Análisis de Armello (PS4, Xbox One, Switch, PC)
Armello es el excelente debut de League of Geeks, un estudio australiano que todo seguidor del rol y juegos de mesa debería seguir atentamente. Con este lanzamiento han demostrado que sin grandes medios todavía se puede hacer un juego notable en un género bastante profundo y complejo, que sin duda se convertirá en una grata sorpresa de todo aquel que se anime a probarlo.
Su presentación inicial recuerda a una mezcla de búsqueda de poder a lo Juego de Tronos y a mundo Disney por el diseño antropomórfico de sus animales. Se podría pensar que estamos ante un juego infantil, pero nada más lejos de la realidad.
Ese diseño para personajes, además de ser bastante bueno, esconde una aventura que mezcla rol tradicional, estrategia, juego de cartas y una historia de fantasía con diversos puntos de vista según el clan seleccionado. Una terrible amenaza se cierne sobre Armello y su Rey está maldito, ¿quién hará frente a sus locuras?
Cuatro son los clanes/razas que se proponen destronar al león corrupto: ratas, conejos, lobos y osos. Un amplio prólogo nos permite jugar con todos ellos y aprender la avalancha de información de este juego, pero con suficiente calma y ejemplos prácticos como para que el más novato no se sienta intimidado. Superada la fase de tutorial, elegimos uno de los clanes por su motivación o perfil –el lobo está más preparado para el combate mientras que la rata usa más las cartas de engaños-.
Uno de los factores más importantes en Armello es la valoración de prestigio, una puntuación que obtenemos por superar misiones que se encuentran en el mapa de casillas hexagonales –nuestro desplazamiento viene limitado por una cantidad-, controlar ciudades o acabar con los otros tres héroes que actúan por su cuenta. El Rey tiene en cuenta el prestigio del clan más valorado al inicio de cada día y ello nos permite elegir entre dos decretos, tales como el pago de una cantidad de dinero, activar ataques a aldeas o cualquier otro evento en general negativo. Siempre es mejor que esa decisión quede en nuestra mano con la intención de torpedear a rivales que en la de un oponente humano o la inteligencia artificial.
Muchas son las normas de juego de Armello, pero vamos a resumir lo más importante. El objetivo es derrotar al Rey, y hay muchas maneras de obtener la victoria. La más obvia acumular suficiente poder en cartas –más de un centenar diferentes- y armas para enfrentarse directamente a él en combate. O puedes recoger una serie de piedras especiales de aparición aleatoria y llevarlas al castillo, o aguantar hasta que la enfermedad acabe con el monarca para alzarse como nuevo sucesor por tener el mayor prestigio acumulado. La duración para esto último depende de turnos y rondaría la hora de partida.
En el centro del mapa se encuentra el castillo, generalmente vigilado por guardias, y a su alrededor el mundo del juego. No es un área demasiado amplia, los desarrolladores han preferido que la acción transcurra en un espacio controlado, donde la muerte –que te hace reiniciar desde tu base- no penalice demasiado. No obstante, con la presión de un plazo límite y el reducido número de pasos por casillas quizás provoque que las misiones que te interesen queden lejos, así que hay cierta presión para alcanzar un punto concreto o perseguir a un personaje –por ejemplo, al actuar líder en prestigio-.
Lo que sí hay son diferentes tipos de terreno que afectan para bien o para mal a los personajes que caen en ellas. Bosques, montañas, ciénagas, las aldeas, mazmorras, monstruos… Con un tablero pequeño se favorecen los encuentros o que en determinados momentos nos veamos forzados a pasar por la casilla "menos mala".
Puesto que más pronto que tarde entraremos en combate es importante estar siempre preparado. Hay un componente de suerte porque se tiran dados, pero hay posibilidades de decantar la fortuna a nuestro favor si tenemos más dados que el rival para realizar más ataques y defensas, una mejor salud o el día/noche afecta favorablemente a nuestro clan. Los personajes que no son tan dedicados a la lucha compensan sus carencias utilizando equipamiento y cartas de magias y trampas, o quemando algunas de ellas.
Si bien la imprevisibilidad no será del gusto de todos los aficionados a la estrategia, en Armello forma parte de su personalidad. Se trata de arriesgar y adaptarse a cada situación, la sensación de no saber nunca qué sucederá en el próximo turno. No es un juego para trazar planes a medio o largo plazo, como pueda ser un SRPG estándar.
Si crees dominar la inteligencia artificial siempre queda la opción del multijugador. Aquí el inconveniente está en que la partida se puede hacer muy larga para este tipo de sesiones, y que los tiempos muertos se notan más que en solitario. En caso de marcha de usuarios, que es algo que puede suceder en la recta final cuando se intuye el ganador, la IA se encarga de controlar a los jugadores retirados.
Armello derrocha carisma, arte y buen gusto en la parte de ilustraciones con animación para las cartas y ciclos de día y noche en la parte tridimensional del mapa. Está repleto de efectos gráficos, quizás demasiados, y esa es nuestra principal crítica a sus gráficos; abusa del efecto de desenfoque. Súmese eso a un zoom alejado que nunca muestra todo el mapa en un pantallazo, y que incluso desenfoca aún más toda la imagen o queda parcialmente tapada por las nubes, para darse cuenta que sus creadores han primado la estética sobre el sentido práctico. Nunca perjudica el juego hasta el punto de hacerte perder, sin embargo es fácil perder de vista al resto de personajes –lo que obliga a desplazar el mapa más de lo aconsejable-. La buena música cierra una ambientación notable.
Conclusiones
Armello es un divertidísimo juego de mesa con un par de aspectos que causarán división de opiniones: un mapa que se puede hacer pequeño y un factor de aleatoriedad con el que es fácil cabrearse. Injusto, pero no hasta el punto de resultar decisivo la mayor parte de las ocasiones. Conociendo lo que ofrece se disfruta más, pruébalo sin prejuicios.
Las críticas no impiden que sea una grata sorpresa en el género y totalmente recomendable, con muchos más aciertos que fallos, estupenda presentación y un adictivo multijugador que ocupará gran parte de tu tiempo libre.