Análisis de EyeToy: Play 2 (PS2)
Si muchos juegos alardean de ser capaces de hacer sentir al jugador parte del juego pocos son los que lo han conseguido en el sentido literal del término. Concretamente en PS2, Eye Toy ofrece justamente esto: meternos dentro del juego en el más estricto sentido. Sirviéndose de una pequeña cámara, en la línea de las webcam, capturaba nuestros movimientos en tiempo real permitiéndonos interactuar con el entorno del juego. Bajo el punto de vista de muchos, esto ha supuesto un paso más en la evolución de los videojuegos, ya que llegará el momento en el que seamos nosotros los que delante de una cámara protagonicemos juegos como Fable o Resident Evil. El experimento debió de salir bien a Sony, ya que compañías como Konami o Sega se han decidido a sacar sus respectivos juegos para el genuino periférico.
Muchos de vosotros habréis jugado o tendréis el primer Eye Toy, y casi todos coincidiréis en que pasando los dos primeros días de novedad el juego queda olvidado en la estantería y la cámara cogiendo polvo encima de la televisión. Verdaderamente es una pena que una idea tan buena no haya tenido una realización mejor o al menos más variada.
Personalmente os puedo decir que el uso de Eye Toy, en mi caso, ha quedado reducido a fiestas o a reuniones donde a base de cervezas pierdes la vergüenza y comienzas a hacer el ridículo delante de tus amigos. Y es que su uso está destinado a estos casos, pues no es un juego para jugar solo, sino para jugarlo en compañía de los amigos, novia, novio... cuanta más gente mejor, eso sí.
Si hacemos memoria, recordaremos que en la primera parte había juegos muy buenos y otros muy malos. Juegos como el KungFu o el de los espejos eran realmente divertidos y otros como el del balón de fútbol tenían una buena idea pero no estaban bien realizados. En conjunto quedaba una colección de juegos algo repetitiva. Sin embargo el repertorio parece que se ha renovado casi en su totalidad y se han incluido novedades de lo más jugosas.
En primer lugar debemos entender que, al contrario de lo que muchos pensarán, esta segunda parte no se trata de una ampliación del juego original, tal y como fue aquel nefasto Eye Toy: Groove. Aquí encontraremos 12 nuevos minijuegos, algunos diferentes a los antiguos y otros algo parecidos, pero mejorados lo suficiente como para convertirlos en un juego prácticamente nuevo. El modo para un jugador se ha potenciado mucho haciendo que no nos aburramos de jugar solos en la primera tarde de juego, los minujuegos son más atractivos y variados que los anteriores. Entre los juegos que presenta esta segunda parte destacan:
Estos son algunos de los juegos nuevos. Os podemos asegurar que no son repetitivos y no se han limitado a darle un lavado de cara a los anteriores. Destaca el hecho de que algunos minijuegos no se limitan a ofrecer una sola funcionalidad, sino que, como en el caso del juego de baseball, no solo tenemos que batear sino que después tenemos que correr para llega a la siguiente base. Otros como el juego del bricolaje esconden varios diferentes dentro, de modo que no nos limitamos a una pantalla sino que tendremos que avanzar en un día de trabajo realizando diversas tareas como arreglar los grifos y achicar el agua, podar...
El entorno gráfico ha cambiado, pasando ahora a usarse el Cell Shading para el modelado. Queda bastante gracioso y destaca ese aire de simpatía que reina en todo el juego. El personaje creado como asistente en los menús también nos ha gustado mucho. Los menús son bastante intuitivos y de acceso más rápido que la primera parte. Lo escenarios son muy variados, y el hecho de que casi todos los minijuegos cuenten con distintas fases, cada una de ellas diferente, hace que se multiplique la cantidad de escenarios en los que jugar. Las músicas que acompañan a los minijuegos también son muy acertadas y casan perfectamente con el juego en cuestión. Volvemos a encontrarnos con el juego perfectamente doblado al español, con unas voces la mar de graciosas como es el caso de la del asistente. Los efectos de sonido también son muy buenos y simpáticos.
Pero las novedades no solo se plantean como una variación del contenido, sino que va mucho más allá. El modo multijugador ha sido modificado para crear un ambiente aún más competitivo en un nuevo modo torneo y la tecnología de la cámara ha evolucionado presentando una serie de características que parece que hacen de esta segunda parte un juego totalmente nuevo. Casi todas las novedades las encontraremos en un apartado llamado Zona de Juego, donde como dice el asistente se encuentran los últimos experimentos de Eye Toy.
En conclusión, Eye Toy 2 no es una segunda parte al uso, sino más bien un juego nuevo. Supera y mejora en absolutamente todo a la primera parte y a todos los otros juegos que han aparecido para dar uso a este periférico. Se han potenciado bastante las posibilidades para jugar sólo ya que encontraremos juegos mucho más atractivos, que supondrán un reto mayor. Sin embargo y a pesar de todas las novedades, sigue siendo un juego que explotará cuando lo compartas con amigos, como hemos venido comentando: cuantos más sean mejor. Definitivamente no es un juego para los que piensen jugar solos, sino que supone la excusa perfecta para reunirte con tus amiguetes y pasarlo en grande. Tampoco es un juego para jugar a diario, es para sacarlo en esas reuniones esporádicas de fiestas de cumpleaños, celebraciones, aniversarios. Si tienes amigos con los que, de vez en cuando, jugar unas partidas es una magnífica opción, sobre todo si ya tenías la cámara adquirida, pero si no tienes amigos con los que jugar pasa totalmente de este juego y replantéate tu vida, aunque siempre te quedará la opción de comprarlo y llamar a teleamigos.