Análisis de A.O.T. Wings of Freedom (PS4, PS3, PSVITA, Xbox One, PC)

Raro es el producto de éxito que se queda sin su correspondiente adaptación a videojuego, y más raros son todavía aquellos que acaban disfrutando de un buen título de calidad a la altura de la licencia a la que pertenece. Esta es una verdad que también se aplica al mundo del manga y anime, por lo que estaba claro que tarde o temprano acabaríamos recibiendo algún juego de Attack on Titan (Shingeki no Kyojin en japonés), la popular obra creada por Hajime Isayama que se publica de forma mensual en la revista Bessatsu Shonen Magazine desde 2009 y que actualmente cuenta con 20 tomos.

Un éxito en el que ha tenido mucho que ver la serie de animación que se emitió en 2013, la cual ayudó a convertir esta intensa historia en todo un "boom" internacional gracias a su genial animación, buenos diseños, fantástica banda sonora y fidelidad respecto al material original, con un intrigante guion repleto de giros y grandes batallas.

Hace unos años se realizó el primer intento de llevar Attack on Titan de forma oficial a un videojuego, un experimento para Nintendo 3DS que salió bastante mal y del cual solo se podía aplaudir que mantenía la música original de la serie, ya que en el resto de apartados fracasaba estrepitosamente.

Pero esto no evitó que nuestras expectativas se mantuvieran bien altas cuando Koei Tecmo anunció que Omega Force estaba preparando un nuevo título de Shingeki no Kyojin para consolas domésticas, PS Vita y PC. No en vano, los creadores de Dynasty Warriors ya han demostrado en repetidas ocasiones su buen hacer a la hora de tratar licencias de anime, con ejemplos como One Piece, The Legend of Arslan o Hokuto no Ken, por lo que tenían nuestro voto de confianza.

Ahora, y tras haberle dedicado una buena cantidad de horas a su versión final, podemos confirmar que si sois fans de las aventuras de Eren y el resto de miembros de la Legión de Reconocimiento estáis de enhorabuena, ya que A.O.T. Wings of Freedom nos ofrece una experiencia tan divertida como fiel que difícilmente os decepcionará a pesar de sus evidentes inconvenientes.

El contraataque de la humanidad

Para quienes no sepáis nada sobre este manga, decir que en él nos cuentan la historia de un mundo amenazado por unos extraños titanes que solo buscan comer humanos. Por ello, la humanidad se refugia en el interior de unas mastodónticas murallas, lo que les ha permitido sobrevivir y prosperar durante 100 años libres del voraz apetito de estos seres. Como era de esperar, la serie comienza el día en el que se abre una brecha en el muro exterior, permitiendo la entrada de estos gigantes e iniciando una nueva batalla por la supervivencia.

Para hacerles frente se crearon equipos de maniobras tridimensionales que permiten el desplazamiento a toda velocidad y a distintas alturas. Gracias a sus dos ganchos y al uso de gas para aumentar el impulso, los personaje de la serie se mueven por los entornos como si del mismísimo Spider-Man se tratara, algo que resulta fundamental para combatir a los titanes, ya que su único punto débil reside en sus nucas.

De esta forma, a lo largo de su Modo Historia seguiremos el argumento de la primera temporada del anime con mucha fidelidad, reviviendo sus principales secuencias de acción y sus momentos más épicos, como la defensa de Trost o todo el arco argumental del titán femenino. La narración resulta algo acelerada y aunque falten ciertas partes y no se explican algunos detalles, lo cierto es que está bien contada y cualquiera que no haya visto nunca la serie podrá enterarse de lo que ocurre en cada momento y seguir el hilo del guion.

Como limitarse únicamente a esto se quedaría muy corto para un videojuego, se ha añadido un capítulo exclusivo donde nos contarán cómo fue la misión de exploración que la Legión de Reconocimiento estaba llevando a cabo cuando los titanes atacaron Trost, permitiéndonos descubrir, por ejemplo, cómo Hange capturó dos titanes para sus investigaciones y experimentos.

