Análisis de Flockers (PS4, iPhone, Android, PC, Xbox One)
Team 17 es uno de esos estudios, que con muy poco, saben y consiguen impregnar de una fuerte y férrea personalidad intransferible a aquellos desarrollos y videojuegos que nacen bajo su amparo. Worms es una saga con sus más y sus menos -hay entregas mejores y peores-, pero ha sabido marcar un antes y un después en su género -que casi nos atreveríamos a decir, que bien podría considerarse un género propio- llevando a miles de jugadores a seguir las aventuras belicosas de los famosos gusanos a través de los años y las decenas de plataformas distintas para las que ha sido desarrollado. Ahora Team 17, tras varios revivals y remakes de algunos de sus anteriores juegos clásicos, nos presenta y apuesta por una jugabilidad nostálgica, herencia directa del famoso Lemmings de DMA, pero con las queridas ovejas de Worms como protagonistas.
Cuidando al rebaño
El punto de partida de Flockers, es idéntico al del venerado clásico, Lemmings. Al igual que el popular título de DMA, deberemos guiar a unas indefensas criaturas a lo largo de unos intrincados niveles, desde un punto de salida a la meta. Nuestra tarea no es otra que la de ejercer de pastor, indicando las acciones a realizar por nuestro rebaño, y encomendándoles las diferentes tareas a sus integrantes por el bien de todas las ovejas que buscan desesperadamente la salida.
El camino no es -ni será-, ni mucho menos, fácil. Flockers es un juego con una dificultad alta, que penaliza al jugador -y a las pobres ovejas protagonistas- por los errores cometidos o la falta de reflejos, con lo que cualquier desliz o distracción, se pagará cara.
Al igual que en el citado Lemmings, cada nivel tendrá una serie de recursos que deberemos gestionar de forma estratégica, sobre todo a la hora de adjudicar un rol y un papel concreto a cada oveja de nuestro rebaño. Con atino y rapidez, tendremos que elegir las acciones pertinentes para con cada oveja, haciéndoles saltar, volar, estallar o establecer escaleras y muros, a fin de que sus compañeras de viaje tengan una posibilidad de sobrevivir y avanzar. Mediante una interfaz cómoda -que en consola, concretamente en la versión de Xbox One que hemos analizado, nos ha parecido muy correcta-, iremos asignando trabajos y oficios a cada una de nuestras ovejas. Quizás, y aunque el control en consola con joystick es bueno, Flockers sea más recomendable en PC, por accesibilidad de interfaz y respuesta con el ratón.
Volviendo al tema del rol y la especialización de las ovejas, cabe destacar que por ejemplo, tendremos a unas cuantas que podrán saltar, otras que escalarán las más escarpadas paredes y otras que servirán para realizar y asentar escaleras ovinas para que otras suban por ellas. Cada rol y movimiento tiene un número determinado y un coste -que podemos revertir, previo gasto, en cualquier momento también- con lo que la gestión y la estrategia deben estar siempre presentes. Los primeros intentos, en las más tempranas fases, pueden que nos salgan bien sin pensar demasiado, salvando a la gran mayoría de nuestras amigas merinas.
Más tarde, al traspasar la frontera de la primera docena de fases, nos encontraremos con las primeras disyuntivas verdaderamente duras, en las que deberemos realizar maniobras casi milimétricas para que no suframos demasiadas pérdidas, y en las que un fallo llevará al abismo o a la cortadora a todas nuestras ovejas, que irán una tras otra a su propia perdición. La gracia de Flockers es que tendremos que actuar de forma rápida, porque además de luchar contras las enormes y recurrentes trampas del entorno -y de algunos enemigos concretos-, también tenemos que luchar contra el tiempo.
