Análisis de Dishonored: La muerte del Forastero (PS4, PC, Xbox One)
Los episodios independientes basados en sagas de éxito (o, directamente, en alguno de sus capítulos) se están poniendo de moda. Y es que al muy notable Uncharted: El Legado Perdido aparecido recientemente, se suma ahora la llegada de Dishonored: La Muerte del Forastero. Un spin-off realmente bueno que toma como base jugable y ambiental Dishonored 2 pero que nos relata una nueva narrativa y nos invita a controlar a uno de sus personajes secundarios, Billie Lurk.
Esta chica se reúne (después de rescatarle en la primera misión) con su gran mentor, Daud, un asesino experto, y tiene la misión de acabar con el ya conocido Forastero, el mago de ojos negros y más cercano a la naturaleza de un Dios que a la humana.
Una misión casi suicida que, según parece, pondrá fin al arco argumental principal de esta saga (aunque muchos rezamos para que no sea la última entrega de esta gran creación de Arkane Studios).
¿Es necesario haber jugado a los títulos precedentes de la saga para disfrutar plenamente de este episodio independiente? Y la respuesta es para nada, dado que es una aventura en sí misma y con entidad más que suficiente, si bien es cierto que, lógicamente, si se ha disfrutado de las anteriores ediciones de Dishonored, especialmente de la más reciente, gozaremos de un trasfondo conjunto y un conocimiento global mucho más amplio del argumento en su totalidad.
Familiar e irresistible
El cambio de protagonista conlleva, como era de esperar, nuevas aptitudes. En lugar de reciclar las habilidades de Corvo y Emily (los protagonistas precedentes de esta serie), Billie goza de su propio arsenal de habilidades, un set no demasiado elevado ciertamente pero sí suficiente como para permitirnos jugar y superar cada objetivo principal como más nos apetezca.
Las tres aptitudes sobrenaturales principales que Billie puede efectuar son Desplazamiento, Semblanza y Presagio. Desplazamiento nos permite escoger un punto de marcado para, posteriormente, llegar hasta él desde una distancia determinada. Una evolución de la habilidad más característica de Corvo, Guiño, que es una de las más útiles a lo largo de todo el juego. Semblanza nos permite tomar el aspecto de cualquier persona viva (ideal para pasar inadvertidos), mientras que Presagio viene a ser un modo etéreo en el que el tiempo se detiene mientras examinamos los alrededores de mientras abandonamos nuestro cuerpo. Y mientras lo hacemos, podemos marcar enemigos, algunos objetos fundamentales e incluso dejar un punto de marcado para emplear más tarde Desplazamiento.
Estas habilidades consumen magia, la cual se agota tras unos segundos o después de varios usos de cada una de las habilidades pero se regenera sola, sin necesidad de tener que emplear pócimas azules como era habitual en las anteriores entregas. Pero Billie esconde otras aptitudes más, dado que puede desde escuchar a las ratas para conocer ciertos detalles y pistas o usar armas secundarias como dardos eléctricos o ígneos, granadas y demás artefactos útiles.
Lo mejor de todo es que todas estas habilidades nos permiten ir superando cada objetivo que nos marcan como creamos oportuno. Existen multitud de formas de superar cada obstáculo que nos presenta la aventura y de nosotros depende encontrar la mejor forma de hacerlo. ¿Entramos a una casa por la puerta principal, por una ventana o por un tejado? ¿Acabamos con los guardas que la custodian, los dejamos inconscientes o, simplemente, pasamos inadvertidos?
Esto mismo sucede con lo que deseamos ir materializando en cuanto a la cantidad de objetivos que nos van marcando. Para cumplir cada misión tenemos que ir cumpliendo ciertos objetivos y, mientras tanto, van surgiendo otros que podemos superar o no. Y no sólo eso. Los contratos nos permiten obtener recompensas extra, aumentando de paso la vida útil del juego y dotándole de una mayor profundidad.
Además los escenarios esconden numerosos secretos, siendo los más atractivos los ya clásicos Talismanes de Hueso, que nos proporcionan ciertas ventajas al equiparlos como poder saltar más alto y más lejos, absorber parte del daño causado al caer desde las alturas, mayor velocidad al desplazarnos sigilosamente...
Una jugabilidad tremendamente familiar para todos aquellos que hayan disfrutado de esta saga anteriormente, lo cual tiene su parte buena y mala. Lo bueno es que es un capítulo de Dishonored de pleno derecho, más corto eso sí (unas ocho o diez horas si queremos encontrarlo todo) y sin tanta profundidad, pero igual de desafiante y divertido. Y además su guion es bastante bueno, si bien la forma en la que va narrándose la trama nos ha parecido mejorable.
Sin embargo también es justo señalar que alguna que otra innovación de peso a la fórmula de juego ya tradicional le hubiera sentado muy bien, aunque puede que esto sea ya mucho pedir para lo que al fin y al cabo es esta obra, un capítulo independiente que llega a precio reducido, unos 30 euros. No sorprende bajo ningún concepto, pero sigue siendo un título deliciosamente divertido y lleno de posibilidades jugables.
En cuanto a su disposición gráfica, el título emplea una vez más el Void Engine de Arkane Studios para dotar a Karnaca de mucha vida y de un colorido y ambientación mediterráneo… aunque en cuanto exploramos un tanto los callejones y el interior de la mayoría de las casas, nos encontramos con la crudeza y la pobreza en la que están sumidos la inmensa mayoría de habitantes de esta urbe. Una ambientación realmente magnífica que enmascara un motor gráfico al que empiezan a pesarle los años, dicho sea de paso, pero que de momento sigue proporcionando buenas prestaciones.
Y para terminar, el apartado sonoro rinde a un nivel sobresaliente, tal y como esperábamos. Una vez más todos los diálogos han sido doblados a nuestro idioma con gran acierto, un aspecto que siempre es muy plausible. Los efectos de sonido son también excelentes y la banda sonora, que quizá pasa más desapercibida, sabe cómo ganar protagonismo cuando la situación lo requiere.
Una nueva lección de sigilo
Como era previsible, Arkane Studios nos brinda una nueva muestra de lo que mejor saben hacer: aventuras repletas de posibilidades donde lo que prima es el sigilo. Un título muy bien construido que goza de un diseño de niveles espléndido, una protagonista muy interesante y una jugabilidad fantástica que nos concede mucha libertad de actuación. Imprescindible ya no sólo para los seguidores de la saga, sino para todos aquellos que buscan algo más que pegar tiros. Es corto, pero merece la pena.
Hemos realizado este análisis en su versión de PS4 con un código de descarga proporcionado por Bethesda.