Análisis de Harry Potter y el Prisionero de Azkaban (PS2, GameCube, Xbox)

Resulta difícil, a día de hoy, encontrar una gran producción del cine que no tenga adaptación el mercado del videojuego si ha tenido buen tirón en la gran pantalla. Se puede decir que prácticamente todas las películas que dan posibilidad a la aparición de un título tienen su versión jugable. Todas las de superhéroes, la saga de Tolkien, películas infantiles... y así un largo etcétera. Lamentablemente todas guardan entre ellas la relación de que no resultan juegos sobresalientes de a priori licencias muy jugosas y sugerentes, las compañías suelen limitarse a vender la imagen de la película e intentar colar un título discretito. No obstante la factoría de EA Games está consiguiendo sacar resultados óptimos de filmes interesantes, como es el caso de El Señor de los Anillos (comparándolos a los títulos de Vivendi son obras maestras) o la saga que ahora nos ocupa, Harry Potter. Y es que tanto La Piedra Filosofal como La Cámara Secreta a pesar de ser juegos claramente orientados a un público joven mostraban una buena producción en todos sus apartados. Sin ser obras maestras, lograban entretener y hacer pasar un buen (y cortito) rato al jugador. Intentando captar el mayor número de compradores, los juegos fueron lanzados en todas las versiones (incluido PC y GBA) con unos grandes resultados comerciales. Y ahora, con el boom de la tercera película, Electronic Arts se lanza al mercado con su versión en videojuego de la obra de Joanne K. Rowling.

No obstante, aprovechando todos los derechos de imagen de la producción cinematográfica, el juego sigue la historia que transcurre en la película, que no se ha visto prácticamente modificada del libro. Sin pretender desvelar los secretos que esconde la trama, hagamos una simplificación de dicha historia: un año más, el pequeño (ya no tanto) mago Harry Potter regresa al Colegio de Magia y Hechicería Hogwarts donde le esperan todos sus amigos y compañeros. No obstante en esta ocasión (como en las anteriores), correrá un grave peligro ya un terrible aliado del Señor Oscuro se ha fugado de la prisión mágica de Azkaban y está buscando a Harry para vengarse de la caída de su señor. Acostumbrado al peligro, Potter deberá ir desafiando los peligros que se le planteen y desvelando los enigmas que se presentan.

Es importante mencionar que a pesar de seguir la trama general que narra la historia, el juego se inventa de forma descarada diferentes aventuras para darle algo de vidilla al título. Si bien es cierto que el guión original no da demasiadas posibilidades de jugarse, los desarrolladores del juego se han tomado la libertad de crear fases y niveles a su buena voluntad, al igual que en los anteriores juegos, claro. Pero hablaremos del sistema de juego un poquito más tarde, centrémonos ahora en la representación artística del mismo.

Y es que se ha hablado mucho del cambio en la escenografía que ha llevado a cabo Alfonso Cuarón en esta tercera película, dando su visión del mundo de Potter diferente a la anteriormente vista. En el juego se conserva esa representación del director, con todas las novedades introducidas y los ambientes escogidos. El famoso puente de madera, la alejada cabaña de Hagrid, el patio interior del castillo, la localización de las salas comunes... Todos los elementos que vimos en la película aparecen en el juego, con un nivel artístico que a mi personalmente me ha encantado. Podemos diferenciar a grandes rasgos dos tipos de escenarios, los interiores y los exteriores. En la primera categoría encontramos el castillo de Hogwarts, con sus salas, pasillos, puertas, librerías y habitaciones, todo ello muy bien diseñado e iluminado, con muchos detalles por todas partes. Hay además bastante ajetreo en todo momentos, con los alumnos moviéndose y las escaleras cambiando. Es además un lugar bastante grande, con bastantes lugares a los que ir (aunque te lo dan todo machacadito). Cuadros por todas partes, estanterías, diferentes focos de luz... está muy trabajado, da un gran ambiente y es muy fiel. Además en interiores encontramos todo lo que son mazmorras o zonas de aventura, que tienen ya más elementos sobre todo de puzzle que dotan al apartado técnico de mayor calidad. Los típicos resplandores verduzcos de las mazmorras abundan y los efectos de fuego o hielo están muy conseguidos, da gusto.

No obstante, a título personal, es en los exteriores donde el juego saca a relucir más belleza gráfica. Salir a los terrenos de Hogwarts para ver a Hagrid sería un tremendo aburrimiento si no fuera tan bonito el escenario (los que hayan visto la película se encontrarán aquí con las mismas montañas y bosques, así como el lago). Y es que al ir corriendo por ellos no puedes evitar dejar de tocar la cámara y admirar los paisajes desde todos los puntos de vista posibles. Además, en el invierno, se queda todo nevado y te ofrece otra visión igualmente preciosa, quedándose incluso las marcas al andar en la nieve. Cuando avancéis en el juego y podáis subir a lomos de Buckbeak (el hipogrifo) estaréis lo menos diez o quince minutos dando vueltas por los cielos pues es realmente bonito y entretenido, tal vez más que la misión que tengáis que hacer en ese momento. Si acaso podemos hablar de unas texturas algo pobres, pero para nada nublan la belleza de los paisajes y escenarios.

