Análisis Attack on Titan 2: Final Battle, la versión definitiva de AoT2 (PS4, Switch, Xbox One, PC)
Al margen de Dragon Ball y otras potentes licencias en manos de Bandai Namco, una de las series japonesas con más seguidores en estos momentos es Attack on Titan, de la que Koei Tecmo quiere exprimir –y con razón- un fenómeno ahora que todavía está pegando fuerte. El año pasado Omega Force lanzó Attack on Titan 2, una secuela continuista que aprovechaba para pulir algunos aspectos del original, pero el anime sigue en marcha y no es fácil desarrollar juegos completamente nuevos al ritmo de las temporadas.
Es por eso que ahora nos llega Attack on Titan 2: Final Battle, una edición expandida del último juego que amplía lo que vimos en aquel sumando nuevos episodios, personajes y armas. Final Battle se lanza en formato físico con el contenido de Attack on Titan 2 y el nuevo para aquellos que todavía no se han probado el juego, o como pack descargable para quienes ya dispongan de la base.
Personajes y misiones de la tercera temporada
Lo primero que hay que advertir para aquellos que no lleven la serie al día es que mencionaremos de pasada algunos spoilers de Attack on Titan, y es que el modo historia de Final Battle vuelve a ofrecer un repaso de las temporadas 1 y 2 desde una nueva perspectiva, creando nuestro propio personaje o seleccionando nuestro favorito entre los 40 disponibles. En esto, como en el resto de modos o jugabilidad, no vamos a profundizar mucho: es el título que disfrutamos en 2018 con A.O.T. 2 y os detallamos en nuestro análisis.
Disponible desde un inicio también tenemos el modo Episodio de personaje, con los arcos de la tercera temporada. Si desconoces el anime o no has jugado al modo historia original no recomendamos comenzar por aquí, ya que salta directamente a una importante revelación: los Titanes no son los únicos enemigos a los que se enfrenta el Regimiento de Exploradores. Kenny Ackerman y el Escuadrón de Control Antipersonal se preparan para capturar a Eren e Historia, dejando claro que el peligro se esconde tanto dentro como fuera de los muros.
Este modo sigue los acontecimientos de la temporada desde el punto de vista de varios protagonistas, el Regimiento, Los Guerreros y los cadetes –no así el personaje creado para el antiguo modo historia-. Intercala secuencias que a veces son casi con pantallas estáticas, lo que no queda muy vistoso, con misiones que nos enfrentan a los titanes u otros personajes, como es el caso de Kenny, permitiendo unos enfrentamientos diferentes y rápidos entre las calles de la ciudad. Se puede completar en unas tres horas siendo rápidos, casi 10 si lo exprimimos al máximo.
El sistema de juego de Attack on Titan es muy divertido y vertiginoso, y funciona a la perfección contra todo tipo de oponentes, sean gigantes o no. La base es la misma de AoT2, mucha movilidad por el aire con nuestros cables, cortes preciosos en los puntos débiles de Titanes para seccionar extremidades o dar el golpe de gracia.
Final Battle también suma nuevos personajes jugables, en general aquellos con gran peso en la nueva temporada, como Kenny, Traute, Zeke, Floch y Nifa, así como armas relacionadas con la tercera temporada –y otras originales- para casi todos los modos de juego. La más espectacular es Thunder Spear –el mayor poder de todo el arsenal y capaz de eliminar a Titanes normales con un ataque- y el Equipo de Maniobra Tridimensional antipersonal, que permite ataques con pistola, lo que abre la posibilidad de nuevas estrategias a la hora de desmembrar Titanes a larga distancia probando los tipos de munición.
Para aquellos que consideren el juego demasiado frenético, también hay ayudas en el apuntado que facilitan adaptarse a estas nuevas estrategias, pero la verdad es que el nuevo equipo simplifica la liquidación de Titanes desde posiciones seguras y eso baja la dificultad de manera notable. No diremos que sea algo necesariamente negativo, pero los jugones que busquen un desafío con la expansión quizás no encuentren lo que buscan.
La otra gran modalidad nueva es Recuperación de territorio, donde el objetivo es arrebatar las tierras más allá de los muros a los Titanes, eligiendo a un comandante de un escuadrón personalizado con algunas alianzas sorprendentes. Una vez completados los episodios de la nueva historia probablemente este será el modo al que más tiempo dediquemos, y a la larga lo más interesante de Final Battle, si bien no hace más que profundizar en uno de los problemas de estos juegos, la ligera monotonía.
Se desarrolla en dos fases, una explorando la base para dar uso del botín que vamos recogiendo, gestión del inventario, socializar con otros personajes –vamos añadiendo compañeros y subirá nuestra camaradería con ellos-, equiparse y en general toda la preparación de las misiones. La parte de campaña exterior consiste en seleccionar uno de los puntos del mapa y participar en misiones que nos enfrentarán a misiones fuera de los muros, algunas consistentes en derrotar a unos Titanes en concreto o a acompañar a un personaje.
La verdad es que Omega Force ha dado con la clave al trasladar la emoción del anime a juego, aunque Final Battle no es una secuela que reinvente la fórmula –ni lo prende- y no viene a solucionar algunas de las quejas más habituales a AoT2, en concreto que la mayoría de misiones son pequeñas variantes de la misma idea. Sí, la introducción de enemigos humanos o las armas de fuego cambian un poco el ritmo, pero son situaciones puntuales.
Conclusiones
Para quienes no posean AoT2, Attack on Titan 2: Final Battle supone una edición completa todavía más recomendable que el original, con una campaña ampliada, un absorbente modo que amplía las horas de juego, más personajes y equipamiento para desbloquear. El precio de lanzamiento de esta edición completa es de 69,99 euros.
Por el contrario, quien haya exprimido los anteriores puede encontrar una nueva razón para volver al juego durante horas, siendo consciente de que lo que va a encontrar es un excelente más de lo mismo. En este caso, el precio de la actualización -49,99 euros- sí nos parece más elevado de lo que debería, pues lo que vamos a tener de novedad principalmente son dos modos. Por ejemplo, no creemos que las incorporaciones a la plantilla o nuevas armas justifiquen rejugar a los viejos modos.
Por lo demás, Final Battle ofrece por los mismos puntos fuertes –la sensación de libertad- y débiles –cierto reciclaje- de AoT2. Los fans de la licencia van a disfrutarlo sin complejos porque no se trata de un mero sacacuartos como otros títulos inspirados en animes: es un juego divertido conozcas o no Attack on Titan.
Hemos realizado este análisis con una copia que nos ha proporcionado Koei Tecmo.