Análisis de Virtua Tennis 3 (PS3, PC)
De entre todas las sagas deportivas conocidas, hay unas pocas que destacan sobre las demás, como Pro Evolution Soccer de Konami, Madden NFL de Electronic Arts y la que ahora nos ocupa, Virtua Tennis, de Sega. Esta saga, arcade por excelencia, alcanzó el nivel de mito de los videojuegos con su segunda entrega, y su conversión a Dreamcast dejó el listón muy alto para los posteriores juegos de tenis. Han pasado más de cinco años desde que Virtua Tennis 2 apareció en la última consola de Sega, y desde entones únicamente Top Spin para Xbox ha conseguido alcanzar el nivel del título de Hitmaker, pero desde una perspectiva diferente.
Conviene reseñar que esta entrega de Virtua Tennis se acerca más a lo que es un simulador, aunque bien es cierto que resulta excesivamente sencillo para ser considerado como tal. A pesar de esto, consigue recrear de manera bastante fiel los partidos, gracias sobre todo a la excelente inteligencia artificial de los rivales. En Virtua Tennis 3 podemos realizar tres tipos de golpeos diferentes: el liftado, el cortado y el globo. Los dos primeros son los que utilizamos habitualmente durante el punto, siendo el primero un golpe de ataque y el segundo uno defensivo, que nos sirve para recuperar nuestra posición o ganar tiempo para subir a la red.
El globo es útil para pasar a los rivales cuando éstos se encuentran voleando, pero para realizarlo correctamente tenemos que estar en buena posición, ya que de lo contrario nos sale demasiado bajo y damos una oportunidad de remate, con una altísima probabilidad de perder el punto. Por otra parte, resulta muy reconfortante comprobar que se ha logrado un excelente equilibrio entre el juego de fondo y el juego cerca en la red. En muchos juegos de tenis dedicarte al ‘saque-volea’ era sinónimo de ganar el punto, ya que es imposible que te pasen por los laterales y los globos son fácilmente rematables.
Aquí, en Virtua Tennis 3, subir a la red es una opción más de ataque, pero que no te garantiza en absoluto ganar el punto. Si dejas una volea demasiado corta, puedes estar seguro de que tu rival te va a pasar sin apuros. Pero sin embargo, si llegamos en una buena posición a la red es muy difícil que nuestra volea no sentencie el punto. Por su parte, el juego de fondo también está bien ajustado, ya que habitualmente los que llevan la iniciativa en el punto son lo que finalmente lo ganan, a base de ir sacando al rival fuera de la pista y abriendo ángulo. Los contrapiés también son muy efectivos cuando vamos dominando. Desde el fondo también tenemos la posibilidad de efectuar una dejada, un golpe cortito con el que sentenciar el punto si el rival está muy alejado. Las dejadas se hacen realizando un golpe cortado marcando la dirección "abajo", pero para hacerlas correctamente tenemos que encontrarnos en una excelente posición, preparando el golpe tiempo antes de ejecutarlo, algo similar al funcionamiento del globo. Así que, a pesar de ser un juego cierta carencia de realismo -no hay errores no forzados, la pelota jamás toca la red y en contadísimas ocasiones sale fuera-, consigue representar de forma interesante los partidos, y lo más importante, logra que sean muy divertidos.
Es importante hablar de la dificultad del juego al enfrentarnos a la máquina. Encontramos varios niveles, desde muy fácil hasta muy difícil, para que cada jugador adapte el juego a su nivel. Se pueden configurar los partidos de exhibición, los torneos y el modo Gira Mundial. A pesar de que las distintas dificultades están bien ajustadas, los niveles más elevados siguen siendo demasiado asequibles para los mejores jugadores, que no sufren lo más mínimo para ganar un partido. Los que ya tengan cierta práctica en algún juego de tenis, no necesariamente en la saga de Sega, o conozcan un poco el deporte, pueden llegar a dominar el nivel más difícil al poco rato de jugar, lo cual es sin duda una noticia negativa.
