Análisis de 100ft Robot Golf (PS4, PC)
Ya tenemos aquí uno de los juegos deportivos (por englobarlo en alguna categoría) más extravagantes de cuantos han aparecido durante este año. Su nombre es 100ft Robot Golf, título que ha sido desarrollado por No Goblin en exclusiva para PS4, y que se puede jugar tanto con PlayStation VR como sin él.
Una apuesta por el golf más arcade que os podáis imaginar y que, de hecho, casi sirve como excusa para acoger momentos de diversión bastante destacados.
Un título único que se disfruta especialmente si jugamos en compañía de nuestros amigos, dado que uno de sus principales reclamos reside en el modo multijugador local a pantalla dividida, como antaño, así como un modo online para esa misma cantidad de jugadores.
Golf muy dinámico
La propuesta que sirve como base para este juego es realmente curiosa. Y es que debemos practicar un sucedáneo del golf con robots de varios metros de altura, pudiendo hacerlo en una exigua gama de campos de golf improvisados que, eso sí, por lo menos son bastante diferentes unos de otros.
Tan pronto nos vemos disfrutando de este deporte bajo el agua como, más tarde, lo hacemos en la montaña o incluso en la luna, lugares que presentan ciertas diferencias en cuanto a la gravedad que afecta a la trayectoria de la pelota, objetos que debemos ir evitando, etc.
Desde luego el planteamiento arcade del juego queda claro desde el primer instante, dado que dichos campos de golf son de todo menos eso. Lo único que sí que encontramos son greens con su correspondiente bandera y todo, pero más allá de eso, lo cierto es que de clásicos campos de golf tienen más bien poco. Edificios, bosques enteros, estructuras, esculturas o templos son algunos de los elementos que forman parte de cada recorrido.
¿Y molestan? Claro que lo hacen. De hecho este aspecto se alza como una de las grandes virtudes que presenta esta producción, dado que debemos lidiar con todos estos obstáculos en cada partida. Lo bueno es que los robots tienen algo que decir o, mejor dicho, que hacer al respecto.
A nuestra disposición tenemos casi una docena de diferentes personajes que controlan a su robot de turno, siendo todos ellos distintos. Y lo son en todos los sentidos, desde su aspecto y apariencia a sus habilidades especiales (rayos láser, dash o arremetidas, etc.) y su HUD que aparece en pantalla cada vez que nos toca realizar cada golpe. Pero lo que sí que tienen en común es su capacidad de destrucción, pudiendo fulminar rascacielos enteros de manera muy sencilla.
De hecho esto es algo que tenemos que realizar con bastante frecuencia, allanar el camino, dado que muchas veces es mucho más rápido destruir un edificio que tratar de esquivarlo con golpes calculados al milímetro con nuestro palo de golf. Y ya que mencionamos el tema de la rapidez, este factor se convierte en otro de los grandes protagonistas de este título.
En lugar de tener que obtener victorias realizando menos golpes que el rival, en este caso estamos ante competiciones de velocidad. Gana quien consigue meter la bola en el agujero antes que sus rivales, independientemente de los golpes efectuados para tal fin. Evidentemente los fans de este deporte pueden poner el grito en el cielo al conocer esto, pero es cierto que este componente tan curioso añade bastante dinamismo a cada partida.
Por lo tanto se trata de un título que apuesta claramente por el factor arcade, hecho que puede no terminar de convencer a algunos usuarios pero que, a fin de cuentas, entretiene. Y eso es lo más importante.
Además presenta tres modos de juego diferentes bastante apañados como son partida rápida, multijugador online y offline y quizá el más sorprendente por inesperado, Campaña. Dicha opción se compone de diferentes retos que debemos ir superando con unos y otros personajes, pudiendo entre tanto disfrutar de una historia realmente surrealista en plan anime… totalmente en inglés. Y es una pena porque si no os defendéis en esta lengua, no comprenderéis muchas de las gracias que van soltando los protagonistas.
Por otra parte, el juego también puede ser disfrutado mediante PlayStation VR, dispositivo que nos permite sumergirnos más todavía en los campos de golf virtuales que plantea el título. La experiencia de juego no varía un ápice, pero se disfruta más, dado que además no es de los títulos que pueden provocar mareos (salvo que realices acciones concretas como los dash repetidamente), lo cual se agradece.
En cuanto a su disposición gráfica, la palabra que mejor define el título es "cutre". Se trata de un juego de serie B en este sentido, creemos que buscado de manera intencionada, destacando únicamente las animaciones de los robots y su aspecto. Pero todo lo demás es bastante simplón en todos los sentidos, desde la calidad de las texturas hasta el diseño de los campos de golf.
El sonido es bastante mejor, debido especialmente al doblaje en inglés (realmente notable) y a los efectos, ya que la banda sonora termina haciéndose algo pesada en ocasiones.
Conclusiones
100ft Robot Golf es una de esas propuestas originales y diferentes que muchas veces nos apetece mucho descubrir. Sin ser el mejor en su género (sea cual sea éste), lo cierto es que se trata de un título irremediablemente divertido. Eso de destrozar objetos y demás elementos de los escenarios para allanar el camino y la trayectoria que deben llevar nuestras bolas de golf hasta el agujero es una idea realmente buena. Y jugar con robots gigantes y poder degustar una historia en plan anime tan divertido como original, también nos ha convencido. Es cierto que al cabo de las horas pierde gracia y, además, no es un título bien rematado en algunos aspectos, como el sistema de control. Pero insistimos en que resulta bastante divertido.
Este análisis ha sido elaborado utilizando un código enviado por No Goblin.