Análisis de Minecraft PSN (PS3)

A estas alturas no creemos que vayamos a descubrir Minecraft a nadie, pero por si acaso hay algún despistado por aquí, os vamos a contar los motivos por los que se ha convertido en un fenómeno de masas. Básicamente, estamos ante un juego que se define mejor que nunca como sandbox. Somos un individuo en un mundo de cubos con una única misión: descubrir y crear, aunque con el tiempo se han añadido matices muy importantes como la supervivencia. Los orígenes de Minecraft se remontan a 2009, cuando Mojang AB, empresa creada por Markus Persson, más conocido por su alias "Notch", publicó un proyecto que poco a poco ha ido creciendo en dimensiones hasta convertirse en uno de los entretenimientos más reclamados.

La baza más importante de Minecraft es la comunidad. Gracias a ella y su feedback, hemos pasado de un "simulador de LEGO" a un "simulador de cualquier cosa". Se incluyeron enemigos, mecanismos, se añadió un medidor de hambre…y así con cientos de opciones, perfiladas por un usuario que ha recorrido todas las entrañas del juego. Hace unos meses analizamos la versión para Xbox 360, una edición bastante fiel a la de PC, pero que por motivos obvios no pudo seguirle el ritmo a su hermana mayor. Actualmente y después de varios parches y actualizaciones dicha versión incluye casi todas las novedades importantes, y hoy, con 20 millones de ventas en ordenador y 10 en Xbox 360, la consola de Sony recibe su más que esperada versión de Minecraft.

Como suponíamos, esta PlayStation 3 Edition ha heredado todas las actualizaciones de Xbox 360, destacando el modo creativo, principal petición del usuario. Sigue teniendo sus límites, algunos obvios por falta de memoria, como la extensión del mapa, pero conserva toda la magia del original y va a hacer felices a los nuevos jugadores que por algún motivo no han dado el paso. Para ellos va dedicado este análisis, donde además os vamos a contar qué tal ha salido parada la adaptación ¿Preparados para empezar a minar?

Crear para sobrevivir

Hay una sensación única en Minecraft que pocos juegos han sabido transmitir. La tendremos a los pocos minutos de empezar una partida desde cero, concretamente cuando llega la noche. Se trata de una sensación de indefensión total, el saber que estamos a la intemperie, rodeados de criaturas que inevitablemente van a acabar con nuestra vida. Y ojo, que estamos hablando de un juego con un aspecto gráfico muy discreto, pero sabe despertar nuestro instinto de supervivencia mejor que la mayoría.

Aunque antes de llegar a ese punto, por supuesto evitable, debemos conocer una serie de patrones jugables que nos ayudarán a pasar la noche con tranquilidad. En la versión de ordenador teníamos que recurrir sí o sí a internet y sus bases de datos para empezar a entender el funcionamiento de Minecraft. En la versión para consola, por suerte, disponemos de un tutorial que nos pondrá las cosas más fáciles. De hecho, en PlayStation 3 volvemos a tener la genial guía que ya vimos en la versión de 360. Ésta nos pone en un páramo con varios árboles alrededor y cajas de texto que no cesarán en indicarnos qué hacer. Lo primero y más importante es recolectar materia prima, que en este caso será un bloque de madera, extraído literalmente a manotazos de un árbol. A partir de ahí crearemos tablones, que nos servirán para fabricar una mesa de creación (o "crafting"). Con más madera formaremos palos, con palos y tablones un pico, un hacha o una pala, y conforme encontremos mejores materiales, comenzaremos a fortalecer estas construcciones para poder ser más productivos.

Cuando el sol esté a punto de esconderse, el tutorial ya nos habrá informado de los peligros de la noche. Para poder esquivar a las criaturas necesitaremos crear un refugio, con una cama, una puerta, a ser posible ventanas y bastante luz. Claro, para fabricar una cama necesitamos lana, y si no hay ovejas cerca, tendremos que ir a buscarlas. En ese momento es cuando entramos en una espiral sin límite que nos ayuda a comprender el éxito de este título, líder en portales como Youtube. La exploración por búsqueda de recursos o simple curiosidad es el principal motivo que nos sumerge en esta aventura, que construiremos y romperemos a nuestro antojo, en solitario o con amigos.

