Análisis Dread Nautical, estrategia y zombis en altamar (PS4, iPhone, Xbox One, PC, Switch)

Zen Studios ha estado asociada a los juegos de pinball desde hace más de una década, ya sea con los Zen Pinball, Pinball FX y multitud de variantes con licencias, incluyendo Star Wars Pinball o Bethesda Pinball. De vez en cuando salen de su zona de confort y nos ofrecen aventuras diferentes, como los CastleStorm o el nuevo Dread Nautical, un RPG táctico por turnos lanzado en iOS el pasado otoño –vía Apple Arcade- y que ahora llega a PC –Epic Games Store-, PS4, Xbox One y Nintendo Switch.

Pese a su título –pavor náutico-, la lúgubre voz en off de su introducción y los guiños a Lovecraft, lo cierto es que no estamos ante un juego excesivamente terrorífico, oscuro o violento; hay elementos de supervivencia, pero aplicado a un SRPG con mapas aleatorios. Su historia inicial tampoco nos ofrece mucho contexto de lo que nos espera: un elegante crucero sufre un incidente que transforma en monstruos –pongamos zombis mutantes- a la mayoría de su tripulación.

Somos uno de los supervivientes del barco y la misión es clara: explorar los pisos, conseguir recursos, alimentos, armas y todo aquello que nos sea útil para progresar por más zonas del barco. Ocasionalmente encontraremos más supervivientes que, con suerte, se unirán a nuestro grupo.

¿Vacaciones en el mar?

No demasiadas novedades para los jugadores de SRPG, aunque sabe dar algunas vueltas de tuerca para compensar la escasa profundidad de sus sistemas con mecánicas roguelite. Tenemos dos fases de juego: exploración y combate. Aunque no se ve siempre, el desplazamiento por pasillos y habitaciones se hace en una rejilla cuadriculada, pero en la fase de exploración esto tampoco nos afecta demasiado pues no hay ningún tipo de límite a los movimientos: simplemente pincha al lugar al que deseas ir, y el personaje irá a la zona. De esta manera puedes encontrar algunos objetos, objetos clave e inspeccionar cada sala. El objetivo general de cada piso es hacer sonar la bocina del barco, momento en el cual comienza de nuevo el ciclo desde nuestro refugio en las bodegas para ascender de nuevo en el ascensor.

Aunque no lo encasillaríamos en el survival horror, de estos juegos tiene algo que nos mantendrá en tensión: su limitado inventario. No te costará mucho llenar los bolsillos de tu personaje y empezar a descartar recursos. ¿Qué prefieres, nuevas armas para estar preparado cuando se rompa la cañería que utilizas para golpear, o más espacio para objetos curativos? En la base, también podremos reparar –o mejorar- objetos y subir de nivel las instalaciones con la chatarra que encontramos, así que en todo momento debes tener claras tus prioridades de progreso. Como en otros juegos de mapas aleatorios, quizás encuentres la salida del piso pronto, pero puedes arriesgar a ver las salas inexploradas para volver con un botín mejor.

Ahora bien, el barco no está vacío y nos cruzaremos con muchos zombis dispuestos a acabar con nuestra vida. Dependiendo de nuestro nivel de dificultad elegido, la penalización de la muerte es más o menos dura: en normal perdemos lo conseguido en la última partida, pero podremos volver al último día y nuestros compañeros seguirán con nosotros. En difícil se castiga más la derrota, los compañeros se pierden en el barco, y en modo locura directamente pierdes todo y debes comenzar de nuevo. El protagonista, de quien no hemos hablado, queda a nuestra elección entre varios a elegir, cada uno con unos valores determinados de vida, puntos de acción, inventario, habilidades activas y pasivas.

La jugabilidad es la que podíamos esperar en estos casos, y una vez entramos en el radio de visión de un enemigo, comienza la fase de lucha. Hay que decir que muchos enemigos están dormidos y pueden ser esquivados si no hacemos ruido, pero también pueden ser sorprendidos –lo cual nos da una pequeña ventaja-. Utiliza un sistema por turnos, es decir, cada acción –desplazamiento, puñetazo, ataque con arma, uso de objeto- consume un número de puntos y cuando se agotan, actúa un compañero o el enemigo. Todo se hace de manera intuitiva –a fin de cuentas, nació en sistemas móviles-, sin necesidad de moverse por complejos menús, así que es apto para novatos.

Los compañeros tienen algo más de miga de lo que aparentan, pues disponen de un sistema de confianza. Antes de unirse a nuestro grupo debemos cumplir una serie de requisitos, y lo que es más costoso, una vez a bordo necesitan su espacio en el refugio y alimentos. El problema es que la alimentación no abunda y a cada día que pasa los personajes –incluido el tuyo- deberán llenar su estómago, y no hacerlo tiene sus consecuencias. En resumen, más compañeros supone también más gestión del grupo, pero se hacen necesarios porque el juego no es precisamente un paseo.

En conjunto, Dread Nautical es un buen juego táctico que brilla en sistemas móviles, pero queda en una posición un punto más discreta en los sistemas domésticos. Aunque engancha y sabe divertir, la oferta es muy amplia en estas plataformas, con juegos más complejos y originales. El mérito de Zen Studios es adaptar muchos temas generalmente orientados a un público muy determinado –género que a veces peca de complejo, la ambientación de terror, dosis de roguelike- pero simplificando la fórmula para que pueda ser jugado en PC, consola o móvil, sin que por ello resulte tan insípido que no merezca la pena.

Terror cartoon

La mejor manera de describir la ambientación del juego es la de terror cartoon. En parte por su origen para Apple Arcade, el arte del juego no busca en ningún momento causar miedo, y los monstruos son formas grotescas sin demasiado detalle. No diremos que es una especie de versión infantilizada de los survival horror, pero desde luego que en ningún momento buscará dar miedo o sustos, sólo tensión y más por la amenaza de perder una partida que por lo explícito de unos gráficos caricaturescos bastante agradables. El sonido no destaca demasiado, pero tampoco molesta.

Conclusiones

Buenas ideas en Dread Nautical, aunque ninguna original y sin la maestría detrás de un equipo experimentado en la estrategia por turnos. A veces parece que el juego intenta hace demasiadas cosas, como esa indefinición entre una historia de terror contada por personajes con aspecto a figura de plástico; la estrategia queda un poco corta durante las batallas, pero existe un sistema de desgaste en equipamiento, alimentación y recursos escasos que sí eleva la dificultad, obligándonos a tomar más de una decisión difícil. Si bien nunca deja de ser un juego táctico por turnos, al final tenemos una curiosa mezcla de influencias. Un título muy interesante en el mercado móvil que por fin puedes disfrutar en sistemas domésticos.

Hemos realizado este análisis en PC con un código que nos ha proporcionado Zen Studios.