Análisis de Toy Story 3 (PS3, PSP, PC, NDS, Xbox 360)

Corría el año 1995 cuando el mundo del cine sufría una convulsión. Un nuevo y pequeño estudio, Pixar, estrenaba con el patrocinio de Walt Disney, la primera película generada completamente por ordenador, Toy Story. Un guión sorprendente, unos juguetes que tienen vida propia, y una enternecedora historia de un viejo vaquero de tela que es sustituido drásticamente por un súper astronauta repleto de luces se convirtió en un éxito sin precedentes, tanto de critica como de publico, desde los más pequeños hasta los adultos. John Lasseter, su director, consiguió el Oscar y Pixar, se convirtió en una mina de oro con cada nuevo estreno, Buscando a Nemo, Los Increibles, Wall-E, Cars, etc.

¿Que fue de Woody y Buzz? En la primera parte ambos muñecos, aunque en un principio el propio Buzz todavía no asumía su rol juguetero, luchaban por ser el predilecto de su dueño, Andy, en una tierna confrontación entre lo antiguo y lo nuevo, muy lejos del tópico del bueno contra el malo, y en la que al final, ambos tenían que colaborar para no quedarse olvidados en una mudanza acababa con la amistad entre ambos. Ese vinculo entre ambos se ponía a prueba en la segunda parte cuando el vaquero era vendido en un descuido con la casualidad que el comprador era un coleccionista de juguetes. Buzz y el resto de la pandilla tenían que abandonar el hogar familiar para rescatarle tras una frenética aventura.

El inevitable paso del tiempo

En esta tercera y parece que última parte, Andy ya se ha hecho mayor, de hecho tan mayor que de golpe va incluso a la universidad, lo que en EEUU significa irse fuera de casa, por lo que sus juguetes son abandonados en el trastero. Tal y como nos ha pasado a cada uno de nosotros hace más o menos tiempo. Y bueno, como la película todavía no se ha estrenado, no es cuestión de estropearos más sorpresas.

Solo diremos que Woody, Buzz y Jessie, la novia del vaquero, los tres personajes que podemos controlar en el juego, no entienden en su mente juguetera su triste situación y quieren ponerse en contacto de nuevo con Andy. Empieza así el simpático modo historia. Una aventura repleta de saltos, plataformas, divertidos minijuegos, acción, y sobre todo, trabajo en equipo usando las peculiares características de cada uno, y es que por ejemplo Buzz puede lanzar a sus amigos a largas distancias inaccesibles de otro modo, así como usar su potente láser. Por si acaso nos atascamos en algún lugar, tenemos un menú donde pedir una pista en forma de texto, o bien que nos enseñen como pasar directamente para lo que saldrá un pequeño esquema indicando los pasos a seguir.



Un modo divertido repleto de humor y situaciones delirantes en los que veremos a muchos de los personajes de las películas incluyendo a Perdigón, el burrito, el cerdito-hucha que en sueños se vuelve el malo de la película o el ejercito de soldados de plástico. La única pega que se le puede poner a este modo es su escasa duración. Apenas son 8 capítulos, muy sencillos, que no nos llevarán muchas horas que eso sí serán muy amenas.

La Caja de Juguetes

Afortunadamente, tenemos otro novedoso modo de juego que sí nos va a durar mucho más tiempo. Se denomina la "Caja de Juguetes" y consiste en un mundo abierto que nos sitúa en un pueblecito estilo vaquero donde de nuevo podremos escoger nuestro personaje favorito entre el trío de protagonistas, Buzz, Woody y Jessie. A partir de entonces, nuestro muñeco de juguete asumirá el rol de "sheriff" del pueblo y como tal podremos dedicarnos casi a lo que queramos en el sentido más amplio de la palabra de una forma totalmente independiente a los hechos de la película.



Lo principal será hablar y contentar a los simpáticos habitantes del pueblo. Empezando por el peculiar cerdito-alcalde que será nuestro principal guía, todos tendrán infinidad de misiones que ofrecernos, eso sí, igual de sencillas que las del modo historia. Hacer fotos, buscar y recoger cosas, o bien explorar el extenso mapeado por nuestra cuenta en busca de objetos ocultos, etc. Un montón de misiones principales y muchas otras secundarias en las que además podremos activar una brújula que nos facilitará todavía más las cosas. Si nos cansamos de las misiones, podemos dedicarnos un rato a redecorar el pueblo a nuestro gusto, pintando y customizando edificios y/o paisajes.

Al completar las misiones obtendremos una cantidad de monedas de oro como recompensa que podremos invertir en comprar más edificios para nuestros ciudadanos, como por ejemplo, una peluquería donde veremos que cambian su aspecto, o lo que es más interesante, más juguetes para el pueblo que a su vez nos desbloquearán más misiones, e incluso alguna montura para desplazarnos más rápido como el burrito Perdigón o incluso espectaculares vehículos que nos abrirán incluso pruebas de carreras. El mapeado es bastante extenso y variado lleno de montañas, ríos, pasadizos, túneles, por lo que es un modo de juego que sí nos permitirá invertir una cuantas horas más, dependiendo del interés que consiga despertarnos.

Aunque probablemente estáis imaginando que se pueda, comentar que no hay ninguna posibilidad de jugar online ni en este modo abierto, donde hubiera estado bastante bien compartirlo con otros jugadores, ni en la historia propiamente dicha.

El mundo de Toy Story

Si la película huye de efectos especiales espectaculares o sonidos de alta tecnología para traernos un mundo tierno, sencillo y colorido, exactamente lo mismo se ha trasladado al videojuego, donde encontraremos un nivel técnico notable pero simple a la vez. Todo está muy bien hecho, destacando los protagonistas principales idénticos a los de la peli, pero todo es muy llano sin ninguna espectacularidad. Nos encontraremos un mundo muy colorido pero que abusa de los cuadrados siendo todo bastante tosco, a la vez que encantador.

Aparte de los protagonistas, podemos destacar también las divertidas animaciones que se suceden durante el modo historia, y que podrían perfectamente salir de la misma película. El juego esta totalmente traducido y doblado al castellano, cuestión imprescindible para el público al que va dirigido y el sonido es más bien regular con melodías bastante repetitivas durante el juego, y donde se echan un poco de menos esas canciones que ya se han hecho tan famosas de las otras partes.

Conclusión

Toy Story 3 es muy buen juego, siempre y cuando lo orientemos a los más peques o a jugar en familia. Es muy divertido, casi idéntico a la película en su diseño, y es una oportunidad magnifica de poder controlar al vaquero Woody o al súper astronauta Buzz Lightyear. Sin embargo, hay que reconocer que para otro tipo de jugadores es demasiado sencillo, fácil y casi sin alicientes tras unas pocas horas de juego. Hasta el infinito y más allá...