Análisis de Grand Theft Auto IV (PS3)
GTA IV es por muchos motivos el juego más esperado del año y, ante todo, hay que decir que ha cumplido, con creces, las altas expectativas que ha generado. Decir que es el mejor juego de lo que llevamos de la generación depende de la afición de cada uno por cada género, pero sin duda, en el suyo, no solo es el mejor con mucha diferencia, sino que es la evolución idónea de los llamados "juegos de mundo abierto", el subgénero que GTA 3 precisamente creó, y donde esta saga tiene la obligación, cumplida hasta ahora, de elevar el listón constantemente, de marcar el camino a seguir por los demás. No solo se convierte en el rey, o el emperador, de su género, sino que además se convierte en el mejor ejemplo de cómo contar una historia a través del videojuego, cómo combinar jugabilidad, historia y cinemáticas para que siempre estemos jugando pero al mismo tiempo nos sumerjamos en una historia en la que Rockstar Games se supera a sí mismo.
Comentábamos hace una semana en nuestro reportaje sobre los orígenes de Grand Theft Auto que en los últimos juegos la historia había pasado de ser meramente testimonial, algo que justificase la oleada de misiones, a pasar a tener un protagonismo cada vez mayor, especialmente en el anterior juego, San Andreas, donde se nos mostraba a unos personajes mucho más creíbles, y a un protagonista con más personalidad que en juegos anteriores, y unas motivaciones más que justificables. En GTA IV se da un paso más en esta tendencia, y ahora la historia tiene un papel casi absoluto en el juego, pero está tan excelentemente bien contada que nunca resulta incómoda para el jugador; el tono es mucho más serio y realista, junto con el estilo gráfico, y los personajes vuelven a seguir estereotipos pero son mucho más memorables. Empezando por, naturalmente, Niko Bellic, el protagonista.
No vamos a desvelar la historia más allá de lo que Rockstar ha dicho y ha dejado entrever, así que podéis leer tranquilos. Niko Bellic llega a los Estados Unidos, en busca del sueño americano, persuadido por las cartas que su primo Roman le envía, donde le habla de mansiones, dinero y mujeres. Como es de esperar, todo esto es mentira, y Roman resulta ser el secundario gracioso de toda gran producción estadounidense. Bellic, en cambio, es mucho más resuelto y expeditivo, pues por algo es el protagonista de un juego de Grand Theft Auto, y pronto comenzará a conocer a la "fauna" local de Liberty City, la ciudad que de nuevo es protagonista de un juego de Grand Theft Auto.
Hay que hacer un aparte para hablar del personaje de Niko Bellic, que por méritos propios entra en la historia de los mejores protagonistas de videojuegos, aparte de que gracias al mayor protagonismo de la historia logramos conocerlo más profunda y rápidamente que a cualquier personaje de GTA anterior. Niko Bellic es algo así como el macarra definitivo, con sus propias reglas y motivaciones, y un sentido del humor sutil y fino. A lo largo del juego descubriremos, poco a poco, por qué es de esta manera. Los otros secundarios son igual de memorables, siguiendo estereotipos conocidos, sí, pero sin ser tan esperpénticos como en anteriores juegos, sino más serios, acorde con el tono "realista" de todo el juego.
Luego hay que hablar de la ciudad de Liberty City, otra gran protagonista de este nuevo Grand Theft Auto. Basada en Nueva York, como de costumbre, esta vez recrea con mayor fidelidad la estructura de la "capital del mundo", incluyendo representaciones de Manhattan, Queens, Bronx y Brooklyn, cuatro de sus barrios, y Nueva Jersey, que prácticamente es uno más. Cada barrio tiene su personalidad y su gente, y un tamaño mucho mayor que en anteriores juegos. El tamaño total del escenario no es mayor que el de San Andreas, pero sí lo es su densidad. Mientras que gran parte del estado de San Andreas era campiña, la ciudad de Liberty City está llena de calles y callejones, cada uno de ellos recreado con multitud de detalles. Además de parecerse más a Nueva York desde arriba, también incluye recreaciones de algunos lugares míticos de esta ciudad, especialmente en Manhattan, aparte de su propia estatua de la Libertad (en este caso, de la Felicidad).
El mayor tamaño de la ciudad ha animado a Rockstar a incluir medios de transporte alternativos. Liberty City cuenta con su propia Red de Metro, pudiendo movernos entre estaciones con gran rapidez, e incluso podremos coger un taxi para que nos lleve a donde queramos, pudiendo además meterle presión para que vaya más rápido, y viendo las calles de la ciudad desde la ventanilla, pero evidentemente esto es Grand Theft Auto, no paseando a Miss Daisy, y la forma natural de moverse por Liberty City es conduciendo nuestro coche; generalmente robado.
