Análisis de Conan (PS3, PC, Xbox 360)
La historia de Conan con los videojuegos no ha sido precisamente un idilio, pero ahora las cosas parece que van a cambiar. Age of Conan es uno de los juegos más esperados de PC y, por parte de THQ y Nihilistic Software, llega a las tiendas este Conan, a secas, un juego que toma el estilo gráfico del bárbaro, y sus más memorables juramentos, y los combina con la acción frenética tan de moda últimamente en los títulos de acción, bebiendo de las fuentes de God of War. El resultado es un buen juego de acción salvaje, con numerosos combos, armas y movimientos especiales, ambientado en el universo de Conan y con gran fidelidad al estilo visual del tebeo.
Desarrollado por Nihilistic Software, que ha creado títulos como Vampire: The Masquerade Redemption y Marvel Nemesis, Conan es un juego de acción pura, sin más complicación que la de acabar con los enemigos de la forma más violenta posible, solo interrumpida por un sistema de experiencia sencilla que nos permitirá comprar movimientos con puntos de experiencia, que obtendremos a medida que vayamos machacando a los enemigos.
Estos son muy numerosos y siempre estaremos en inferioridad numérica, pero Conan contará con un tupido y variado repertorio de golpes y combinaciones para equilibrar la balanza.
Conan tiene una historia que se cuenta a base de secuencias cinemáticas, y que sirve de introducción y justificación para cada uno de los "viajes" que haremos por el juego. A medida que avanza la historia lo harán también los poderes de Conan, y naturalmente el nivel de los enemigos a los que tendremos que enfrentarnos. Estos empiezan siendo muy sencillos, con una curva de dificultad que va subiendo y que pega un ligero salto a partir de cuando se introduce la magia. En cualquier caso, las dinámicas del juego están claras desde el principio: Golpear como un salvaje (o bárbaro, en este caso), y procurar cubrirnos de los ataques de los enemigos, si bien algunos romperán nuestra guardia.
El sistema de juego de Conan usa dos botones para los ataques, más un botón para las llaves. Por supuesto, hay numerosos combos que realizar, y a medida que avance el juego aprenderemos muchos más, gastando la experiencia ganada en nuevos movimientos en la pantalla de aprendizaje. Tan importante como los dos tipos de ataques (ligero y contundente) son las armas que usaremos. En el juego podremos coger todas las armas de nuestros enemigos, pero éstas se dividen (sus golpes son los mismos) en tres categorías: De una sola mano, de dos manos y dos armas. Por lo tanto Conan tiene tres repertorios de movimientos, los mismos movimientos cuando tengamos un arma a dos manos, ya sea un hacha o una lanza.
Estos movimientos, pese a ser diferentes y causar efectos diferentes, conservan cierta coherencia entre los diferentes estilos. Las combinaciones de botones en cada modo obtienen resultados similares, por lo que el aprendizaje de los combos es sencillo y no tardaremos en hacer los movimientos que queramos para cada situación. Un elemento interesante en el sistema de movimientos es que, además de obtener experiencia para gastarla en nuevos golpes, también tendremos que dominar los que componen nuestro repertorio para lograr más experiencia y acceder a más movimientos. Cada vez que hagamos correctamente un movimiento, se nos notificará el nivel de dominio, en porcentaje, que tenemos, logrando experiencia extra cuando finalmente seamos unos maestros.
Cada movimiento tiene un nombre, y en ocasiones ciertos movimientos desencadenarán acertados comentarios de Conan, tan brutos como divertidos, y más estando el juego doblado al castellano. La versatilidad del sistema de armas nos permite también lanzarlas a los enemigos, pudiendo así lograr un daño extra. Un elemento interesante del sistema reside en los bloqueos. Tenemos una guardia que se puede romper, como comentábamos antes, pero también un sistema de contraataques muy sencillo de usar y que nos gustará dominar, por lo vistoso de los resultados.
