Análisis de Skydive: Proximity Flight (PS3, Xbox 360)
El ‘skydiving’ es una variante algo más extrema del paracaidismo que está gozando recientemente de bastante popularidad. En concreto, los valientes en cuestión se lanzan con un traje especial que les permite planear en el aire, dándoles mayor libertad y control a la hora de modificar su trayectoria cuando van en caída libre que con uno tradicional. La popularidad que comentamos no lo pone a la altura de títulos mayoritarios, pero Gaijin Entertainment, al menos, piensa que hay mercado para sacar un título bastante arcade basado en él.
Skydive: Proximity Flight es un juego pensado para todo el mundo, independientemente de que les guste este deporte o no, y que incluso aunque no tengan ni idea de lo que va, puedan ponerse a los mandos y divertirse.
De hecho, es incluso accesible para la gente que nunca haya cogido un mando, pero comentaremos más adelante todos estos aspectos. Por el momento, os pedimos que dejéis vuestros prejuicios a un lado y sigáis leyendo.
Caída libre
Para comenzar a comprender de qué trata este Skydive: Proximity Flight, pensamos que es conveniente establecer un relativo paralelismo con NiGHTS into Dreams, el juego de Sega Saturn. Salvando las abismales diferencias, tenemos que, en caída libre, controlar nuestra trayectoria para pasar por una serie de círculos colocados estratégicamente por el escenario, aunque con un desarrollo tridimensional. Aquí acaban las similitudes con el título del Sonic Team, pero nos parece bastante ilustrativo para entender el esquema jugable básico, que luego modificaremos con trucos como volteretas.
A través de 46 pruebas el modo principal nos propondrá realizar diferentes "circuitos", repartidos por todo el mundo –Italia, Suiza, el Gran Cañón del Colorado...–, a través de estas indicaciones en el menor tiempo posible, realizar determinadas acrobacias, y luego una combinación de todo. Tendremos así diferentes desafíos, que realizar, con un sistema de puntuación –tanto numérico como de estrellas– que nos animará a repetir las misiones una y otra vez para mejorarlas. Éstas son además bastante cortas, ya que la media oscila entre uno y tres minutos, y es un aliciente para maximizar la, de otra manera, escasa duración del juego.
Aparte, contamos con un modo carrera en el que competir contra otros tres skydivers en nuestro veloz periplo por alcanzar la meta primero, así como un modo libre –personalizando las condiciones del salto– y un modo llamado "Desafío con amigos" en el que, como podemos intuir, nuestros amigos crearán diferentes desafíos para que nosotros los completemos.
Un juego rápido y accesible
Aunque Skydive: Proximity Flight no derrocha contenido, al menos el que nos da es bastante disfrutable, y principalmente, gracias a su control. Nada más comenzar podemos elegir entre controlar el juego con el DualShock 3 de manera tradicional –con el stick izquierdo–, o utilizando sus sensores de movimiento. Si queremos todavía más control de movimiento, podemos utilizar dos mandos PlayStation Move, siempre en combinación con algunos botones para utilizar el turbo o realizar acrobacias. Tendremos también varios pilotos –algunos más serios y realistas, otros más cómicos y humorísticos– con diferentes tipos de estadísticas, aunque salvo los cambios de personajes más extremos, no notaremos muchos cambios al respecto.
En general, todos los sistemas de control funcionan muy bien, son precisos y permiten, como decimos, hacernos rápido con su control aunque no hayamos tocando nunca un mando en nuestra vida. Mencionar también que es compatible con 3D estereoscópico, y que podemos elegir entre tres cámaras en tercera persona y una en primera. Jugar en 3D es más que recomendable si tenéis la opción. Su nivel gráfico se mantiene estable, y la inmersión es mucho mayor. Y si ya os da por jugar con los Move, de pie, en 3D y cerca de la tele, se convierte en un sustituto legal de casi cualquier estupefaciente.
Otros aspectos
Ya que hablamos de aspectos técnicos, Skydive: Proximity Flight es un juego correcto. Gráficamente cumple sin grandes alardes, pero tampoco los necesita para divertir. La generación de los escenarios, algo brusca a veces, se compensa con una buena iluminación y respetables efectos climatológicos –nubes, niebla– que además podemos elegir en el modo libre, y ver cómo cambian los diferentes escenarios bajo unas u otras condiciones. Las animaciones tienen algunos detalles más mejorables, como los aterrizajes, que incluso si se producen sobre el agua nos dejan caminando sobre ella sin ningún tipo de pudor, pero al fin y al cabo, a la hora de jugar sigue divirtiendo, y dada la naturaleza del juego, nos parece fácil de perdonar.
Más difícil de perdonar es el aspecto sonoro. Mientras que los efectos cumplen –por ejemplo, aumentando el volumen cuando volamos muy cerca de una superficie–, la música acaba por desesperar. En un principio están bien, con ritmos y riffs roqueros que encajan con la acción, y con un tema principal que suena la primera vez que ponemos el juego, y que suena realmente bien. El problema es que estas composiciones se repiten hasta la saciedad mientras jugamos, y acaban por desesperarnos. Además, no podemos poner nuestra propia música, algo que no creemos que sea muy complicado de implementar, y que habría solventado esta carencia.
Un arcade divertido que se merece, al menos, un poco de atención
Si eres fan del skydiving, Skydive: Proximity Flight se merece toda tu atención. Si no lo eres, pero buscas un arcade rápido y accesible, se merece, al menos, un poco. Skydive: Proximity Flight divierte desde el primer momento, y consigue enganchar con unos controles precisos con muchas posibilidades para cualquier tipo de usuario y una jugabilidad directa. Pensamos que debería haber ajustados más otros aspectos, como la duración, la cantidad de contenidos, lo repetitivo de la música, o su precio, para haberse convertido en un producto totalmente recomendable. De todos modos, si tenéis la oportunidad de probarlo, os animamos a hacerlo, porque puede daros algún que otro buen rato.