Aquí es donde comprobaremos, nada más comenzar, una de las novedades más importantes del juego, y que más influyen en toda la aventura: el sistema de conducción es ahora mucho más realista. El juego ha pasado de una conducción arcade a una conducción bastante realista, y bastante exigente al principio, de hecho. Se acabó el tomar las curvas con el acelerador pisado como si esto fuese un Burnout, y mucho cuidado con los choques, pues el sistema de físicas del juego ahora es más realista y más sensible; en un choque podemos acabar dando vueltas de campana fácilmente. Los coches vuelven a deformarse con los golpes, y se mantiene un homenaje a la saga (la tapa del capó sale disparada hacia atrás, como si fuese de papel). Este sistema hace de GTA IV un juego más difícil al principio, pero una vez que nos acostumbramos nos dimos cuenta del acierto; nos exige ser más hábiles y prestar atención a la conducción, y recompensa nuestra habilidad al volante.
Las partes en coche, y también a pie, se ven beneficiadas por otra novedad, que es el cálculo de rutas GPS para encontrar el camino óptimo al sitio donde queremos ir. Esto nos ahorrará visitas al mapa y quebraderos de cabeza; siguiendo la línea de color, llegaremos a nuestro destino sin problemas, y en el caso de que nos desviemos, como en un GPS normal y corriente, se calculará una nueva ruta óptima al destino. El repertorio de coches vuelve a ser numeroso, e inspirado en modelos originales; pero el nivel de detalle ahora es muchísimo mayor. Las motos y otros vehículos como los helicópteros están presentes; las primeras se hacen muy complicadas y peligrosas ahora, pero el nuevo motor gráfico permite unas colisiones espectaculares, tremendamente contundentes, aunque muy malas para la barra de salud de Niko, por supuesto. De todas formas, y pese a reírnos de la idea comparándola con una película de ancianas, el transporte por taxi nos ahorrará mucho tiempo, especialmente cuando tenemos que repetir una misión una y otra vez, pues pagando un poco más podemos saltarnos el viaje.
Otro de los cambios importantes del juego es el comportamiento de la policía. Se mantiene la barra de estrellas de búsqueda pero ahora es menos importante, y el sistema de búsqueda de la policía es ahora más versátil y coherente. Cuando cometamos una tropelía y nos descubran, aumentará nuestro nivel de búsqueda y veremos en el mapa un área iluminada con un filtro rojo y azul (como una sirena de policía), viendo por qué área nos están buscando, es decir, cuál es el área de influencia de la policía que nos busca, y señalados como puntos, los coches de policía de la zona. Mantenernos lejos de ellos, y salir cuanto antes de la zona señalada, hará que nuestro nivel baje y eventualmente la policía deje de buscarnos.
Otro cambio que GTA pedía a gritos era el sistema de tiroteos, que ahora está al nivel de los juegos de acción de los últimos tiempos. Es curioso como GTA mejora en todos los aspectos y en todos los subgéneros que toca se adapta a las novedades que han ido introduciendo. En el caso del sistema de disparo, evidentemente no nos vamos a encontrar con algo tan espectacular como Gears of War, pero del título de Epic Games toma el sistema de apuntado, las coberturas y los disparos a ciegas. Podemos fijar blancos manteniendo pulsado el gatillo derecho, pudiendo cambiar moviendo la vista a un lado y otro, y pudiendo "subapuntar", dentro del punto de mira fijado, a la cabeza, piernas, etc… Si pulsamos el gatillo con menos fuerza, pasaremos a apuntar libremente. El juego usa exhaustivamente la sensibilidad de los gatillos, siendo muy importante acelerar y frenar lentamente para controlar los derrapes en el ya comentado nuevo sistema de conducción realista.
Los tiroteos también incluyen coberturas, como habíamos dicho, funcionando el sistema de manera similar a Gears of War y títulos por el estilo, pulsando R1/RB para cubrirnos tras una superficie, y pudiendo movernos por ella, asomarnos a disparar o disparar a ciegas. La vida de los enemigos se nos muestra dentro del círculo que fija nuestro punto de mira, por lo que el interfaz es claro y la mejora respecto a San Andreas muy grande. El repertorio de armas sigue siendo tan variado como de costumbre y cada arma tiene sus características propias, como potencia, cadencia de disparo, precisión y daño. Sin duda se lleva la palma el lanzacohetes. Ya descubriréis por qué.
Finalmente, la última gran novedad de GTA IV es… el teléfono móvil y cómo se usa. El teléfono de Niko no solo se usará en las misiones para estar en contacto con nuestro jefe, cosa que es automática, sino también para gran parte de los extras del juego, e incluso para agilizar muchas de las tareas; con el móvil podremos pedir un taxi o un helicóptero, descargarnos tonos, saber qué canción está sonando, quedar con chicas, quedar con amigos, llamar a un mafioso para que nos ponga al día de las misiones y, lo que es más importante, repetir de nuevo las misiones. Cada vez que fracasemos en una, recibiremos un mensaje de texto y podremos repetirla inmediatamente. También accederemos allí al modo multijugador del que hablaremos justo a continuación. El móvil no solo nos ahorrará tiempo a la hora de hacer muchas cosas, sino que se usa como apoyo narrativo en muchas misiones.
