Análisis de Guns Up! (PS4, PC)
Los juegos free to play se han instaurado en los sistemas iOS y Android desde hace ya muchos años. Este fenómeno, un modelo de negocio que posee tantos seguidores como detractores, ha tardado bastante más en llegar y popularizarse en otros sistemas, como por ejemplo las consolas domésticas. Pero cada vez son más las obras de este mismo estilo que aparecen en el mercado, como es el caso de Guns Up!, la nueva producción de Valkyrie Entertainment para PS4, si bien suponemos que aparecerá en otros formatos en unas semanas.
Y se deja notar que es un título free to play desde el comienzo debido a múltiples factores como su simplicidad, su escasa profundidad y la necesidad de tener que ir invirtiendo dinero (denominado munición en este caso) para ir potenciando a nuestro ejército… munición que es posible ir recopilando a medida que jugamos o, como ya imaginaréis, echando mano de dinero real a través de las siempre temidas microtransacciones.
Un RTS simplón
La jugabilidad que sirve como base de juego de Guns Up! no puede ser más sencilla en el sentido más amplio de la palabra. Hasta tal punto es así que, de hecho, en ocasiones tenemos la sensación de ser más unos espectadores que realmente los jugadores que están detrás del control de las tropas de un bando, aspecto que puede gustar a algunos usuarios (los menos curtidos en este tipo de ofertas jugables) pero puede resultar demasiado limitado para los expertos en este ámbito de títulos.
En origen, estamos ante un juego de estrategia en tiempo real (RTS) en el que debemos gestionar a nuestras tropas durante los escarceos en el campo de batalla así como ir construyendo nuestro cuartel general. Como veis no hemos empleado la palabra "controlar" porque, sinceramente, afirmar esto sería mentir, ya que los personajes tanto aliados y que forman parte de nuestro ejército como los adversarios son controlados o guiados por la CPU directamente. Una forma de simplificar las cosas que, insistimos, puede gustar o no en función de cada uno de vosotros.
Y si no tenemos control directo de nuestras unidades de combate, entonces, ¿qué es lo que hacemos y cuál es nuestro papel en cada contienda? Gestionar los recursos de nuestro ejército en su conjunto. Y nos explicamos. Cuando estamos en plena batalla, debemos ir escogiendo el tipo de tropas y la cantidad de las mismas que deseamos ir destinando a la batalla. Y a pesar de que al comienzo sólo es posible escoger entre un par de opciones, lo cierto es que a medida que progresamos e invertimos el dinero (la mencionada munición) necesaria es posible ir habilitando a médicos, artilleros, usuarios de lanzacohetes y un extenso grupo de otros soldados.
Cada uno de ellos posee su propio coste de producción, potencia de combate, velocidad, capacidad de desplazamiento y demás atributos, por lo que es necesario estudiar bien cada situación para escoger con acierto nuestro próximo movimiento.
Además de esto, también es necesario prestar atención a los botines que van dejando tras de sí los rivales tras ser eliminados. Y es que a media que transcurre la batalla es posible recoger diferentes objetos y cartas que se transforman tanto en munición adicional como en diversos power ups que es posible usar en tiempo real cuando lo creamos oportuno. Lanzar un cohete devastador a una posición estratégica, concentrar nuestro fuego en un grupo de tropas rebeldes o minar el recorrido son algunas de nuestras bazas, existiendo una cantidad considerable de ellas.
Y cuando no estamos en plena guerra, lo suyo es ir construyendo un cuartel general lo más completo posible. Podemos crear una amplia gama de edificaciones, desde campamentos a fortificaciones y demás, una oferta más que solvente para lo que suele ser habitual en este tipo de títulos.