En función de nuestra pericia, se nos recompensará con más o menos puntuación, otorgándose una clasificación al terminar el nivel de un máximo de tres estrellas. Además, se nos bonificará por rescatar a algunas de las ovejas doradas ocultas y aprisionadas en celdas, por salvar a un número determinado del rebaño y por terminar en poco tiempo. Si lo hacemos muy bien, incluso desbloquearemos niveles de bonus especiales o apariencias disparatadas para nuestras ovejas -que irán desde un simple tinte rosa a trajes de Rambo, skins de zombis y otras cosas similares e igualmente divertidas-.
Bien diseñado, divertidamente grotesco
Flockers es un juego que está bastante bien diseñado, y cuya curva de dificultad nos parece muy ajustada. Pese a que los caminos y las soluciones a una gran mayoría de puzles y rompecabezas en Flockers está bastante clara, cada jugador puede afrontar un nivel de una manera diferente, decidiendo si el sacrificio de un número de ovejas puede aportar un camino fácil, rápido y en menor tiempo o si es mejor tardar más para salvar a tantas integrantes del rebaño como nos sea posible. Los niveles son variados, y pese a compartir una cierta ambientación industrial -en teoría, estamos en la fábrica de armamento de los celebérrimos Worms-, no producen en ningún momento agotamiento en el jugador o el devenir de la partida -algo que suele pasar con bastante frecuencia en este tipo de juegos-. Quizás el mayor problema al que se enfrenta Flockers, es a la excesiva repetición de su propia fórmula, que puede llegar a cansar pese a los intentos variados de este para distraer al jugador con constantes efectos, trampas y efectos colindantes en las diferentes fases que incluye en su lanzamiento.
Además, por si fuera poco, Flockers retiene cierto humor grotesco y negro herencia directa de los gusanos de Worms. Bajo esta apariencia gore, veremos como las ovejas acaban aplastadas, destripadas, electrificadas o se despeñan desde decenas de metros estampándose contra el suelo a la mínima. Muchas veces estos sangrientos finales serán inevitables, pues nos veremos obligados a sacrificar a algún que otro número de valientes ovejas por el bien de la mayoría, pero otras tantas muertes y carnicerías vendrán derivadas, como decíamos más arriba, por algún despiste o desliz. Pero en el fondo, ver como todas -o casi todas- tus ovejas en Flockers van sin vacilar al peligro o al punto más puntiagudo y afilado de la rueda mecánica tiene un punto morboso y escandaloso que hará que más de una vez nos riamos al ver el fatídico destino.
Flockers es un juego técnicamente muy competente, que pese a tener una férrea perspectiva 2D y no deslumbrar en casi nada, juega con el uso tridimensional de los escenarios y las ovejas protagonistas, permitiéndonos -si así lo queremos- acercar la cámara hasta focalizar la acción del juego sin ningún tipo de problema. El sonido es igual de bueno, con efectos sonoros metálicos e industriales constantes, que combinados con los balidos de las ovejas, dan a luz una extraña mezcla. El juego se encuentra en castellano, y cuenta -o al menos, contará- con un soporte de creación de niveles en el que los usuarios podrán enviar los diseños de sus propios niveles para compartirlos con otros jugadores a través de internet.
Conclusiones finales
Seamos claros: Flockers quizás no sea demasiado original o brillante, y puede que más allá del impacto de la primera partida, no nos quede nada -aunque podemos volver a jugar los niveles en busca de una mejor puntuación, o descargar las fases que comiencen a subir y compartir los usuarios del juego en un futuro-. Pero después de unas cuantas partidas, acaba por enganchar. Guiar a las indefensas ovejas por la retorcida maquinaria de los gusanos, usarlas de carne de cañón o intentar que todas consigan sobrevivir una ronda más para así pasar a la meta sin penalizar, tiene algo. Su curva de dificultad está muy ajustada, y su variedad de diseños, trampas e ingenios steampunks grotescos y un tanto enfermizos es muy atractiva. Tanto en consola como en PC se deja jugar perfectamente -sobre todo en PC, por la accesibilidad que brinda el ratón-. Flockers es un entretenido y divertidamente macabro contacto con los rompecabezas de antaño, aderezado con el toque que únicamente Team 17 sabe dar a sus desarrollos y videojuegos.