Análisis de Earth Defense Force 4.1: The Shadow of New Despair (PS4, PC)
A pesar de la irrupción de los juegos independientes, que son diferentes por definición, sigue siendo complicado para el paladar medio del jugador occidental acercarse a obras tan niponas como Dynasty Warriors, Onechanbara, Yakuza o la saga que nos ocupa: Earth Defense Force.
De hecho, es más normal encontrar jugadores a favor de un título que bebe tanto de la tradición nipona de hacer juegos como Undertale, que de los juegos anteriormente citados. El motivo principal seguramente sea que es más fácil ponerse a jugar a un juego independiente conocido que a un juego japonés, de estos más o menos extremos. Dicho de otro modo, es más accesible (por plataformas), barato y rápido acabar jugando a Super Meat Boy, The Binding of Isaac, Nuclear Throne o cualquier otro éxito independiente que a los ejemplos que hemos elegido, pues de salida son más caros (luego los puedes encontrar a precio de saldo en cualquier tienda que se precie), suelen ser juegos sólo de consola (una tendencia que poco a poco va cambiando), y menos inmediatos de jugar, con sus menús y sus cargas, además de tener usos y formas tradicionales en las tres dimensiones.
Dicho esto, son juegos que han encontrado un nicho bastante fiel, y se suele, de alguna manera, hablar de ellos. Si antes de que apareciese la posibilidad de las descargas digitales (que recordemos, tienen un coste nimio para el editor) ya los recibíamos en forma de juegos baratos (como la serie Onechambara), con la posibilidad de poder adquirirlos de manera digital es más raro que se nos escape alguno de estos títulos, lo que da cierta variedad a los mercados digitales.
Además, las dos entregas que han aparecido últimamente (de la mano de Badland Games, que han seguido la estela de la desaparecida Virgin de traer juegos muy japoneses como la saga Neptunia, Persona, BlazBlue o Steins Gate) están basadas en versiones previas, de manera que permiten a usuarios actuales ponerse al día con versiones anteriores de esta saga.
Esto es más acusado en la entrega de PlayStation Vita, Earth Defense Force 2: Invaders from Planet Space, ya que la base es el Global Defence Force de PlayStation 2, una época en la que ni había descarga digital ni es tan fácil encontrar el juego en tiendas de segunda mano, pero también se puede considerar para este Earth Defense Force 4.1: The Shadow of New Despair, que como bien dice el nombre es la cuarta entrega de la saga, y además está mejorada respecto a la versión de PlayStation 3 y Xbox 360.
Como siempre, la historia no está demasiado elaborada. Ocho años después de la última invasión alienígena, estos vuelven a la carga otra vez despertando miriadas de hormigas gigantes y todo tipo de monstruos. Así que nosotros, ya sea en solitario o formando parte de un grupo de valientes defensores del planeta Tierra, elegimos a cualquiera de los héroes para liberar a nuestro bello planeta del acoso invasor.
Tenemos cuatro personajes para elegir, desde el clásico Ranger, un soldado raso capaz de pilotar naves y usar un armamento variado, hasta la siempre sorprendente Wing Diver, una guerrera equipada con un jetpack que le permite realizar acciones que el resto de miembros de la fuerza de defensa de la Tierra sólo puede permitirse gracias a ciertos engendros que se puede encontrar con el camino.
Además está el ya no tan novedoso Fencer, una bestia parda acorazada de desplazamiento más pausado (excepto cuando usa el turbo), y el aburrido a un jugador Air Diver, un tipo de personaje ideal para apoyo, con más armas que nadie, pero muy difícil de controlar en un sólo jugador, ya que carece, sobre todo al inicio, de armas útiles con las que enfrentarse a ejércitos de hormigas gigantes. Para que nos entendáis, la pistola básica de esta clase es un arma que lanza bombas lapa, de manera que cuando se han lanzado todas puedes explotarlas, procediendo a la recarga en ese momento, lo que mezclado con su escasa munición hace que tengamos que usar otras estrategias diferentes al resto de clases para poder sobrevivir en solitario.
Independientemente del personajes que escojamos, entraremos en ese maravilloso bucle de la adicción que resulta ser el de empezar una pantalla, liarnos a tiros con todo tipo de engendros (y cuando decimos todo tipo nos referimos a hormigas o arañas gigantes, dragones, robots, platillos voladores, monstruos enormes estilo Godzilla y otras barbaridades de todo tipo), los cuales al ser derrotados dejarán en caer, en ocasiones, algunos ítems de mejora de armadura, de armas y de recuperación de vida.
Son las armas el tipo de objeto que más juego da, y podremos usarlas una vez superada esa fase, de manera que muchas veces seguiremos jugando sólo por poder probar lo que acabamos de adquirir, sólo para darnos cuenta que la fase es divertidísima, pasan muchas cosas en pantalla, y además nos dan más armas después.
Además, este Earth Defense Force 4.1 arregla algunos fallos o incorpora mejoras realmente notables respecto a la versión de PS3 y Xbox 360. Como añadido notable, además de otros monstruos y más niveles, nos encontramos con la posibilidad de usar el Walking Fortress Balam, una verdadera animalada de robot que aguanta carros y carretas, y que destrozará enemigos a puñetazos. Sólo por la sensación de llevar esa bestialidad casi os diríamos que vale la pena volver a adquirir este juego, porque está recreado con un sentido de la inmensidad tremendo.
Pero además, hay un par de mejoras que son realmente agradecidas. La primera es la de jugar en PlayStation 4, que con un juego que maneja una barbaridad de bichos gigantes se nota mucho. El salto es notable respecto a PS3 y Xbox 360, pero comparado con PlayStation 2 es otro mundo, ya que la fluidez de acción es mucho mejor y estable, salvo momentos muy puntuales que no tienen ni porqué llegar en una partida. Pero además una queja habitual de la saga era la imposibilidad de apuntar correctamente con los vehículos, y ahora portan una mirilla láser que facilita bastante las cosas.
Gráficamente se nota bastante la mejora respecto a la versión de las antiguas consolas, no sólo por la mayor fluidez, sino porque todo está mejor hecho, tanto a nivel de modelado como de texturas y efectos. Los Earth Defense Force no se toman nunca demasiado en serio, y esto se nota en el aspecto gráfico, capaz de juntar tantas cosas en pantalla que el efecto visual produce más carcajadas que atracción, pero con todo, consideramos que el resultado es interesante.
No podemos decir lo mismo del sonido, que ciertamente es más bien desagradable, como a fin de cuentas puede ser una invasión de hormigas gigantes. Aparte de mucho ruido y pocas melodías interesantes, el sonido también cuenta con las voces de la IA, y lo cierto es que si bien es mejorable, contribuye a crear ese ambiente de serie Z que tanto nos puede gustar a unos, y tan poco a otros.
Conclusiones
Si a todo este cóctel le añadimos una gran cantidad de fases, modos multijugador (local y online) y diferentes niveles de dificultad, consideramos que Earth Defense Force 4.1: The Shadow of New Despair es uno de esos juegos imprescindibles si te gusta la acción más frenética y entiendes los videojuegos de manera desenfadada, y no pidiendo excelencia en todas las áreas. Si podéis disfrutar así de los juegos, dadle una oportunidad.
Hemos realizado este análisis gracias a un código de descarga que nos ha proporcionado PQube.