Todo esto que os acabamos de comentar se lleva a cabo a través de varias pantallas de menú. Y lo cierto es que las interfaces de control resultan realmente claras y concisas, siendo muy sencillo tanto ir construyendo un cuartel general cada vez más sólido y poderoso como ir tomando las decisiones oportunas en tiempo real en el campo de batalla. Un aspecto (el sistema de control en general) que ha sido bien recreado por los desarrolladores y que, en este tipo de ofertas jugables destinadas a consolas, siempre se agradece.
Tanto las construcciones levantadas en nuestro cuartel general como las propias unidades pueden ser potenciadas siempre que así lo deseemos. Pero claro, para poder hacerlo es necesario invertir dinero, el cual como ya sospecharéis puede ser obtenido a lo largo de nuestras partidas o, por supuesto, echando mano de dinero real y micropagos, siendo esta última acción necesaria a poco que queramos crear un ejército decente sin invertir decenas de horas. Y si jugamos online, gozar de una milicia lo más completa posible es vital para conseguir victorias.
A este defecto ligado a su carácter free to play se añaden otros, como por ejemplo lo limitados que resultan sus modos de juego. El modo Campaña individual no deja de ser un mero tutorial extendido, quedando como modo estrella el PvP, opción interesante pero que puede quedarse corta rápidamente. Y no hay mucho más que disfrutar en esta producción, la cual termina siendo muy limitada a todas luces en este sentido.
Una guerra sin músculo técnico
En cuestiones meramente técnicas, se nota que estamos ante una producción humilde que simplemente trata de mantener un nivel aceptable… y poco más. ¿Es por ello un título malo desde este punto de vista? Para nada, ya que por lo menos no presenta defectos importantes.
La recreación de los campos de batalla no puede ser más sencilla. Todos ellos parecen meras maquetas de pequeñas dimensiones de espacios "estándar" rurales en los que podemos encontrarnos con pequeños campamentos, puentes, algunas construcciones, ríos, vegetación y elementos de esa índole. No hay nada que destaque en este aspecto y, además, hemos echado de menos una variedad más cuantiosa de entornos. Pero por lo menos todos ellos se muestran sólidos, se aprecian con la suficiente nitidez y no obstaculizan el campo de visión de lo que va ocurriendo en imagen, que en estos títulos es un aspecto vital.
Los personajes, por fortuna, tienen algo más de gracia. Y esto es debido a sus animaciones, que sin ser las mejores que hemos visto en un título de estas características, por lo menos dotan a las contiendas de un dinamismo que le sienta realmente bien. El modelado de todas las unidades es, por otra parte, bastante simple y para nada detallado, pero al menos es fácil distinguir a unas de otras, un punto a favor que además beneficia a la jugabilidad porque, de un vistazo rápido, podemos conocer perfectamente qué unidades rivales y aliadas se hallan en el campo de batalla.
En resumen, estamos de uno de esos títulos más bien discretos pero que se las apañan para albergar de un aspecto visual relativamente agradable y sólido. Y en un juego de naturaleza free to play, esto es algo bastante entendible.
El apartado sonoro es aún más simple y pasa muy desapercibido. Lo más llamativo son los efectos de sonido, que cumplen con su cometido sin demasiados problemas, pero la banda sonora no ostenta peso alguno y se echa en falta algún que otro diálogo entre los diferentes personajes. Un apartado funcional en cualquier caso, pero carente de ningún tipo de floritura ni nada que le haga destacar de manera notable.
Conclusiones
Guns Up! es uno de esos títulos agradables de jugar, sobre todo durante los primeros compases. Su sencillez para tratarse de un juego de estrategia es realmente encomiable y por eso mismo es un título bastante apto para aquellos jugadores neófitos dentro de este género. Además, al tratarse de un título free to play, es una buena forma de probar un RTS ligero y comprobar si nos gusta o no. El problema es que carece de la profundidad suficiente y por eso mismo al cabo de unas horas se vuelve algo predecible y monótono… a no ser que juguemos contra otros jugadores.
El juego ha sido analizado descargándolo gratuitamente de PlayStation Store.