Análisis de Guardianes de la Tierra Media PSN (PS3, PC, Xbox 360)

Poco podía imaginar J.R.R. Tolkien el fenómeno de masas en el que se convertiría su trilogía literaria por excelencia: El Señor de los Anillos. Películas, juegos de rol, videojuegos, merchandising de todo tipo, etcétera. Prácticamente ningún medio se ha librado de recibir algún tipo de adaptación o producto relacionado con la Tierra Media. Sin ir más lejos, recientemente hemos podido disfrutar del fantástico y totalmente recomendable LEGO El Señor de los Anillos en nuestras consolas y compatibles. Ahora, y aprovechándose del tirón que vuelve a tener esta saga gracias al estreno en cines de El Hobbit: Un viaje inesperado, le toca el turno a este Guardianes de la Tierra Media, con el cual Monolith demuestra que los MOBAs en consola son posibles.

Un MOBA para gobernarlos a todos

Tal y como acabamos de indicar, nos encontramos ante un juego tipo MOBA (Multiplayer Online Battle Arena) exclusivo de consolas. Esto es algo que de por sí llama la atención, ya que se trata de un género que hasta la fecha se ha considerado propio de PC, siendo Awesomenauts lo más parecido que podía encontrarse en PlayStation 3 y Xbox 360. Para los más nuevos, decir que nos enfrentaremos en batallas de 5 contra 5 en un mapa dividido en tres calles principales (o con una sola, según el modo que escojamos). Nuestro objetivo será tan simple como ir avanzando por ellas destruyendo las torres de nuestros rivales para llegar a la base contraria y destrozarla.

Si queremos hacernos con la victoria, tendremos que jugar en equipo y colaborar con el resto de nuestros compañeros, ya que aquí prima el desarrollar una buena estrategia y conocer bien tanto a nuestros personajes como a los del enemigo. En total podremos escoger entre una veintena de Guardianes que no solo están sacados de la trilogía principal, ya que se ha profundizado en el lore que rodea este universo para traernos guerreros quizás no tan conocidos como Gandalf o Legolas, pero igualmente interesantes a nivel jugable.

La lista completa es la siguiente: Nori, Hildifons (un hobbit que solo sale nombrado en los apéndices), Gothmog, Runsig, Felgrom, Ori, Gandalf, Lugbol, el Rey Brujo, Agandaûr (el enemigo principal del videojuego La Guerra del Norte), Galadriel, Éowyn, Wulfrun, Legolas, Haldir, Gollum, Thrain, Beregond, Arathorn, Sauron, Uglúk y Mozgog. Como podéis ver hay ausencias importantes, como Aragorn, Gimli o Saruman por citar algunos, algo que probablemente disguste a más de uno, especialmente al considerar que comparado con otros MOBAs la lista de personajes es muy escasa y que se piensa ampliar mediante contenidos descargables de pago (de hecho el juego cuenta con un pase de temporada).

Al menos, el hecho de que solo sean 22 personajes ha dado lugar a que el título esté sorprendentemente bien equilibrado, al menos por lo que hemos podido comprobar estos días, y todos los Guardianes son totalmente distintos, proponiéndonos cada uno su propio estilo de juego. De hecho, están divididos en cinco tipos distintos según su rol en el equipo: Estratega, Encantador, Defensor, Golpeador y Guerrero. Es importante que tengamos esto en cuenta, ya que para ganar tendremos que ceñirnos a nuestro papel y no ir a lo loco.

Volviendo a lo que es la jugabilidad y el desarrollo de las partidas, comentar que los controles y la interfaz (aunque los iconos del minimapa se ven demasiado pequeños) se han adaptado perfectamente a lo que un mando demanda. Con los cuatro botones principales realizaremos nuestras habilidades, con el R2 ataques básicos, con R1 subiremos nuestras habilidades de nivel, con L2 usaremos nuestras órdenes, con L1 seleccionaremos una orden, con L1 y R1 a la vez mejoraremos las construcciones, con la cruceta consumiremos las pociones equipadas, con el stick izquierdo nos moveremos y con el derecho apuntaremos la dirección de nuestros ataques, con select nos teletransportaremos a base, pulsando el stick derecho haremos una señal en el minimapa y pulsando los dos activaremos el modo de cámara libre.

Puede que dicho así parezcan algo complicados y que haya que tener en cuenta demasiadas cosas, pero una vez en partida no tardaremos demasiado en hacernos con ellos. Eso sí, el modo de cámara libre es ciertamente mejorable. A la hora de atacar, un círculo debajo de nuestro personaje se encargará de indicarnos la distancia de nuestros golpes y habilidades, mientras que la zona iluminada que hay dentro de él nos señalará el área en la que impactarán. Cómodo, fácil e intuitivo.