Además el juego está plagado de videos que introducen pantallas, todos realizados con el motor del juego, lo que le dan mayor "actividad" por decirlo de alguna manera. Al final de cada día habrá una cinemática que irá contando historia en la cual no intervenimos, todas de una calidad más que aceptable, como la de la introducción.

Para terminar con el apartado gráfico podemos hablar de los personajes, que son lo más oscuro de esta sección. Están bien realizados e intentan parecer los reales (Lupin tiene una extrañísima marca en la cara), aunque tal vez se echen en faltan un par de polígonos más en cada uno, pero cumplen bien. Los enemigos la verdad se ven descuidados y sin trabajo, además acabas con ellos y desaparecen del suelo. Pero es solo una mancha en el trabajo gráfico del juego, que rinde a un buen nivel en todo momento. Otra mancha bastante pesada son los "Loading", es decir, las pantallas de carga. Cada dos o tres salas tendremos que aguantar un tiempo de carga del siguiente escenario, pero tampoco molesta excesivamente. En los exteriores por ejemplo no hay, todo el campo de Hogwarts se carga en un tiempo algo más largo pero es que es un mundo realmente enorme que podemos surcar tanto por tierra como por aire (con el hipogrifo).

Igualmente aprovechando los derechos de la película el juego se encuentra totalmente doblado al castellano por los dobladores originales (con cambio en el de Ron incluido). Está bastante bien doblado, ya que contiene muchos diálogos y explicaciones habladas, y como Electronic Arts acostumbra lo entrega totalmente en nuestro idioma. Por otro lado tenemos la banda sonora, que aunque no está a la altura del gran trabajo del maestro Williams en la película, si cumple con buena nota. Melodías relajadas y de buena calidad en todo momento adornarán nuestra acción y la aventura. Todo músicas muy "mágicas" que se dejan escuchar mientras apreciamos los bellos escenarios. No obstante no es un elemento que destaque, y tal vez se podría haber hecho algo mejor, pero tampoco es que se pueda reprochar.

Empecemos con el juego en sí; nada más comenzar comienzan las puñaladas a la historia, teniendo que conseguir el mapa del merodeador que nos guiará por los escenarios. Entonces el juego entrará en una dinámica de resolver tareas y misiones que no nos abandonará hasta el final. Es como un cuaderno de los Bomber (Zelda) pero que es obligatorio. Como ya he dicho, sigue la historia de la película dentro de unos lejanos límites. Misiones totalmente inventadas serán las que normalmente tengamos que llevar a cabo. Lamentablemente todo sigue una línea de acción bastante lineal, valga la redundancia. Aunque podamos acceder a muchas zonas del castillo la posibilidad de hacer algo realmente entretenido se reduce a seguir el hilo que plantea el juego, y hay misiones que pueden ser bastante aburridillas. Como siempre tendremos que ir a diversas clases para acceder a los desafíos de hechizos, en los que iremos avanzando de estancia en estancia resolviendo diversos puzzles con elementos típicos como la luz (y espejos), el hielo y los "líquidos-que-al-tocar-mueres".

Es importante mencionar que todos estos puzzles (o las ‘mazmorras’ completas) tienen que resolverse utilizando a los tres personajes: Ron, Hermione y por supuesto Harry. Cada uno de ellos cuenta con una habilidad inicial que les hace únicos a la hora de alcanzar algún lugar. Ron encuentra pasadizos secretos en las paredes, Hermione puede colarse por lugares estrechos y Harry puede saltar de plataforma en plataforma. Estas habilidades harán que solo uno de los personajes pueda acceder a los diferentes libros de hechizos (pues están colocados de tal manera que solo uno pueda llegar). Así, cada personaje tendrá una serie de hechizos exclusivos que harán que tengamos que usarlos para continuar avanzando. Con un simple botón cambiamos de personaje, pudiendo hacer con él lo que sea mientras los otros nos siguen o cumplen una orden antes ejecutada con su control. Mientras uno pulsa un interruptor, el otro a lo mejor tiene que iluminar una lámpara y el otro pasar por la puerta. La verdad es que dotan al juego de una mayor variedad en los puzzles y escenarios, y se agradece el tener que ir variando.