Uno de los grandes atractivos de Virtua Tennis 3 es el alto número de licencias que posee. Como protagonistas del juego se encuentran los dos mejores jugadores del mundo, Roger Federer y Rafael Nadal, pero junto a ellos vienen un par de decenas más de tenistas, como Nalbandián, Blake, Hewitt, Roddick o Ferrero (haciendo 13 hombres en el juego) y Sharapova, Hingis, Mauresmo, Davenport o V. Williams (7 mujeres en total). Pero estas no son las únicas licencias con las que cuenta Virtua Tennis 3, ya que también posee los derechos de los torneos oficiales, incluidos los Grand Slam.
Por otra parte, las licencias no solo se han utilizado para hacer figurar los nombres de los tenistas. También se han recreado sus movimientos de forma perfecta, especialmente los de los jugadores conocidos. Da gusto jugar con Nadal y ver como hace su revés a dos manos de forma idéntica a como lo hace en realidad (para luego pedir su habitual toalla entre punto y punto usando sus mismos gestos), o coger a Federer y lanzar derechas con su misma pose y expresión facial. Además, el tipo de juego de cada tenista está bien representado, siendo absurdo pretender jugar desde fondo de pista con Roddick (una auténtica bestia en el saque) o usar a Ferrero como si fuera Sampras. Desde luego se puede decir que, en este aspecto, Virtua Tennis 3 es a día de hoy el juego que mejor uso hace de las licencias. El nivel de realismo es asombroso. Incluso en la simulación del nivel de los jugadores el juego es real. Al poco de jugar nos damos cuenta de que Federer y Nadal son bastante mejores que el resto de jugadores.
Y no solo en cuanto a movimientos, sino también a nivel de detalles y gráficos en general. El juego tiene un nivel altísimo, desde los detallados modelados hasta la sobresaliente velocidad de juego, pasando por unas buenas texturas, una excelente iluminación y una interesante cantidad de efectos en pantalla. Por fin el público no está formado por clones, y en la pista hay todo tipo de elementos, no solo los dos jugadores (árbitros, recogepelotas, las sillas de descanso, bolsas de deporte...). Como ya se ha dicho antes, los movimientos son excelentes, e incluso la ropa tiene vida propia, moviéndose de forma realista mientras corremos. Pero lo más destacable es que Virtua Tennis 3 soporta la resolución 1080p sin que se resienta lo más mínimo en su velocidad o nivel de detalles, por lo que aquellos afortunados poseedores de una televisión Full HD podrán aprovecharla al máximo.
En conclusión, el juego cuenta con un notable apartado gráfico, aunque el salto respecto a anteriores entregas de la saga u otros juegos de tenis no es demasiado alto (hay poco que mejorar ya en este género, que no destaca por su complejidad). Lamentablemente no podemos decir lo mismo de la música, ya que es repetitiva a más no poder y da la impresión de haber sido compuesta en unas pocas horas para incluirla con calzador. Afortunadamente resulta algo totalmente secundario y pocas veces pensaremos en la banda sonora. En cuanto a los efectos, nada destacable, solo agradecer el detalle de que el juego está doblado al castellano a pesar de que únicamente contará con cinco o seis expresiones simplísimas.
En Virtua Tennis 3 encontramos varios modos de juego, siendo el más interesante el modo Campeonato Mundial, habitual y aparentemente necesario en los juegos de tenis. En él, diseñamos un tenista desde cero, personalizando elementos como su físico, su nombre, su estilo o su vestuario inicial. Empezamos la gira en el puesto 300 del mundo con un jugador con nulas capacidades para la práctica del deporte. Así, tenemos que ir superando ciertos entrenamientos (divertidos minijuegos para perfeccionar las diversas facetas del juego) e ir ganando torneos de cada vez más importancia, empezando por los tristes Challengers y acabando siendo campeones de los Grand Slam y alcanzando el número uno del mundo. De esta manera simulamos nuestra participación a lo largo de una temporada, pudiendo incluso tomarnos descansos para recuperar fuerzas (de una semana o un verano entero, por ejemplo) y regresar con más ganas a una nueva temporada. Sin duda alguna el Campeonato Mundial es el modo principal para un jugador, ya que más allá de la diversión que proporciona, nos sirve para poder exportar luego nuestro tenista personalizado al resto de modos de juego. Aparte del Campeonato Mundial nos encontramos con las típicas opciones de un juego deportivo: podemos jugar partidos de exhibición (configurando aspectos como la pista donde jugar, el número de sets o juegos por set y la dificultad), una sucesión de torneos o los divertidos minijuegos del modo principal, batiendo nuestros récords o compitiendo contra nuestros amigos.