Si al bloquear un golpe enemigo pulsamos el botón de guardia en el momento adecuado, es decir, justo antes de ser alcanzados por el enemigo, el juego –siempre y cuando sea un enemigo estándar, o uno duro con la barra de energía baja- nos indicará qué botón pulsar para realizar el movimiento de contraataque, que acaba con el enemigo de un solo golpe, viendo una vistosa secuencia no cinemática, pero sí algo larga, justo en el punto exacto para no hacerse tediosa. Hay en principio nueve movimientos de estos, tres por cada repertorio, y son espectacularmente violentos. Por ejemplo, cuando llevemos una sola arma, en uno de ellos le rebanaremos el cuello al enemigo, en otro le arrancaremos el corazón, mientras que en otro lo partiremos a la mitad (el llamado "Divide y Venceras"). Estos movimientos tienen también su nivel de dominio, y nos sorprenderemos esperando a que los enemigos nos ataquen para poder bloquearles y verlos una y otra vez.
Aparte de un salvaje sistema de combate, Conan también cuenta con sencillos puzzles y algo de interacción con el escenario. Sin llegar a ser quick time events, a veces para abrir puertas o mover objetos tendremos que realizar combinaciones de botones que el juego nos irá indicando, como por ejemplo para abrir una gran puerta tendremos que empujar el stick izquierdo arriba, luego hacia abajo (para que Conan se eche la puerta a los hombros) y luego de nuevo hacia arriba. Lo mismo ocurre con las otras interacciones del juego, desde las más sencillas a las más difíciles, y también tendremos que hacer cosas similares para acabar con los jefes finales. Esto hace el juego algo más variado, sobre todo porque los minijuegos no se repiten, si bien siempre comparten la misma base. También hay ciertas partes de plataformas, a veces un tanto molestas, pero que ayudan a que el juego se más variado.
En cuanto a los puzles, más que puzles consisten en, por eliminación, darnos cuenta de que tenemos que usar tal objeto para abrir cierta puerta, o bien explorar el escenario para obtener secretos, como cofres –generalmente llenos de experiencia- o unas marcas en el suelo que, si las activamos dentro de un límite de tiempo, mejorarán nuestra barra de vida y nuestra barra de rabia. Esta última aparece poco después de empezar el juego y se llena cuando combatamos bien; cuando esté al máximo, nuestras espadas se envolverán en llamas y haremos más daño, luchando más rápidamente.
La magia también tiene un papel en Conan; a partir de cierto punto del juego tendremos ataques mágicos, e iremos ampliando el repertorio hasta llegar a tener una buena selección. Estos ataques se nutren de una barra de energía que se rellenará poco a poco, a base de orbes azules, por lo que no será de uso constante, sino eventual.
A nivel gráfico Conan tiene un aspecto decente, sin llegar a explotar toda la potencia de las consolas de nueva generación. Esto no quiere decir, por supuesto, que el juego tenga mal aspecto en absoluto. Conan está muy bien modelado, con algunas animaciones muy chulas, y su diseño recuerda mucho al de los tebeos. Los enemigos cuentan también con un buen modelado aunque pecan de ser algo repetitivos, mientras que los escenarios, algunos están muy bien y otros parecen un tanto genéricos. El juego tiene buen aspecto y algunos detalles interesantes, como un efecto de ralentización en algunos golpes críticos, y un sistema de gore particularmente llamativo. Dependiendo de cómo demos nuestros golpes finales, los que acaban con los enemigos, podremos decapitarlos, cortarles los brazos o partirles por la mitad, aparte del gore implícito de los movimientos mortales por naturaleza.
El doblaje al castellano ayuda mucho en el apartado sonoro, con unos efectos de sonido y una banda sonora que ambienta bien pero que no llaman mucho la atención. Es el doblaje lo único que marca la diferencia, aunque éste se reduzca a ciertas frases de Conan –bastante graciosas por su crueldad y dureza- y a la narradora, que lo hace muy bien. El resto del apartado sonoro es decente sin más, aunque la música cambia dinámicamente y ambienta bien la acción.
Conan es un buen juego de acción que está en la línea de God of War, tomando muchos elementos de las aventuras de Kratos pero adaptándolos al universo de Conan, especialmente apropiado para un juego brutal y frenético como éste. Los fans de God of War, por lo tanto, adorarán Conan, si bien éste no llega a la altura de las dos primeras entregas de la saga de Sony, y es una compra obligada para ellos dado la ausencia, por ahora, de una tercera parte. Los otros aficionados a los juegos de acción encontrarán un título muy divertido y bastante adictivo que usa elementos jugables de eficacia probada y tiene un apartado gráfico y unos valores de producción más que correctos aunque no sobresalientes. Por fin Conan, siempre maltratado en los videojuegos, tiene un título que realmente está a su altura.