos deportivos, con una nueva ración de acertadas mezclas de efectos sonoros, gritos y quejas por parte de los jugadores o increíbles elementos ambientales por parte de las fervorosas gradas ante jugadas fallidas o de éxito. Si tenéis un buen equipo de sonido multicanal y una pantalla 4K, tened por seguro que si entra algún familiar o amigo y os mira de refilón mientras jugáis, creerá que estáis viendo una retransmisión de la NFL y no un simple videojuego.
Desgraciadamente, y pese a la mejora a nivel de grafía, menús y opciones, Madden NFL 19 llega en completo inglés. Entendemos que se trata de una maniobra comercial justificable, pero que nos molesta. El fútbol americano es un deporte minoritario en Europa, Latinoamérica o Centroamérica, pero existe una gran comunidad de aficionados hispanohablantes que merecen al menos una traducción de cara a disfrutar de este videojuego en sus respectivas plataformas. Traducirlo, además, podría tener un efecto beneficioso: quizás un número de jugadores podría incluso sentirse atraído por la propuesta y que la saga dejase de ser un título de nicho para convertirse en algo más.
Conclusiones finales
Madden NFL 19 es un videojuego mucho más divertido, realista y completo que su anterior entrega. Aunque no lo parezca a simple vista, y muchos piensen que se trata del habitual margen de mejora entre secuelas de una misma saga deportiva, EA Tiburon ha conseguido perfilar con atino aquellos elementos que producían cierta discordia en la edición del año pasado, y ha introducido una serie de cambios muy profundos a nivel jugable. Además de tener más control en las trayectorias de nuestros drives, el sistema Real Player Motion proporciona interesantes ajustes en la jugabilidad y el comportamiento de los jugadores, que en conjunción con el impresionante motor Frostbite, logran una simulación francamente realista.
Tanto si queremos disfrutar del modo franquicia, como del Madden Ultimate Team o las aventuras de Devin Wade en el modo narrativo Longshot, Madden NFL 19 se muestra como uno de los mejores videojuegos deportivos de los últimos tiempos, una gran entrega de Madden y un título de casi obligada compra para los aficionados en nuestro país al fútbol americano.
Hemos realizado este análisis en PS4 con un código que nos ha proporcionado EA.