Análisis de Vancouver 2010 (PS3, PC, Xbox 360)
Los Juegos Olímpicos de invierno
Los juegos deportivos y de simulación llevan tras de sí una gran cantidad de seguidores. Sin embargo, la mayoría de los jugadores se centran en completar su colección de videojuegos con títulos de los deportes con más relevancia social, como el futbol, el baloncesto o el tenis. Pero, sin duda, uno de los mejores momentos para intentar abrir un hueco en el mercado es el actual, y eso es lo que pretende Eurocom con el lanzamiento de su nueva apuesta deportiva: Vancouver 2010, el juego oficial de los Juegos Olímpicos de invierno del presente año.
Este título ofrece algo similar a lo visto hace ya dos años en la versión veraniega de los Juegos Olímpicos con Beijing 2008, pero se ve limitado por ser la edición invernal de las olimpiadas. Por ello, el título ofrece escasas modalidades de juego, escasez de disciplinas –que se ve acentuada por decisiones de la desarrolladora, eliminando la versión femenina de ciertas disciplinas-, pero además nos da la impresión de ser una versión recortada del título citado anteriormente, hecho realmente inexplicable.
Variedad inexistente
Además del cambio radical de la ambientación entre ambos títulos, pues como buen título de esta nueva edición de los Juegos Olímpicos de inverno, se han cambiado las pistas de atletismo por las montañas nevadas, encontramos un cambio jugable bastante interesante, pues Eurocom ha buscado dotar de más realismo a este Vancouver 2010 y la jugabilidad se aleja más del arcade, para ser un título más centrado en la simulación, hecho que podemos comprobar por la elevada exigencia de algunos desafíos, en los que la destreza será mucho más importante que apretar el mismo botón lo más rápido posible para ganar la medalla de oro.
Pero el detalle más importante lo encontramos en que no están presentes todas las disciplinas deportivas que el espectador podrá ver en todo su esplendor el próximo mes. Las ausencias más destacables son las del curling y el hockey sobre hielo, dejando catorce pruebas con las que pensaremos que estamos jugando una y otra vez a lo mismo, pues es evidente que entre todas las modalidades de esquí –salto, esquí acrobático, etcétera-, las propias del snowboarding y las relacionadas con el trineo –bobsleigh, skeleton y luge- las diferencias son casi inexistentes, pues todas consisten en descender por la nieve sobre una tabla, unos esquís o en un trineo. Además, como hemos dicho anteriormente, la versión femenina de algunas disciplinas también ha sido eliminada inexplicablemente.
Dejando de lado los deportes eliminados, la sensación de estar haciendo una y otra vez lo mismo estará presente durante todo el tiempo que le dediquemos al título, pero el resultado de Vancouver 2010 es bastante más divertido que lo visto en el título de hace dos años. Ello se debe, en gran parte y pese a que nunca debemos olvidar la escasa variedad del presente título, a que se han eliminado pruebas en las que el jugador se limitaba a apretar un mismo botón de forma repetida durante todo el tiempo que durase la prueba, algo realmente tedioso de cara al jugador menos conformista. De esta forma, el título resulta más inmersivo para el jugador, que encontrará un buen grado de simulación cuando se encuentre descendiendo a gran velocidad una pista de esquí.
La mayoría de los eventos presentes están bastante conseguidos y bien hechos, y cada disciplina contará con un sistema jugable específico, pudiendo diferenciar claramente las características jugables entre las modalidades de esquí y el snowboarding, por ejemplo. Con respecto al descenso en trineo, las tres disciplinas –skeleton, luge y bobsleigh- son excesivamente similares y repetitivas. Todas ellas tienen lugar en el mismo circuito y la jugabilidad es un calco, por lo que al principio puede resultar muy divertido, pero a medida que vamos realizando las pruebas esta sensación desaparecerá, dando lugar al mayor problema del título de Eurocom, la poca variedad y la escasa duración, pues una vez hayamos realizado la misma prueba un par de veces, el jugador perderá el interés por los motivos comentados.
