Análisis de Watchmen: The End is Nigh (PS3, Xbox 360, PC)
Watchmen está a punto de llegar a los cines entre las altas expectativas que tiene Warner y los temores de los cada vez más numerosos fans de esta novela gráfica de Alan Moore que está considerado una de las cumbres del arte (todavía sin número) del comic. Junto a la película, de próximo estreno, llega a los servicios de descarga un videojuego que intenta inovar en su formato, por episodios, lo que contrasta con su diseño, una especie de homenaje, desde los tiempos modernos y los gráficos 3D, a aquellos juegos "yo contra el barrio" que tanto triunfaron en los 80, precisamente la época del tebeo. Como ya advertimos en nuestras impresiones, Watchmen: El fin se acerca es un juego muy interesante, que merece una oportunidad. Su formato por episodios, de hecho, la propicia.
Watchmen es un "yo contra el barrio" dividido en episodios, en los que nos enfrentaremos a la calaña de la ciudad controlando a Rorschach o a Búho Nocturno, dos de los protagonistas del comic y de la película.
Este videojuego sigue vagamente las trayectoria de ambas, adaptando las historias y los entornos al videojuego, para conformar una serie de episodios en los que, a base de golpes y resolviendo algún que otro puzle sencillo o minijuego, tendremos que acabar con toda la calaña de la ciudad utilizando bien los sucios y brutales golpes de Rorschach, bien los precisos pero limpios golpes de kárate de Búho Nocturno; cuando controlemos a uno, el otro será controlado por la inteligencia artificial u otro jugador, haciendo que el juego sea siempre cooperativo.
Como comentábamos en nuestras impresiones, Watchmen es un juego retro en planteamiento y moderno en gráficos. De hecho, para tratarse de un juego descargable, su factura técnica y de producción en general es muy alta, aunque bien es cierto que comprarse todos los episodios equivale al precio de un juego completo. Pero aunque gozar de un buen modelado de los personajes protagonistas y ciertos efectos gráficos muy conseguidos, y en general un apartado gráfico que no tiene que envidiar a un juego medio de esta generación, a nivel jugable es tremendamente retro, lo que no es algo negativo pero sí bastante curioso: en Watchmen estaremos todo el rato pegándonos con enemigos, usando un repertorio de golpes y combinaciones creciente, pues iremos obteniendo nuevas técnicas, y nivel tras nivel iremos acabando con hordas de enemigos genéricos crecientes en número y fuerza, de una forma bastante bien conseguida y de hecho pocas veces lograda en la era de las tres dimensiones. Desde que los juegos son 3D, pocos juegos han logrado una fórmula comparable a la de aquellos Streets of Rage of Final Fight (entre otros), pero este Watchmen es el que más se le acerca.
Este logro es debido, sobre todo, a un buen sistema de control que hace un uso inteligente de una técnica de "predicción" de lo que queremos hacer o, más concretamente, a quién queremos golpear. De este modo, cuando estamos rodeados de enemigos podemos combatir con ellos sin que se produzca la confusión que sí ocurría en otros títulos que intentaron lo mismo; en Watchmen es fácil luchar contra varios enemigos a la vez y aunque a veces nos pegarán, y de hecho encajaremos varios golpes seguidos, no será por un tema de control sino por una cuestión de habilidad. El sistema está conseguido y funciona bien. Aunque siempre se puede mejorar y realmente este logro pasa un poco desapercibido, pocos "yo contra el barrio" han conseguido no ser caóticos en tres dimensiones.
Para acabar con los enemigos tenemos un repertorio de movimientos bastante variado, empezando por el ataque ligero y el fuerte, junto con el botón de hacer agarres. La mayoría de los golpes especiales o combinaciones se hacen usando los dos tipos de ataques, y estas combinaciones, cuando las logremos, harán un daño extra al enemigo, o le provocarán un efecto como tumbarle o aturdirle. Algo importante de estas combinaciones de botones es que tendremos que sincronizar las pulsaciones, lo que las hace algo más difíciles pero mucho más satisfactorias. También tendremos movimientos defensivos (el contraataque, que desarma al enemigo), y dos ataques especiales que hacen uso de una barra de rabia que se irá llenando según combatamos y vaciando en los momentos de reposo. Por una parte tenemos la embestida, que como su propio nombre indica hará que nos abalancemos violentamente sobre otros enemigos, y luego está el "modo rabia", en el que entraremos cuando la barra esta llena, haciendo que nuestros ataques tengan muchísima fuerza durante unos momentos.
Los enemigos van volviéndose más duros, se cubren más a menudo y cuando muchos nos rodean pueden ponernos en un serio aprieto, aunque siempre contamos con la ayuda de nuestro compañero, mucho más efectivo si lo controla un humano que si lo hace la a veces inepta inteligencia artificial. Sin embargo, y aunque cuando los enemigos nos enganchan nos pueden dar unos cuantos golpes seguidos, el juego tiene un sistema de vida bien pensado: se va regenerando pasados unos instantes, y normalmente en los peores apuros siempre contaremos con algo de barra de rabia para embestir o directamente entrar en este modo especial y así quitarnos unos cuantos problemas de encima. El juego, por supuesto, se vuelve repetitivo, porque siempre haremos lo mismo, y aunque los enemigos nos planteen mayores retos, la base siempre es la misma: golpearlos hasta que ya no se muevan. Sin embargo, algo inherente a este tipo de juegos es lo divertido que resultan -dependiendo del jugador- pese a tener que hacer siempre lo mismo.
A nivel gráfico, como comentábamos, Watchmen no es el típico juego descargable en el que se perdona la falta de medios por venir de un estudio independiente, o por centrarse en una idea original. Watchmen es una producción de cierto nivel, y su apartado gráfico está a cierta altura: lejos de los mejores juegos de la actualidad, pero al nivel de los medios, destacando especialmente por ciertos efectos gráficos como el humo o el fuego, que contribuyen a la buena ambientación de los escenarios. Éstos son perdonablemente repetitivos, dado que no juegan un papel tan importante, aunque la "paleta" de elementos que usan está bastante conseguida, y gracias a los ya mencionados efectos, se logra una buena ambientación; tétrica, oscura y sucia, como se espera del juego. El modelado de los dos personajes principales está muy bien logrado, así como sus numerosas animaciones, y las transiciones entre ellas. No tan variados son los enemigos, que pecan de ser repetitivos, y a veces se producen defectos no en la detección de colisiones, sino más bien en la medición de distancias, haciendo que algunos golpes cinemáticos hacia algunos enemigos parezcan (de hecho, sean) irreales.
Watchmen es un juego curioso, bastante logrado y en cierto modo original. Por una parte, que sea un juego descargable y que sus primeros episodios se vendan a un precio asequible, hace que sea fácil y barato hacerse con él y darle una oportunidad. Si te gustan los juegos "yo contra el barrio" clásicos, Watchmen es una de las mejores adaptaciones a las tres dimensiones que se han hecho de aquella fórmula, y sin duda la mejor recientemente. Corre el riesgo de volverse repetitivo; de hecho lo es, la cuestión es si te gusta la fórmula lo suficiente. Con un apartado técnico llamativo por su relación calidad-precio y ciertos toques muy divertidos, Watchmen merece una oportunidad. Y si alguna vez has soñado con jugar a ser un héroe con Búho Nocturno, o limpiar de calaña la ciudad con Rorschach, ésta va a ser tu mejor oportunidad.