Análisis de Torrente 3 (PS2, Xbox, PC)
El estudio de desarrollo español Virtual Toys, tras su primera toma de contacto con el personaje de Torrente hace unos años, vuelve a la carga con este título de acción en tercera persona que, mediante un sistema de juego muy similar al visto en la serie Grand Theft Auto, nos meterá de lleno en la piel del policía más casposo de España en su nueva misión en Madrid, donde tendrá que proteger a la eurodiputada Giannina mas a parte realizar las labores típicas de policía evitando que se venda material pirata en las calles, o satisfaciendo las necesidades de su abuela.
Sin embargo, esta idea, que en principio prometía horas de diversión, pronto se torna aburrida al encontrarnos con un apartado técnico muy deficiente, unas misiones demasiado repetitivas, y un control tanto del personaje como de los vehículos demasiado pobre, lo que hará que pronto nos cansemos de recorrer las calles de Madrid.
Para subir el nivel de Torrentismo en primer lugar tendremos que satisfacer las necesidades de Torrente enmarcadas en las categorías de: Sexo, Guarradas, Detective, Fan del Atleti, Dinero e Historia. Dependiendo de las acciones que realicemos a lo largo de la aventura las barras pertenecientes a cada una de estas características aumentarán, por lo que tendremos que esforzarnos cumpliendo todo tipo de misiones con el único fin de obtener una buena media –que se realizará entre la puntuación de todas estas características-, lo que hará que la barra de Torrentismo llegue al máximo y por tanto, ascenderemos de nivel, lo que nos permitirá realizar otro tipo de misiones.
Así, como buen fan del Atlético de Madrid, Torrente aumentará progresivamente la barra enmarcada en esta categoría robándole las bufandas a los aficionados radicales del Real Madrid; pudiendo incluso visitar el Vicente Calderón con el único fin de mejorar sus aptitudes físicas. Del mismo modo, la barra de Guarradas subirá rápidamente si nos dedicamos a ganar todos los torneos de pedos o eructos que se celebren en los distintos bares de la capital de España, o aumentaremos el nivel de la barra de Sexo disfrutando de este acto con las prostitutas de la ciudad, o en solitario en los lavabos públicos.
Algunas de estas acciones solamente las podremos llevar a cabo si antes hemos comprado los objetos pertinentes repartidos por las tiendas de la ciudad, es decir; si queremos masturbarnos en un aseo, primeramente necesitaremos comprar una revista o vídeo pornográfico para desatar la imaginación de Torrente. Estos artículos los podremos encontrar en los prostíbulos de la ciudad, pero no serán las únicas cosas que podremos comprar. Si nos acercamos a la farmacia, por ejemplo, podremos comprar medicamentos para nuestra abuela, o estupefacientes para pasar un buen rato. Del mismo modo, si visitamos un bar, o el propio club de alterne, Torrente podrá acercarse a la barra para pedir alimentos o bebidas, lo que hará que después tenga que visitar el urinario para defecar u orinar. En este tipo de situaciones, el jugador tendrá que realizar pulsaciones rápidas con el teclado para que Torrente termine rápido de cagar –puede llevarle una eternidad-, para que el proceso de masturbación sea más satisfactorio, o simplemente para intentar que el meado entre por donde tiene que entrar, y no salpique los distintos trajes que podrá llevar el policía más guarro de España.
Lógicamente, para comprar todos estos artículos necesitaremos dinero que obtendremos realizando algunas de las misiones citadas con anterioridad: cada vez que le arrebatemos a un hincha del Real Madrid su bufanda nos llevaremos un puñado de euros, más a parte una buena paliza si no somos lo suficientemente rápidos como para escapar de la ira de los madridistas. También, si nos acercamos al puesto de venta de un vendedor de material pirata, podremos comprarle los CDs, o robárselos, lo que hará que ganemos dinero y encima estemos imponiendo la ley en las calles de Madrid.
La ciudad también estará plagada de distintos edificios a los que podremos acceder, aunque no de manera directa. En vez de encontrarnos con puertas o entradas, en el escenario veremos grandes cuadrados flotando sobre la calle en los que aparecerán los iconos del local al que nos dirigimos. Si queremos entrar, simplemente tendremos que pulsar la tecla de acción y apareceremos directamente en el local. En estos, a su vez, podremos comprar todo tipo de objetos, como ya comentábamos antes, por lo que será muy importante visitar todos los lugares de Madrid para avanzar en la historia del juego. Si queremos salvar nuestros avances tendremos que entrar en nuestra casa, y como decíamos, también podremos visitar a algunos de los familiares y amigos de Torrente como su abuela, Pepito, su hijo, y Josito; el drogadicto que necesitará de nuestros cuidados, casi siempre relacionados con la farmacología.
La inteligencia artificial de todos los habitantes de Madrid también será una de las lacras de Torrente 3, encontrándonos con policías que no harán nada aunque nosotros estemos golpeando a los ciudadanos, o que dejarán de perseguirnos al cabo de unos minutos aunque sigamos atropellando a la gente con el coche. Los ultras del Real Madrid también demostrarán su falta de inteligencia al perseguirnos durante unas cuantas calles, para después volver a caminar como si nada, aunque nosotros sigamos pasando por delante de ellos restregándoles la bufanda recién hurtada. Los momentos en los que un ciudadano, normalmente los que deciden perseguirnos por algún acto vandálico recién cometido, se quedan atrapados en la puerta de nuestro coche serán constantes, viviendo situaciones realmente bochornosas: podemos ver como un policía se queda de pie bloqueado al lado de nuestra puerta, avanzando o retrocediendo varios metros "pegado" al vehículo. Si paramos, abrirá la puerta y nos sacará a golpes del coche, resultando realmente frustrante.
Los errores gráficos se mostrarán también con defectos como la aparición repentina de edificios en la lejanía, y personas y vehículos a escasos metros de nuestra posición, lo que hará que conducir a altas velocidades sea casi un suicidio, ya que nunca sabremos por donde aparecerán "mágicamente" los vehículos por delante. Las personas, y esto resultado de lo más extraño, avanzarán como si de diapositivas se trataran en la lejanía, pasando progresivamente a moverse con "naturalidad" conforme nosotros nos vayamos acercando. Las físicas, por último, serán de lo más exageradas e irreales, pudiendo lanzar a una persona a varios metros de distancia golpeándoles con suavidad con el vehículo; o peor aún, ver como Torrente sale disparado contra una pared al haber chocado contra un árbol a escasos kilómetros por hora. Resultando también sumamente frustrante encontrarse con este tipo de situaciones que harán que deseemos dejar de jugar inmediatamente.
El apartado sonoro resulta menos desastroso al poder disfrutar del doblaje de Santiago Segura en el propio juego, y en las secuencias de vídeo realizadas en exclusiva para el videojuego, lo que hará que por lo menos nos riamos con algunos de sus comentarios racistas, machistas, etc. Aún así, este será el único personaje de todo el juego que tenga un buen doblaje, puesto que el resto no destacarán precisamente por sus dotes de interpretación. La radio, que nos acompañará en nuestros trayectos a bordo de los vehículos, nos resultará graciosa la primera vez por los comentarios de los comentaristas, que no pararán de soltar burradas; pero al ser tan pocos estos chistes, pronto nos los conoceremos de memoria por lo que perderán toda su gracia. Las canciones sufrirán este mismo problema. En general son bastante divertidas, con letras que tratarán sobre Torrente, o cualquier otro tema de actualidad en España –el Quijote drogadicto-, pero al ser tan pocas, pronto acabaremos cansados de escuchar una y otra vez los mismos temas.