Análisis de Battlezone (PS4, PSP, PC, Xbox 360)
Los tanques futuristas de Atari de Battlezone fueron una de las propuestas más interesantes de cuantas se podían disfrutar durante los años 80 en nuestra industria. Un concepto tan simple como disparar a diferentes objetivos desde la cabina del tanque del futuro en el que nos encontrábamos era una tarea tan irresistible como entretenida para muchos jugadores.
Lo increíble del caso es que exactamente esta misma disposición, que lleva a sus espaldas varias décadas, ha sido la misma escogida por Rebellion para dar vida a su primera producción destinada a la Realidad Virtual, en este caso PlayStation VR, en una reinterpretación de ese mismo juego.
Tron, pero con tanques
La propuesta de esta obra de Rebellion es, por lo tanto, realmente sencilla de explicar. Debemos salir a combatir a vastas zonas de juego subidos a la cabina de nuestro tanque desde una perspectiva en primera persona, siendo necesario realizar la misión que nos encomienden en cada caso.
Para cumplirlas debemos deambular por escenarios que nos permiten desplazarnos libremente, y acabar a disparo (o misilazo) limpio con todo tipo de adversarios. Un concepto tan sencillo como atractivo, especialmente si disfrutamos de la campaña en modo multijugador. El modo online puede dar cabida a cuatro participantes a la vez, siendo de lejos la mejor opción que nos ofrece Battlezone.
Y, os lo avisamos desde ya, querréis hacerlo. ¿Y por qué? Pues porque estamos ante un título realmente desafiante, como lo eran los juegos de la época en la que se basa esta puesta al día de Rebellion del título original de Atari, esta opción suaviza un tanto dicho nivel de dificultad tan elevado. Puede que las primeras misiones las superemos sin demasiadas dificultades, pero ya os avisamos que a medida que progresamos las cosas se complican de manera incluso frustrante.
¿Lo más desalentador? Que gozamos de un número limitado (y escaso) de vidas que, una vez se nos agotan, ¡se acabó la partida! Y si eso sucede (que lo hará) nos tocará regresar de nuevo al comienzo del tablero por el que podemos desplazarnos libremente a través de sus teselas. Y dicho tablero, al igual que los propios escenarios, se genera de manera procedural en cada nueva partida, lo cual prolonga bastante la duración del título.
Por fortuna, para salir airosos de cada misión podemos echar mano ya no sólo de la compañía de nuestros aliados (eso sí, todos comparten las vidas restantes), sino también de diferentes tanques y mejoras para los mismos. Cada vehículo es diferente y posee su propia gama de armas y gadgets, desde ametralladoras a lanzadoras de misiles teledirigidos. Y si ganamos el dinero suficiente, podemos pasarnos por determinadas zonas para adquirir ciertas mejoras.
Éstas van desde la regeneración de los escudos de nuestro tanque a la recarga activa de nuestras armas o, lo más útil de todo, ¡adquirir más vidas extra! Os aseguramos que esta última será la opción más atractiva de todas a la hora de encarar este exigente desafío que supone esta obra.
Por su parte, el control es sensacional. El DualShock 4 se utiliza como en cualquier otro juego de disparos en primera persona, empleando las dos palancas para movernos y girar la cámara; y los botones para realizar las acciones principales como disparar o recargar. ¿Y PSVR para que se usa entonces? Pues para dos aspectos fundamentales.
Por una parte, es indescriptible la sensación que nos proporciona dicho aparato. Pocos juegos de PSVR consiguen transportarnos a un mundo tan inmersivo como el que nos regala esta gran producción. Aquellos de nosotros (como el que escribe) que siempre habéis deseado adentraros en un mundo similar al creado para dar vida a Tron lloraréis de emoción.
Pero también PSVR nos abastece de otro elemento fundamental que, de hecho, afecta positivamente a la jugabilidad. Y es que la posibilidad de poder observar con libertad los escenarios nos permite rápidamente conocer la posición de nuestros rivales sin necesidad de estar siempre fijándonos en el radar que se encuentra en la parte frontal de nuestra cabina. En un juego tan difícil como este, se agradece.
Tampoco es desdeñable el tema del micrófono que está integrado en el casco de esta nueva forma de jugar en PS4, dado que podemos comunicarnos con nuestros compañeros de manera muy sencilla, dándonos la sensación de estar verdaderamente sumergidos en un tanque del futuro.
Pensamos que, de largo, estamos ante una de las mejores experiencias de juego que nos proporciona PSVR. Su calidad-precio está fuera de toda duda, creemos que goza de una duración más que decente y, además, es realmente divertido y aporta esa sensación de inmersión que sólo es capaz de proporcionarnos la Realidad Virtual. No tiene nada que ver contemplar este juego en acción en la pantalla de la televisión que a través de PlayStation VR, eso os lo aseguramos.
A pesar de todo esto, el título también posee sus inconvenientes. Para empezar, ya os avisamos que se trata de uno de esos juegos que pueden producir mareos. Y es que el movimiento en entornos virtuales sigue siendo el gran problema de la nueva tecnología que nos proporcionan estos cascos, y en Battlezone podemos sufrir por esta misma causa.
Por su parte, las misiones se tornan repetitivas hasta la saciedad, ya que casi siempre debemos acabar con los rivales de turno o proteger a un objetivo. Poco más. Y algo similar sucede con los fondos, dado que a pesar de generarse de manera procedural, la realidad es que apenas es posible advertir dos o tres entornos distintos.
Pero lo que más nos ha defraudado es la ausencia de modo multijugador competitivo. De hecho, hemos querido esperar a tener lista esta review para poder probar el modo online, que no en vano es el que aparece en la parte de arriba de la lista de modalidades que nos ofrece esta producción. Pero más allá de la posibilidad de poder jugar en cooperativo, el título no nos permite combatir contra rivales de carne y hueso en modos creados para atender dicha demanda. Y en un juego como este, se echan muchísimo de menos. Si lo integraran mediante un parche sería algo maravilloso.
Lo que sí que nos ha parecido muy apropiado es su apariencia gráfica. Y es que debido a su acertada línea estética, es uno de los juegos que mejor lucen de cuantos han aparecido para PlayStation VR.
Los paisajes futuristas muestran unas líneas estilizadas y claras, pudiendo observar todo lo que sucede en pantalla con una nitidez realmente notable, algo que en otros títulos de esta plataforma no sucede. Además todo se desarrolla de manera muy fluida a pesar de que en pantalla pueden llegar a aparecer bastantes adversarios de manera simultánea, lo cual nos proporciona una jugabilidad siempre suave.
El sonido también nos ha gustado, desde los efectos sonoros característicos y bien realizados a la voz femenina que nos instruye en cada aspecto del juego (en inglés con subtítulos en español), como si fuera una IA.
Conclusiones
Puede que sorprenda a algunos de vosotros pero Battlezone es una de las experiencias más conseguidas de cuantas han aparecido para PlayStation VR en su llegada a las tiendas. Es posible que posea menos nombre que otros competidores como Batman Arkham VR, Until Dawn: Rush of Blood o PlayStation VR Worlds, pero se trata de una experiencia más interesante, divertida y duradera. Tiene sus defectos, como su monotonía de situaciones o la ausencia de modos competitivos online y, encima, puede provocar mareos, pero a pesar de eso se trata de un juego realmente atractivo.
Este análisis ha sido elaborado con un código de descarga proporcionado Sony.