Al igual que en todos los juegos del género, en todas las partidas comenzaremos con nivel 1 y tendremos que matar súbditos enemigos, criaturas de las zonas intermedias entre calles y si es posible a héroes rivales, para ganar experiencia y subir de nivel (hasta un máximo de 14), lo que nos permitirá mejorar nuestras habilidades y activar las reliquias y gemas que tengamos equipadas. Al empezar la partida tendremos disponibles las habilidades de X, Cuadrado y Círculo, mientras que para desbloquear la de triángulo necesitaremos nivel 5. Si conseguimos sacar ventaja en cuanto a nivel a nuestros enemigos, nos será mucho más fácil acabar con ellos, por lo que es importante subir todo lo rápido que podamos mientras impedimos al contrario que haga lo mismo.

Otro aspecto muy a tener en cuenta es el de los santuarios. Si nos hacemos con estos puntos del mapa, todo nuestro equipo ganará bonificaciones de resistencia de daño, por lo que conquistarlos y mantenerlos es un elemento clave para obtener la victoria. También tenemos que destacar, que a diferencia del resto de juegos del género, no hay ningún tipo de tienda en la que comprar objetos durante las partidas.

En vez de eso, cada vez que lleguemos a un determinado nivel desbloquearemos la posibilidad de construir una mejora para nuestras torres y para nuestros súbditos. Solo podremos tener una activa en cada una de ellas, por lo que será importante considerar el tipo de mejora que necesitamos en cada momento, ya que estas tienen efectos distintos. Hay que señalar también, que mientras más asesinatos y asistencias seguidas sin morir consigamos, mayor será la bonificación de daño contra estructuras que ganaremos, por lo que si encadenamos varios seguidos destruiremos torres enemigas con suma facilidad.

Al no haber tienda en las partidas, muchos os estaréis preguntando entonces por las opciones de personalización de nuestros Guardianes. La respuesta se encuentra en el menú principal y en el sistema de cargas. A medida que juguemos partidas ganaremos experiencia y subiremos nuestro nivel de perfil, lo que nos permitirá desbloquear huecos para pociones (objetos consumibles que nos darán unas ventajas temporales), nuevas órdenes (unas habilidades extras de apoyo que podremos usar en batalla y con un tiempo de recarga muy elevado) y un mayor número de cargas para configurar.

¿Qué son las cargas? Son el equivalente a lo que sería la configuración de nuestra clase, pudiendo crear varias, aunque solo podremos usar una por partida. En cada una de ella podremos equipar cuatro pociones, una serie de órdenes y diversas reliquias y gemas para nuestro cinturón. Las reliquias ocupan un número determinado de espacios en el cinturón y en ellas podremos equipar gemas del mismo color que sus huecos, las cuales nos darán efectos beneficiosos según la que hayamos puesto. Las reliquias a su vez también nos otorgarán diversas mejoras, pero no se activarán hasta que la hayamos completado entera subiendo de nivel. Esto último lo decimos porque las reliquias y gemas no estarán disponibles desde el principio de una partida y se irán activando a medida que subimos nivel.

Para conseguir reliquias, gemas y pociones podremos invertir el dinero que ganemos tras cada partida, o si tenemos suerte, obtendremos algunas de regalo al finalizar un enfrentamiento junto a alguno de los galardones que recibamos (como hacer la primera sangre, ser el que más daño ha recibido, el que más ha matado, etcétera). Hay una gran cantidad de cada tipo para comprar y muchísimas combinaciones posibles, ofreciendo unas opciones de personalización realmente profundas que conseguirán abrumar a más de uno ya que sus efectos durante una partida son notables y variarán mucho nuestro estilo de juego. Además, para que los nuevos jugadores puedan defenderse, cada personaje incluye una carga por defecto muy competente, las cuales resultan perfectas para iniciarse.

Puede no parecerlo, pero este sistema engancha rápidamente y nos animará a jugar una partida tras otra para experimentar nuevas combinaciones y conseguir dinero para hacernos con más reliquias y gemas. También tenemos que señalar que este tipo de moneda también podrá usarse para desbloquear personajes, ya que no están todos disponibles desde un principio, aunque cada semana se pondrá una serie de Guardianes para jugar con ellos gratuitamente durante un tiempo, lo que nos permitirá probarlos antes de decidir si invertir en ellos o no.

