Análisis de Ace Combat Infinity PSN (PS3)

Tekken, Soul Calibur, Ridge Racer y Ace Combat. Adaptarse o morir, y Bandai Namco ha apostado por probar suerte en la estrategia del free to play para revitalizar en algunos casos licencias que ya no funcionaban en el mercado tan bien como antes o para sacar unos beneficios extra con las que aún tienen tirón. El resultado depende de cada caso, y si Tekken empezó con buen pie –toda una sorpresa, teniendo Tekken Tag Tournament 2 tan reciente-, el que era el último en apuntarse al modelo hasta este momento, Soul Calibur Lost Swords, no ha acabado de cuajar por diversas razones en cuanto a su planteamiento y algún que otro problema técnico. De todas formas, estos juegos están pensados para el medio y largo plazo, y no dejan de actualizarse; Lost Swords aún está a tiempo de reinventarse.

Con Ace Combat Infinity teníamos ganas de ver cómo había encarado Project Aces el reto de pasar la serie al formato gratuito con microtransacciones. Ace Combat tiene una fiel legión de seguidores, aunque su número nunca ha sido comparable al de Tekken o Ridge Racer. Los lanzamientos de arcades y simuladores de aviones no son género muy abundante en consolas, y gran parte no llega a los estándares de calidad que se pide; además parece haber transcurrido una eternidad desde Ace Combat Assault Horizon de 2011, un buen Ace Combat que intentó dar un aspecto más cinematográfico, creando división de opiniones.

Es precisamente de ese juego, Assault Horizon, del que Infinity tira como base para el motor gráfico y gráficos en general, salta a la vista cuando veamos el efecto del gasoil y las chispas en el cristal de la pantalla tras una explosión cercana, pero en algunos aspectos jugables nos ha recordado con nostalgia a las versiones de 128 bits, ya que por ejemplo se han caído respecto a Assault Horizon las persecuciones peliculeras. Se podría decir que en líneas generales aún podemos ver el espíritu de Ace Combat 04: Shattered Skies actualizado en gráficos y naturalmente, en versión.

La lista de características recogidas de toda la serie son muchas, unas más importantes que otras. La barra de vida de los enemigos es al estilo Ace Combat 6: Fires of Liberation, solo que ahora está situada junto al avión e indica el daño que va a causar nuestra arma, el aviso de distancia del enemigo mediante el tamaño del marco en el objetivo recuerda a lo visto en Ace Combat 3 Electrosphere, aproximarse a un compañero crea un enlace de datos parecido al de Assault Horizon con ventajas para nuestras habilidades –ventajas que pueden ser configuradas en el hangar-. Los melómanos, disfrutarán con ese inmenso homenaje que es la banda sonora con temas de AC 3: Electrosphere, AC 04: Shattered Skies, AC 5: The Unsung War, AC Zero: The Belkan War, AC 6: Fires of Liberation y AC: Assault Horizon.

Ace Combat Infinity dispone de dos grandes modos, el solitario y el online. La campaña es el clásico apartado de historia compuesto por misiones a las que se intercalan secuencias explicando la situación del planeta en diversos momentos, desde la colisión de un asteroide en 1994 a la evolución sociopolítica de los territorios durante las décadas siguientes. Un marco distópico que mezcla naciones reales, compañías ficticias y un escuadrón mercenario.

Si eres aficionado a Ace Combat encontrarás interesante cómo se hacen referencias a múltiples eventos y prototipos de pasadas ediciones, aunque también advertimos que los mapas en plan simulación virtual y los discursos militares pueden hacerse pesados si desconoces por completo el trasfondo de los juegos. No es una trama personal enfocada en el piloto, y por tanto es más difícil entrar en su desarrollo, lo que sí podemos decir es que es un modo entretenido como calentamiento para el juego en red. Gracias a que se permite elegir entre un control arcade para los giros o uno un poco más realista –inclinando primero el avión-, creemos que ningún novato tendrá problema en jugar a Infinity.