También se ha incluido un epílogo especial donde nos presentan a un misterioso enemigo que solo se ha visto en el manga (en el anime no lo veréis hasta que no comience su segunda temporada el año que viene), aunque los sucesos que tienen lugar aquí no siguen la historia oficial, por lo que no os "spoileará" demasiado en el caso de que solo sigáis la serie de animación.

Entrando ya en lo que es su jugabilidad, una de nuestras mayores dudas y temores con el título residía en cómo se habían resuelto los controles para permitirnos hacer todo lo que estamos habituados a ver en la obra de Isayama. Por suerte, esto es algo que se ha resuelto de la mejor manera posible y no tardaremos demasiado en hacernos con ellos para volar a toda velocidad por los escenarios despedazando un titán tras otro.

El uso del equipo de maniobras tridimensionales resulta sorprendentemente sencillo e intuitivo, ya que con tan solo pulsar el botón cuadrado nuestro personaje se dedicará a lanzar sus ganchos (en el caso de que tenga algún lugar al que agarrarse), escalar paredes y, en general, a moverse por el mapa del mismo modo que en la serie, por lo que nuestra única preocupación será dirigir hacia dónde queremos que vaya, pudiendo utilizar nuestras reservas de gas para impulsarnos y ganar velocidad.

Batallar contra los titanes tampoco tiene mucha complicación, ya que con R1 los fijaremos y con el stick apuntaremos a la parte a la que queremos atacar (brazos, piernas o nuca), pudiendo lanzar nuestros ganchos contra ellos para realizar nuestra ofensiva. Para golpear tenemos que pulsar el botón triángulo y el daño que realicemos dependerá de la velocidad a la que vayamos a la hora de realizar el ataque. Evidentemente, los titanes no morirán a menos que destruyáis su nuca.

Como veis, la mecánica principal de juego no tiene ningún misterio y permite realizar todo tipo de virguerías y acciones de lo más espectaculares, por lo que enfrentarse a los titanes resulta una experiencia muy divertida y gratificante. Además, merece la pena destacar lo bien que suelen funcionar las físicas de nuestros ganchos, ya que si estos chocan con un árbol, obstáculo o incluso otro titán, lo más probable será que perdamos el punto de agarre, añadiendo un pequeño toque de profundidad para que busquemos el mejor ángulo desde el que atacar. Eso sí, estas bestias no se quedarán quietas y también se irán moviendo mientras intentamos alcanzar su punto vital, de modo que tendremos que redirigir constantemente nuestras acciones.

Sin embargo, el sistema cuenta con algunos problemas serios que pueden llegar a resultar en situaciones muy frustrantes. Estos se deben principalmente al deficiente sistema de fijación de objetivos en el momento en el que se juntan más de dos titanes, consiguiendo que sea una auténtica odisea el apuntar al enemigo al que queremos atacar, ya que esto se realiza de forma automática según el que más cerca tengamos, impidiendo que podamos priorizar unos blancos sobre otros.

Además, a veces la cámara tampoco ayuda cuando hay algún elemento cercano a nuestra posición, consiguiendo que el caos sea todavía mayor. Como decimos, esto ocurre en ciertas situaciones concretas, aunque la frecuencia de estas aumenta a medida que avanzamos y desbloqueamos las misiones más complicadas.

La estructura de los niveles nos ha recordado muchísimo a lo que estamos acostumbrados a ver en los musous de Omega Force: mapas relativamente grandes en los que irán apareciendo distintos objetivos para cumplir, obligándonos a ir de un lado a otro completando estos encargos, como escoltar a alguien, defender una posición o matar una cantidad determinada de titanes. Eso sí, aquí la toma de decisiones estratégicas no nos ha parecido demasiado intensa y suele dar tiempo de sobra para cumplir todas las misiones secundarias y ayudar a casi todas nuestras tropas, por lo que al final simplemente nos dedicaremos a matar titanes y poco más, variando solo el orden en el que lo hacemos.

