Análisis de Los Sims 2 (PS2, GameCube, Xbox)

Los Sims, por alguna extraña razón, no han tenido tanto éxito en consola como en PC. A excepción de las versiones portátiles, que han funcionado bastante bien como juegos infantiles, esta franquicia no se ha consolidado del todo en consolas y no ha sido por intentos de EA. El primer Sims vio una conversión competente, y The Urbz era sin duda una buena adaptación, pero parece que el jugador de Sims se centra en compatibles a la hora de disfrutarlo.

Seis años después del juego original de PC, EA intenta otra vez el desembarco en consolas con esta adaptación de Sims 2 para PC. Las novedades de Sims 2 las conocemos todos: árboles familiares complejos, mayores posibilidades de edición y la mejora de la inteligencia artificial. La jugabilidad y las posibilidades se han mantenido bien en la adaptación, pero la inteligencia artificial es bastante inferior que en su versión de compatibles como veremos ahora.

Ha habido otras pérdidas, aparte, y podemos decir que todo el sistema de vejez ha pasado (nunca mejor dicho) a mejor vida en esta secuela. Una auténtica pena, ya que permitía unas altas dosis de realismo en la versión PC.

Afortunadamente, y como compensación, hay muchos más objetos en esta versión y un curioso nuevo sistema de hacer la comida. Así, se compensa en parte estas pérdidas de la versión original.

Idea tomada de "The Urbz", el jugador puede controlar directamente a los Sims en la versión consola. No les obliga a realizar acciones mediante un clic del ratón (acciones que a veces no quieren cumplir), sino que las hace él mismo manejando al Sim como si fuera un juego en tercera persona. Esto hace mucho más fluido el control del juego, y permite adaptar fácilmente la jugabilidad de compatibles al ordenador. Como es habitual, nuestro Sim tiene varias metas en la vida al estilo de la versión compatibles, a las cuales se ha añadido una nueva llamada "Creatividad". Esto trae consigo varias necesidades de primera mano, siendo algunas el aseo, la micción y las relaciones sentimentales.

Esta genial adaptación del control original de Sims 2 ha permitido que el jugador de consola no se enfrente a un reto a la hora de manejar a los personajes. Aunque se permite el control por cursor, al poco tiempo el jugador lo desechará por este competente control en tercera persona. Otro elemento que ayuda mucho, es la adaptación de la interfaz a una resolución inferior con gran éxito. Ésta se controla con la cruceta, permitiendo ver en apenas tres pasos las necesidades, deseos y relaciones de nuestros personajes. La genial resolución de este apartado no es baladí, ya que en este paso (la adaptación de la interfaz) suelen fracasar casi todas las conversiones de PC a consola.

Siguiendo la estela de la versiones portátiles, ahora Sims 2 ofrece un modo historia en el cual obtendremos nuevos objetos a cambio de una mejora en las aspiraciones del personaje. Allí manejamos a nuestro Sim en un apartamento de solteros junto a otros dos compañeros. Es una especie de introducción rápida, y menos compleja, a los Sims, pero tiene una gran rémora al no contener narrativa alguna. Es decir, al jugador no se le ofrece una historia cohesionada en la cual pueda avanzar, lo que hace este modo bastante monótono al poco tiempo. Es cierto que se pueden visitar otros lugares y desbloquear muchos elementos, pero la ausencia de diálogo escrito o una trama que guíe las aventuras y desventuras de nuestro Sim lo hace rápidamente monótono.

Más interesante, y mucho más entroncado en lo que es el concepto Sims, el modo libre nos permite tanto crear por completo un hogar o un Sim desde cero. Esto supone tener casi todas las posibilidades del juego de compatibles, y a éstas añade un número bastante mayor de objetos. Como siempre, puedes elegir la barriada y crear una familia de cero con un presupuesto determinado (un poco más alto que en la versión PC, quizás para facilitar la partida). Las barriadas disponibles son un complejo urbano, los suburbios y uno que recuerda a las ciudades australianas. Al poco tiempo, y con el progreso laboral de tu personaje, podrás comprar nuevos objetos y mejorar las aspiraciones de tu personaje. Es el modo más completo, el más interesante, y EA ha realizado una gran labor en la adaptación del editor de casas (inédito hasta ahora en las versiones para consola de Los Sims).

Mucho más optimizado que las anteriores encarnaciones de la franquicia, Sims 2 mantiene un número de fotogramas por segundo estable, moviendo una cantidad competente de polígonos en personajes y escenarios. A ello se une la competente animación de los personajes, y los diversos efectos al realizar las acciones. No es, ni mucho menos, un espectáculo visual, pero viendo los problemas que tenían las ediciones pasadas con las ralentizaciones es una mejora. Los entornos resultan variados, y el diseño de producción mantiene el tono desenfadado habitual en la franquicia, aún siendo más serio que los personajes vistos en The Urbz. Las diferencias entre versiones son nimias, aún resultando como es habitual la de XBOX mejor por la resolución y efectos de sombreado. Totalmente nueva en su versión consola, la banda sonora de Sims 2 reúne tonadillas más guitarreras de alta calidad. No obstante, y quizás por costumbre, se echan de menos en el contexto del juego las originales. Los efectos de sonido están bien resueltos, resultando en los clásicos gemidos consustanciales a esta saga. Como colofón a este buen apartado, el juego tiene Dobly Prologic incorporado, cosa que se nota en la tridimensionalidad bastante lograda de los efectos sonoros (especialmente notoria cuando manejas directamente al personaje). Aunque la adaptación es bastante competente, y supera con nota la simple (y a la vez compleja) cuestión de la interfaz de PC a Consola, algunas carencias hacen de ella manifiestamente mejorable. Primero, la inteligencia artificial no funciona como debería hacerlo, y resulta insuficiente comparada con la versión original de ordenadores. Los personajes no sufren depresiones por exceso de trabajo, y las interacciones sociales son mucho menos interesantes con esta reducción. Segundo, el modo historia no ofrece casi ninguna compensación a los jugadores, ya que, literalmente, no hay ningún discurrir narrativo en él. Con una trama mínima, y ciertos toques de aventura, sería mucho más interesante para cualquier jugador. Por último, las acciones deberían resultar más divertidas pensando en el público de consola. Esto está aplicado convenientemente en el nuevo sistema de cocina, que es una especie de mini-simulación de cocinero, pero resulta insuficiente en el resto de acciones. Así, tocar el Piano podría ser mucho más divertido realizando una combinación de botones, y lo mismo con otras acciones como jugar al baloncesto. Sims 2 es, con mucho, el mejor juego que ha salido de la franquicia de Maxis para consola. Aunque se echan de menos algunos elementos del olvidado The Urbz (las acciones con minijuegos, la interacción social, etc.), todos ellos quedan en parte olvidados ante la incorporación de un sistema de edición a la altura de la versión PC (Por fin se pueden crear casas de cero, y los personajes tienen muchas más opciones). Lo único que no resulta disculpable es la inferior inteligencia artificial, y el modo historia sin ningún tipo de hilo narrativo. Si consiguen mejorar estos dos elementos en futuras ediciones de Sims para consola, podríamos hablar de uno de los juegos más versátiles en estas plataformas.