La otra gran opción es el multijugador, en este caso una competición entre dos equipos de cuatro miembros cada uno luchando no entre sí, sino en misiones contra la inteligencia artificial por conseguir la mayor puntuación posible –cada tipo de objetivo da una cantidad dependiendo de su dificultad-. Este "competitivo cooperativo" no enfrenta directamente a los jugadores, es una curiosa lucha por ver la flota que mejor trabaja contra un enemigo común. Además, muchas de estas partidas tienen un encargo de emergencia que durante el transcurso cambia la prioridad principal, como la aparición de un gran bombardero que debe ser eliminado, lo que hace el ritmo más dinámico e impredecible. La puntuación de la misión es una suma de lo obtenido por los dos bandos, por tanto la competición de alto nivel es beneficiosa para todos los jugadores. En nuestras partidas no hemos encontrado ningún tipo de problema de retardo o conexión, ha funcionado perfectamente.

Ganando experiencia/planos de construcción podremos desbloquear más aviones y equipamiento en un gráfico de árbol que va expandiendo las posibilidades de crear nuestro caza según elegimos el recorrido de evoluciones. Infinity es el primer Ace Combat que permite guardar cuatro diferentes perfiles de avión, armas especiales, mejorando el fuselaje, poder de los misiles y torretas, de la velocidad, la decoración –un emblema- y efecto de enlace táctico, de manera que es fácil adaptarse según el tipo de misión eligiendo nuestra configuración de avión rápido y manejable o el de gran poder destructivo más lento. Si no te gusta demasiado la parte mecánica ni actualizar periódicamente al caza y sólo juegas por diversión rápida, la campaña ya te ofrece configuraciones apropiadas para cada misión como alquiler gratuito, que para las primeras partidas están bastante bien. Se ha comentado que en un futuro llegarán las partidas online versus, que en el momento de lanzamiento no están disponibles.

Los juegos free to play suelen tener un tipo de limitación que se elimina pasando por caja, con dinero real. En el caso de Ace Combat Infinity es el combustible, que determinan el número de misiones consecutivas que podemos hacer hasta que sea recuperado. Existen dos categorías de fuel: los suministros, de los que empezamos con tres -el máximo permitido- que se rellenan sin coste tras una cantidad de tiempo, y los almacenados, que no se recuperan –aunque la cantidad que puedes coleccionar no tiene tope-.

Ya que esto es demasiado restrictivo, tienes dos opciones para relajar esta norma: pasar por caja y conseguir más fuel almacenado o cumplir una serie de desafíos –unos retos determinados- que proporcionan créditos, gasoil, emblemas, títulos, documentos de desarrollo e incluso modelos de aviones. Hay packs de fuel en diferentes cantidades, a más almacenes más precio pero también mayor ahorro. Con microtransacciones también podemos conseguir ventajas en forma de packs de equipamiento, personalización o unos contratos que multiplican las recompensas por las victorias.

Ace Combat Infinity está más pulido y mejor planteado que Soul Calibur Lost Swords. A diferencia del juego de lucha, en Infinity las cargas son rápidas y no es una molestia navegar por los menús. Tienes un modo campaña, no demasiado largo por el momento –aunque se va a ir ampliando-, un cooperativo interesante y un buen número de objetivos secundarios para desbloquear fuel y créditos, que se irán rotando con el tiempo; ahora mismo uno de los incentivos es el ADFX-01 Block 1 Morgan, que se obtiene jugando 30 partidas en el multijugador con un plazo máximo de dos meses.

Conclusiones

Está claro que aún falta contenido para igualarse a lo que ofrece un lanzamiento físico, y que las restricciones propias de ser un free to play ponen la zancadilla en varias ocasiones para tentar a tu monedero virtual. No obstante, no es necesario pagar para exprimir sus opciones a menos que no tengas suficiente paciencia en mejorar los cazas –en el cooperativo habrá grandes diferencias entre aviones-. Con los premios por las conexiones diarias y los desafíos, Ace Combat Infinity es completamente disfrutable, no utiliza un sistema tan draconiano como puede aparentar en un principio.

Nosotros somos más favorables al modelo tradicional, pero esta estrategia también tiene sus ventajas: pruébalo sin coste y forma tu propia opinión.