Esto, sumado a la poca diversidad de objetivos que hay, consigue que el juego caiga rápidamente en la monotonía más absoluta, ya que las misiones no están diseñadas para incluir giros inesperados en el transcurso de la batalla que nos obliguen a adaptarnos a todo lo que ocurre y replantear nuestras estrategias.

Esto no nos parece tanto culpa de la desarrolladora como de la propia serie, ya que esta no da para mucho más. Attack on Titan va de matar titanes, y eso es lo que haremos aquí de principio a fin (tanto es así que para conseguir el rango S en la mayoría de pantallas tendréis que acabar con absolutamente todos los enemigos del nivel, una tarea bastante pesada y tediosa).

Quizás con una mayor variedad de titanes esta sensación se podría haber aliviado, pero al final, por mucho que hagan un movimiento u otro, a casi todos los combatiremos de la misma forma, a excepción de los que podríamos considerar como los "jefes", que sí cuentan con alguna que otra mecánica concreta que nos obligarán a cambiar un poco el chip a la hora de enfrentarnos a ellos. A pesar de todo esto, A.O.T. Wings of Freedom consigue divertir y enganchar, aunque os recomendamos jugarlo en sesiones relativamente cortas para no quemaros de su fórmula demasiado pronto, ya que así es como más hemos disfrutado la aventura.

Completar la historia principal (es decir, hasta terminar el arco del titán femenino) os llevará unas cinco horas aproximadamente y alternaréis de un personaje a otro sin poder seleccionar con quién queréis jugar. Una vez os la paséis, ya tendréis a todos los personajes desbloqueados y seleccionables en cualquier momento, podrán aparecer unos titanes más fuerte de lo normal durante las misiones si cumplís un objetivo concreto (con su correspondiente recompensa si los matáis), obtendréis nuevas funciones y podréis recibir encargos (mata tantos titanes de este tipo, corta este número de extremidades, etcétera) que desbloquearán conversaciones únicas, muchas de ellas sacadas directamente del manga.

Además, tendréis por delante una enorme cantidad de misiones adicionales para cumplir y gracias a ellas podréis desbloquear más todavía, así como los capítulos de epílogo de los que os hablamos previamente. Destacar que estas misiones en el Modo Historia solo se pueden jugar de forma individual, aunque con el Modo Exploración las podréis cumplir en cooperativo online con hasta tres jugadores más, una opción muy recomendable para completarlas en poco tiempo con rango S, ya que entre varios liquidaréis titanes a muchísima más velocidad. La buena noticia es que el progreso es compartido entre ambas modalidades, algo que nos ha parecido todo un acierto.

El juego cuenta también con un sencillo sistema de progresión, mediante el cual nos animan a que desarrollemos nuevo equipo con los materiales que consigamos de las misiones que realicemos, al más puro estilo Monster Hunter. Estos objetos podremos fabricarlos, mejorarlos para convertirlos en uno de calidad superior o incluso fusionarlos para reforzar las piezas que queramos.

Cada pantalla que completemos nos recompensará con experiencia tanto para la Legión de Reconocimiento como para el personaje que hayamos usado. Al subir de nivel la primera desbloquearemos nuevo equipo y materiales para comprar, así como nuevos tipos de caballo. Como decimos, el sistema de desarrollo es tremendamente simple, por lo que no resulta ni muy satisfactorio ni especialmente adictivo. Destacar que todos los héroes comparten las mismas piezas de equipo, de modo que el inventario será igual para el plantel al completo.

Hablando de personajes, tenemos diez distintos disponibles: Eren, Mikasa, Armin, Jean, Sasha, Connie, Krista, Levi, Hange y Erwin. Aunque los controles son prácticamente los mismos para todos, lo cierto es que cada uno de ellos cuenta con pequeñas características y habilidades que los difiere unos de otros y que se adaptan muy bien con sus personalidades y estilos de combate.