Controles bien adaptados

Por suerte los controles han sido magníficamente adaptados al Dual Shock de Sony. Casi todo el uso del ratón se ha sustituido con acierto por accesos directos manejables tanto con el stick izquierdo como con la cruceta. Además, tampoco debemos preocuparnos por saber cómo se fabrica algo, ya que nos lo indicarán desde la mesa de creación con un sencillo gráfico, que nos ayuda también a saber qué nos falta y el número de bloques necesarios. Es cierto que de esta manera se pierde el afán de investigación de la versión para ordenador, pero facilita la bienvenida a los nuevos usuarios, que seguramente ya estarán bastante perdidos como para tener que improvisar.

Todo resulta bastante familiar y convenientemente adaptado el mando, apenas echaremos de menos la falta de botones. El acceso a los menús es inmediato, y como decimos, aunque la interfaz se haya simplificado, la experiencia original se mantiene. Podemos por ejemplo crear pociones y fabricar mecanismos, para adentrarnos en la lava protegiéndonos del fuego o jugar con las vagonetas. Esta versión de Minecraft se juega muy bien con el mando, y quizás la acción más antinatural sea la de correr, sobre todo acostumbrados a los juegos de acción en primera persona donde pulsamos el stick izquierdo. Aquí debemos presionar dos veces la dirección para iniciar la carrera, a la vieja usanza, y no siempre lo ejecutaremos a la primera.

Crea para divertirte, solo y en compañía

Si nos agobiamos fácilmente con esos "creepers" y demás criaturas del inframundo, siempre nos queda la opción de visitar el modo Creativo. Éste va dedicado a esas personas que disfrutaron en su día con las piezas de Mecano, LEGO o Tente, y que en definitiva son una mente inquieta y adoran pasar las horas muertas fabricando estructuras. Aquí no hay un objetivo como el de sobrevivir, sino que simplemente disfrutaremos de las opciones que ofrece el juego, en todo su esplendor y de manera ilimitada.

No hará falta recolectar madera mientras nos fijamos en la posición del sol para calcular la vuelta a casa, directamente abriremos el menú de objetos y elegiremos qué bloque usar entre todo el catálogo. Echamos de menos este modo en las primeras versiones para 360 y aquí por fin lo tenemos desde un inicio. Además podemos volar con nuestro personaje, para echar un vistazo a nuestra construcción desde cualquier ángulo y revisar ese bloque que rompe la simetría de nuestro portal. Podríamos catalogar este modo Creativo como un atajo para los más impacientes, pero realmente no tiene mucho que ver con la Supervivencia, sino que está pensado para los que buscan un sandbox sin mayor pretensión que la de divertir exprimiendo todas las posibilidades del juego.

También podremos compartir esas creaciones o solicitar la ayuda de nuestros amigos para que nos echen una mano de albañilería. El número de jugadores en línea asciende hasta 8, pero lo mejor de todo es que de manera local podemos jugar a pantalla partida con 3 amigos más. En compañía Minecraft es mucho más disfrutable en cualquiera de sus modos, y será la opción favorita para muchos, ya que como siempre, es mejor tener a varios cerebros pensando aventuras. Por supuesto, nos dejarán visitar los mundos de otros y generar claves para que visiten los nuestros, estableciendo permisos para tener poder sobre nuestras creaciones.

Una versión a la altura de lo esperado

Con el paso del tiempo, esta versión de Minecraft para PlayStation 3 se irá puliendo. Faltan algunas opciones que ya tenemos en PC, pero por encima de eso encontramos algunos fallos gráficos que esperamos ver solucionados en breve. La tasa de fotogramas no es todo lo estable que nos gustaría, y las pantallas de autoguardado muchas veces interrumpen en un mal momento. Más allá de estos detalles, contamos desde el primer momento con el modo Creativo, el medidor de hambre, el inframundo (El Fin) y animales y objetos que no vimos de inicio en Xbox 360.

De esta manera, Minecraft PlayStation 3 Edition supone una gran oportunidad para todos aquellos que no han podido probarlo en ordenador y disponen de la consola de Sony. Mojang ya ha prometido paquetes de texturas y parches que solucionen los errores de los que os hablamos, así que parece que tendremos soporte desde el primer momento. Por lo demás, contamos con esa experiencia embriagadora que ha cautivado a tantos usuarios. Técnicamente es tan discreto y peculiar como siempre, pero conserva unas posibilidades jugables tremendas y cuenta con un desarrollo que sin querer nos va a sumergir horas y horas.

El imperio de Mojang está en un estado de forma ideal, y en su expansión se ha acercado con mucho acierto a la consola de Sony. Así que si sentís curiosidad, ya podéis saciarla. Encontraréis un concepto simple, pero tan bien ejecutado que os costará despegaros del mando.