Algo similar ocurre con las pruebas relativas al snowboarding, pues puede pasar rápidamente de divertido y atractivo a repetitivo. Sin embargo, en las pruebas en las que encontraremos una mayor variedad son las relativas al esquí, pero flaquean en cuanto a diversión, pues es en estas en las que la desarrolladora ha dado más importancia al sistema de apretar el botón en el momento adecuado que tanto frustró a los jugadores que probaron el título oficial de los Juegos Olímpicos de verano de 2008 –por lo que podemos comprobar que lo que falta en una modalidad, está presente en otra y viceversa, lo que da lugar a un título muy desequilibrado en términos de jugabilidad-. Cuando hayamos realizado la misma prueba, ya dominaremos la jugabilidad del salto de esquí, por ejemplo, pues sabremos perfectamente qué botón deberemos apretar y en qué momento, con lo que será muy fácil conseguir la medalla de oro.
Los desafíos nos mantendrán más alerta y nos propondrán pruebas cada vez más difíciles, pudiendo desbloquear nuevas pruebas y circuitos. Pero pese a la dificultad progresiva, y la existencia de una cámara en primera persona que permitirá al jugador vivir la competición desde su propio punto de vista, la sensación de estar compitiendo en una competición de tal magnitud es inexistente. Este detalle se puede comprobar en el modo Olimpiada, pues no podemos personalizar la apariencia de nuestro deportista –solamente podemos elegir una nacionalidad de entre las 24 presentes, echando en falta alrededor de 60 más-, la puesta en escena es excesivamente fría –aunque nos encontremos en un juego donde la nieve es la principal protagonista- y es entonces cuando nos preguntamos por qué el modo de juego más importante de un título basado en los Juegos Olímpicos está tan descuidado.
Pese a todo ello, si una vez terminados todos los desafíos y pruebas tenemos ganas de seguir emulando a los mejores deportistas a nivel internacional, Vancouver 2010 nos ofrece un modo multijugador para cuatro jugadores –también contamos con la posibilidad de jugar en una misma consola a pantalla partida- con el que podremos alargar la duración de un título que podía haber llegado mucho más lejos si se hubiera buscado un mayor equilibrio y variedad jugable.
Buen acabado técnico
El apartado técnico de Vancouver 2010 es, sin duda, lo mejor del título de Eurocom. El realismo pretendido pero no del todo logrado en términos jugables sí que se ha conseguido plasmar en el apartado técnico. Los modelados de los deportistas están bastante conseguidos, pero lo mejor de todo es la sensación de velocidad que sentiremos en algunas disciplinas como el lunge o el salto de esquí. Pese a que algunas texturas no están a la altura y algunos efectos relacionados con la nieve podrían ser mucho mejores, el resultado es un apartado gráfico satisfactorio y conseguido, que puede mejorar aún más si utilizamos la vista en primera persona.
En cuanto al apartado sonoro, el título destaca por venir completamente doblado a nuestro idioma, algo de agradecer en los tiempos que corren. Sin embargo, no se le saca todo el partido, a diferencia de los temas musicales, muy bien escogidos para según qué situaciones, alternando entre temas de rock para los momentos en los que la adrenalina fluirá por las venas, y otros más relajados para el resto de situaciones.
Para los fans acérrimos
Vancouver 2010 es un título que podría haber dado más juego si la desarrolladora no hubiera recortado algunas disciplinas deportivas que no encontramos en el título y que hubiera dado más variedad a un título que peca de poco profundo y falto de variedad. Las pruebas tendrán lugar en los mismos circuitos o recorridos, las distintas variedades dentro del esquí, snowboarding y trineo serán muy similares entre sí y no supondrán ningún reto para el jugador, pues con tres intentos ya dominará a la perfección cada una de las técnicas pudiendo conseguir sin ningún tipo de apuro la ansiada medalla de oro. La personalización del deportista es inexistente, así como la emoción y la sensación de estar luchando por una medalla de mucho valor, restando realismo a un título que pretende alardear de él y que solamente lo consigue por medio de la cámara en primera persona y los cuidados escenarios. En definitiva, este título de Eurocom es recomendable para todo aquel poseedor de PC, Xbox 360 o PlayStation 3 que sienta pasión por el género y disfrute descendiendo a toda velocidad por las pistas de esquí, solo o a través de internet.