En cuanto a modos de juego, Guardianes de la Tierra Media nos ofrece diversas alternativas. Por un lado tenemos el clásico entrenamiento que nos servirá de tutorial, aunque su utilidad es relativa, ya que solo nos servirá para aprender sus controles, no sus mecánicas. Por otra parte tendremos Campos de Batalla, Campos de Batalla de Élite, Refriega y Partida Personalizada. En todos ellos podremos escoger entre jugar en el mapa de tres calles o en el de una sola. En nuestro caso preferimos el primero, ya que en el segundo se pierde casi todo el factor estratégico del juego para convertirse en una matanza rápida sin demasiada ciencia.

En Campos de Batalla y Refriega, si tras un tiempo en cola no encuentra suficientes jugadores humanos, nos meterá en una partida en la que los huecos restantes se rellenarán con bots controlados por la IA. Mientras que Refriega supone el modo más casual (no hay límite de tiempo y aunque tengamos un grupo organizado no caeremos todos los integrantes en el mismo equipo), en Campos de Batalla jugaremos partidas con un límite de tiempo de 20 minutos. Si al completarse el tiempo no ha ganado ninguno de los dos equipos, la victoria se la llevará el que más puntos haya acumulado por haber matado jugadores y destruido estructuras rivales. Finalmente, en Campos de Batalla de Élite la partida no tiene límite de tiempo y esta solo empezará cuando haya diez jugadores humanos.

Por desgracia, nos vemos en la obligación de mencionar ciertos problemas iniciales que está sufriendo el juego relacionados con su conexión y con su sistema de matchmaking, al menos en la versión de PlayStation 3, que es la que hemos podido jugar para hacer este análisis. Jugar una partida de Campos de Batalla de Élite es prácticamente imposible, y nos hemos visto esperando en cola durante prácticamente una hora sin encontrar jugadores suficientes.

Por otro lado, en Campos de Batalla, lo normal estos días es que nos encontremos con dos o tres jugadores más y el resto de personajes sean controlados por bots, quitándole gran parte de atractivo a las partidas. Incluso hemos llegado a jugar partidas en las que éramos el único jugador humano. En cambio, también hemos tenido suerte en alguna que otra ocasión y hemos conseguido jugar un par de partidas sin bots, aunque en ellas hemos sufrido bastante lag (siendo jugable pero terriblemente molesto) y alguna que otra desconexión por la inestabilidad de los servidores.

Estos problemas en un juego de este tipo son realmente graves y si Monolith no actúa rápidamente pueden acabar por matar al juego prematuramente, lo cual sería una pena, ya que el trabajo realizado a nivel general es bastante bueno, por lo que tendremos que esperar unos días para ver la respuesta de la compañía y su compromiso con el juego.

A nivel gráfico el título luce bien sin más. Personajes reconocibles, buenos efectos gráficos para las habilidades, escenarios bien modelados y poco más. Los Guardianes podrían lucir bastante mejor, ya que ni su carga poligonal ni sus texturas son gran cosa, y la tasa de imágenes por segundo da la sensación de ser algo lenta, con algún que otro molesto tirón. También hay que destacar que la IA tanto de los bots como de los soldados es sencillamente inexistente. Con los primeros es directamente imposible llevar ninguna estrategia a cabo y se les puede matar sin ninguna clase de esfuerzo, mientras que los segundos hay veces que se olvidan de atacar a los Guardianes rivales cuando estos atacan a los de su equipo cerca de ellos. Y eso sin contar con la IA de las mascotas de algunos guardianes, totalmente errática y aleatoria.

En cuanto al sonido, no hay demasiado que destacar, con una banda sonora que encaja bien pero de la que rápidamente nos olvidaremos que existe, y un doblaje al español que a pesar de no estar mal, no es el de las películas (al menos en lo referente a los personajes que salen en ellas como Gollum o Gandalf). Al menos se agradece el detalle y el esfuerzo por localizarlo a nuestro idioma.

Conclusiones

Tal y como dijimos al comienzo del texto, Monolith ha hecho lo más difícil: demostrar que los MOBAs son posibles en consolas. Haciendo uso de una licencia muy querida por todos, el resultado final ha sido un juego muy completo y satisfactorio que divertirá por igual tanto a jugadores veteranos como a los que nunca lo han probado. Sin embargo, el título necesita con urgencia el apoyo de una comunidad mucho mayor y que todos sus problemas de conexión y búsqueda de partidas sean solucionados cuanto antes, o nos tememos que todo el buen hacer en el resto de apartados caiga en saco roto. Si todo esto acaba por arreglarse y Monolith consigue que solo sea un mal recuerdo de sus primeros días, podéis estar seguros de que entonces será una compra 100% recomendable y con la que pasar horas y horas batallando en la Tierra Media.