Por ejemplo, Eren no es un gran combatiente pero tiene la posibilidad de convertirse en Titán para arrasar con todo, Mikasa es una máquina de picar carne, aunque suele desgastar las espadas rápidamente y quedarse sin gas a gran velocidad, además de que sus aliados no son demasiado efectivos cuando ella lidera. Por otra parte, Armin y Erwin despliegan su mayor potencial al poder dar órdenes concretas a los miembros de sus escuadrones para que ataquen solo a lo que ellos quieran, como buenos estrategias que son, mientras que Levi destaca en todo y cuenta con su característico y letal ataque giratorio, convirtiéndolo en el mejor personaje del juego.

Muchas de estas habilidades son compartidas entre varios personajes, de modo que, por ejemplo, Mikasa a cierto nivel acaba aprendiendo el movimiento giratorio de Levi, pero al final cada uno cuenta con su propio estilo y técnicas que nos harán encarar a los titanes de un modo u otro. Cada nivel corresponde a una habilidad, aunque solo tendréis diez niveles para subir por personaje, y estas no pueden ser modificadas, por lo que al final se trata de una progresión muy lineal y nada personalizable.

Entrando ya en lo que son sus gráficos, estamos ante un juego que capta muy bien la esencia de la serie gracias a un cel shading muy resultón y efectivo, manteniendo muchos sombreados y unos colores más o menos apagados y marrones que lo acercan más al estilo del manga que del anime. El modelado de los personajes es muy correcto y sus animaciones son bastante buenas, especialmente cuando nos desplazamos a toda velocidad por el escenario, emulando perfectamente las mismas poses y movimientos que vemos en el anime.

Sin embargo, los escenarios nos han parecido bastante pobres, con unos efectos de destrucción de hace varias generaciones y que no afectan a todos los elementos que vemos en pantalla (resulta ridículo que podamos derribar edificios y no árboles). Además, la tasa de imágenes por segundo no es del todo estable (aunque las caídas no ocurren con mucha frecuencia y son tolerables) y existe muchísimo popping (aparición repentina de elementos), sobre todo cuando nos movemos muy rápido, como si no le diésemos tiempo al juego a cargar. Tampoco se libra de varios bugs puramente visuales, de una IA muy deficiente y de algo de clipping.

En el sonido nos hemos llevado una gran decepción al encontrarnos con que no se ha mantenido la genial banda sonora de la serie. En cambio, tenemos una serie de composiciones que, aunque no son malas y ambientan correctamente, resultan un tanto genéricas, por mucho que intenten emular el estilo de lo escuchado en el anime en cuanto al tono. Los efectos son todos muy reconocibles y suenan con calidad, y el doblaje es el japonés original, por lo que pocas pegas podemos poner aquí más allá de que los textos nos llegan únicamente en inglés.

Conclusiones

A.O.T. Wings of Freedom es probablemente la adaptación más fiel que se podría haber realizado de este exitoso manga, captando genialmente su esencia para ofrecernos una aventura de acción muy divertida y frenética que nos tendrá entretenidos durante horas despedazando a un titán tras otro. Por desgracia, la fórmula no consigue mantenerse fresca con el paso de las horas por culpa de su nula variedad y acaba cansando antes de lo deseable, aunque esto no evitará que queráis volver de forma periódica para echaros una partida de vez en cuando, ya que es un juego muy agradecido para sesiones cortas y rápidas. Si eres fan de la serie, aquí tenéis una opción de compra muy interesante y recomendable que probablemente no te querrás perder. ¡La hora del contraataque de la humanidad ha llegado!

Hemos realizado este artículo con una copia digital de la versión final de PlayStation 4 que nos ha proporcionado Koch Media.