Ahora, el juego está enfocado claramente al público más joven. Los desafíos que encontramos a lo largo del juego son de una dificultad bastante baja, siendo todos los puzzles o encrucijadas bastante sencillos/as de resolver. Además, en todo momento los propios aprendices de magos irán diciendo en voz alta lo que se ha de hacer en el juego, dando consejos al jugador y resolviéndole la parte "de pensar" de la aventura. La lista de tareas además es muy clara y concisa y se ve explicada, como ya he dicho, por los chavales. Incluso si en una estancia no logramos resolver lo que esconde, nos lo dirán de forma descarada: "Hermione, ¿no cabes por este hueco en la pared?". Esto resta parte de la gracia de los puzzles de toda la vida, ya que es muy difícil estar más de cinco minutos resolviendo uno de ellos. Por otro lado, en el nivel de acción, nos encontramos con unos enemigos bastante carentes de una buena IA, siendo fáciles de derrotar en unos pocos segundos. Tan solo algún jefe final podrá ponernos en apuros, pero tampoco habrá que romperse mucho la cabeza para saber como acabar con él o directamente hacerlo. Además cuando cojamos un poco de práctica con el juego podremos ir cambiando de personaje para tener así el triple de vida (es decir, si el personaje que controlas se desmaya, la partida se acaba, pero si el que cae es uno de tus compañeros que no controlas puedes seguir jugando sin él, que al poco tiempo se despertará para poder ayudar con sus hechizos). Incluso cuando cae nuestro personaje tan solo tendremos que repetir la sala actual, es decir, lo que hubiéramos hecho antes de desmayarnos pero sin volver al comienzo de la mazmorra. Esto, unido a las vidas infinitas, hace que la dificultad del juego baje más aun.

Este hecho, unido a la clara linealidad de sus misiones y de su argumento, hace que el juego sea más simple de lo que podría haber sido, y los jugadores más expertos y avanzados no encontrarán en él un juego que les atraiga en demasía. En cuanto a duración, va íntimamente ligada a esa baja dificultad, ya que a pesar de que las tareas y misiones a hacer son muchas, el poco tiempo que requieren por su bajo nivel hace que el juego se reduzca en tiempo considerablemente, aunque para nada hablamos de un juego muy corto, está bastante bien lo que dura. Y para los más pequeños de sobra.

Tiene además un sistema de control bastante sencillo, en el que asignamos dos hechizos a dos de nuestros botones (podremos cambiarlos en un menú) y empleando el ya clásico Z-Targetting (centramos objetivo / enemigo con un botón) los ejecutamos. La verdad es que funciona bastante bien el sistema, los enemigos caerán ante nuestros Flippendo con mucha facilidad. Como habitualmente hay en las aventuras, encontramos un botón de acción que irá variando de función según lo que tengamos que hacer (por ejemplo esquivar al luchar, abrir una puerta...). Y otro para cambiar de personaje como antes he dicho. Si acaso hay que poner un pero a lo engorroso que resulta ir cambiando de hechizo cada dos por tres (tenemos que ir a un menú que tarda un poco en abrirse y cambiarlo), por lo que se recomienda cambiar de personaje antes que andar modificando hechizos.

Un punto a favor del juego es que incluye una serie de extras junto a la aventura principal. Esto son, un trailer de la película, una galería de imágenes y tres minijuegos a los que jugar en cualquier momento. El trailer no tiene una calidad muy buena, pero valoramos su inclusión. La galería tiene una buena cantidad de imágenes aunque no se puede interactuar demasiado con ellas; la mayoría son dibujos usados para elaborar los personajes en el juego. Y lo mejor de los extras son sus minijuegos: el duelo de magos, en el que seleccionamos un equipo de una casa (hay ocho equipos) formado por tres componentes y nos enfrentaremos a otro equipo en una lucha a base de Flippendo (el hechizo de ataque) y Expelliarmus (el de defensa). Es bastante simple y sencillo de jugar, así como divertido. Según ganemos duelos iremos subiendo de nivel de desafío y enfrentándonos a rivales mejores. Otro juego es la carrera de lechuzas, en la que seleccionamos a un animal de éstos y tenemos que hacerlo pasar volando por una serie de aros, típica prueba de vuelo. Y luego encontramos el desafío del hipogrifo, en el que encima de estas bestias aladas (seleccionando jinete y color de hipogrifo) tendremos que cazar veinte murciélagos. Está extraído directamente del juego.

El título además nos lo han traído en varias lenguas, incluida la de Cervantes, con una traducción correcta y sin fallos. Como nota negativa, y es que soy bastante maniático en eso, el juego trae un manual bastante malo, en blanco y negro y carente de buena información o contenidos. Ciertamente EA podría haberse trabajado un poco más eso, pero tampoco es que haga falta mucho manual para poder jugar.

Entonces, y para terminar, se recomienda el título del mago a aquellos que hayan disfrutado con el libro o la película y no tengan un avanzado nivel de aventuras que haga que les aburra. Es un juego sencillo, orientado como ya he repetido a los pequeños. ¡Pero eso no excluye que cualquiera pueda pasárselo bien con él!.