El modo multijugador de GTA siempre ha jugado un papel bastante secundario, siendo algo así como un extra en todos los juegos anteriores, pero en esta ocasión saltamos a la red y hasta dieciséis jugadores podrán competir en los quince modos diferentes que tiene el título. Algunos de estos son típicos, como el deathmatch o el team deathmatch, otros son más complejos, como la conquista o el juego de policías y ladrones, y otros cooperativos, tremendamente divertido. Imagínate reunirte con varios amigos, atracar un furgón blindado en marcha, robarlo, luego coger un helicóptero y asaltar un barco. Solo por las vistas merece la pena.
Pero más que detallar los modos de juego, muy variados y divertidos, y sobre todo imaginativos, hay que explicar lo increíblemente divertido que es jugar online a GTA IV. Imaginaos lo que uno hace siempre a veces en un GTA, es decir, pasar de las misiones y sembrar el caos en la ciudad; ahora imaginaos dieciséis jugadores haciéndose eso los unos a los otros. La sensación de ver cómo otro jugador viene hacia ti en coche, con la idea de atropellarte y, estoico cuan Clint Eastwood, sacar tu rifle y dispararle mientras se acerca constantemente hasta matarlo, aunque te atropelle y te mate, es increíblemente divertida. Como lo son los duelos "solo con lanzacohetes". Por lo que hemos podido probar en PS Network el multijugador funcionaba sin retardo ni problemas, aunque a partir de hoy, cuando se vendan de golpe millones de unidades del juego, no podríamos asegurar nada.
A nivel gráfico Grand Theft Auto es tremendamente sólido y completo. Los anteriores GTA habían sacrificado el nivel de detalle general para mostrar el inmenso escenario, pero este GTA vuelve a mostrar un gran escenario, con un nivel de detalle a la altura de cualquiera de los grandes títulos de la nueva generación, sin que por ello el resto de los elementos pierdan calidad. De ahí el diez que se lleva, además de que en este apartado también cuentan el diseño artístico –fantástico- y las escenas cinemáticas –impresionantes-. La ciudad de Liberty City es inmensa, pero repleta de detalles. La primera vez que veamos Algonquin, es decir Manhattan, nos quedaremos impresionados por la cantidad de detalles y cómo el juego mueve con total naturalidad el vivísimo mundo que estamos viendo, con el que estamos interactuando.
El estilo gráfico del juego es un cambio notable con respecto a anteriores juegos, siendo mucho menos luminoso y aspirando de algún modo al fotorrealismo, intentando acompañar la seriedad de la historia con un apartado gráfico que parezca más real. Los escenarios son oscuros a veces, decadentes otras, glamorosos o pobres, pero siempre cercanos a lo que podríamos ver en una foto. Las animaciones faciales, sin embargo, mantienen cierto "toque GTA", enfatizando rasgos, como creando caricaturas serias de estereotipos raciales y sociales, pero sin desentonar con el toque realista del juego. Los efectos atmosféricos y de iluminación son increíbles.
El sonido del juego vuelve a ser impresionantemente variado, tanto en los efectos sonoros de los coches, disparos, explosiones, etc… como en la variada y carismática banda sonora, tanto las diferentes emisoras, muy numerosas y con canciones reales, como con la música que a veces acompaña las escenas del juego. Los que hemos visto los tráilers decenas de veces reconoceremos partes de ellos en los diálogos y cinemáticas del juego; el doblaje es en inglés, muy bien subtitulado al castellano, y con numerosos acentos. El inglés de Niko Bellic tiene un fortísimo acento balcánico, mientras que los otros personajes hablan con diferentes acentos, algunos de ellos algo exagerados. Es una lástima que no esté traducido al castellano, ahora que cada vez más juegos, incluso los que tienen un enorme guión, como es el caso de GTA IV, vienen doblados a nuestra lengua.
Aparte de la historia principal, las diferentes líneas de misiones a las que estamos acostumbrados, GTA IV tiene una inmensa cantidad de contenido extra, opcional, que le da muchísima duración adicional al juego. Estas misiones van desde las clásicas de taxista a vigilante, a trabajos de reparto de droga, todo ello concertado vía móvil. También podremos ir de fiesta con algunos amigos, salir con varias chicas, y minijuegos como el billar o los bolos… También podremos emborracharnos e ir a clubes de striptease, por citar algunas actividades variadas.
GTA IV es una compra obligada para todo el que tenga Xbox 360 o PlayStation 3, siempre y cuando no aborrezca este tipo de juegos. Coge la fórmula que inventó hace años, y que nadie ha logrado igualar en calidad, y eleva cada una de sus facetas a lo que se espera de ellas hoy en día; sigue manteniendo un impecable diseño de las misiones, incluye la que es probablemente la mejor historia nunca contada en un videojuego, tanto por guión como por medios narrativos, y además innova un poco en este aspecto: Podremos tomar decisiones que afectarán, ligeramente, al desarrollo del juego. Esto se ha visto en muy pocos títulos anteriormente –el más reciente Mass Effect-, y es un nuevo salto de calidad en este tipo de juegos. El multijugador es otro gran ejemplo de cómo hacer las cosas bien, y contribuirá con creces a aumentar la duración del juego. GTA IV es excelente en todo lo que se ha propuesto. Una lección de cómo hacer un videojuego.