Por otra parte, la versión de PlayStation 3 cuenta con una modalidad de control exclusiva, basada en el sensor de movimiento del nuevo mando Sixaxis. El control estándar es muy sencillo, podemos mover al personaje con la cruceta o con el stick analógico y los golpes se realizan con los cuatro botones principales (aunque dos de ellos tienen la misma función, porque solo hay tres acciones). El otro modo de control es en teoría el más intuitivo: desplazamos al personaje inclinando el mando en la dirección en la que queramos moverlo y lo agitamos con un movimiento rápido para golpear. Según la dirección en que agitemos el mando se efectúa un golpe u otro. Así, para hacer un liftado tenemos que dar un tirón hacia la derecha, para hacer un globo hacia arriba y para un cortado hacia la izquierda.
En la teoría el invento suena interesante, pero lamentablemente la puesta en práctica no podía ser más desafortunada. A pesar de que el control responde bien, no resulta práctico, ni cómodo ni útil. Es relativamente sencillo desplazar al personaje, incluso hacer un buen tiro no es demasiado complicado, pero hacer ambas cosas a la vez de forma satisfactoria es casi una odisea. Estamos más pendientes del mando que del punto en sí, siempre intentando desplazar al tenista a la posición correcta a la vez que preparamos un buen golpe, pero en ningún caso conseguimos un resultado más efectivo que con el control habitual. Y lo que es peor, tampoco es más divertido, ya que roza lo desesperante. El control por sensor de movimiento tristemente pasará a la historia como una mera anécdota más que como un buen sistema de manejo.
En cuanto a la jugabilidad en sí, hay que remarcar un detalle importante, motivo de cierto revuelo. Al contrario que en la gran mayoría de juegos de tenis, en Virtua Tennis 3 no es conveniente preparar el golpe con mucha antelación, ya que esto lo que provoca es que el tenista se lance al suelo a la desesperada para dar a la pelota aunque llegue sobrado (los hombres, porque las mujeres no se lanzan). Así, la técnica ahora es acercarse hasta la posición en la que vayamos a golpear y una vez que estemos bien colocados empezamos a pulsar el botón de tiro. Esto hace que Virtua Tennis 3 sea un poco más técnico y requiera una cierta práctica inicial para que nuestro jugador pase el mayor tiempo posible en el suelo. Pero la grandeza de la jugabilidad de la saga de Sega es que cualquier jugador, aunque no le guste el tenis o sea muy malo, es capaz de defenderse bien en un partido y aprender a jugar en unos pocos encuentros.
Por lo tanto, las conclusiones que sacamos de Virtua Tennis 3 son bastante claras. Es un buen juego de tenis, con un interesante ‘modo historia’ para un jugador y una jugabilidad arcade dotada de cierto realismo. No obstante, tiene algunos defectos de relativa importancia. Para empezar carece de novedades interesantes, siendo un juego de tenis demasiado típico, con escasas diferencias respecto a la segunda entrega de la saga u otros juegos del mismo género. El salto generacional no se deja notar demasiado. La mayor novedad de la versión de PlayStation 3 era el control con el Sixaxis, pero no responde tan bien como nos gustaría. Pero sin duda la mayor sorpresa negativa de Virtua Tennis 3 para PS3 es que carece de cualquier opción de juego online, al contrario que el resto de versiones. Y esto, a día de hoy, es algo tremendamente negativo y que le pasa factura al juego, tanto a corto como a largo plazo. Todo esto, unido a la baja dificultad general, hace que Virtua Tennis 3 pueda llegar a resultar un tanto simplón para muchos jugadores, pero a pesar de sus defectos, es sin duda un título puntero en su género, un juego bastante divertido y accesible para un amplio abanico de jugadores. Y por supuesto, una buena opción de compra para los aficionados (o no) a este deporte y los compradores de PlayStation 3.