Análisis de Dos Policías Rebeldes 2 (PS2, PC, Xbox)
Durante los últimos años estos miedos se han paliado gracias al buen trabajo realizado con los juegos oficiales, especialmente porque el volumen de la industria del videojuego ha hecho que se necesite un buen desembolso para hacerse con una licencia y solo las compañías con medios –y por lo tanto, con mayor posibilidad de hacer un buen juego- puedan hacer este tipo de juegos. Buenos ejemplos son los títulos basados en El Señor de los Anillos o Spider-Man: La Película, aunque otros juegos como Tigre y Dragón o mismamente el de Matrix no han cumplido las expectativas. En esta coyuntura llega, meses después del estreno de la película, el juego oficial de Dos Policías Rebeldes 2.
Protagonizada por Martin Lawrence y Will Smith, se estrenó en verano/otoño del año pasado y Empire ha hecho, quizás a toda prisa, una adaptación a consola que incide en el aspecto pistolero de esta superproducción cuyo malo, por cierto, es el actor español Jordi Moyá. De esta forma, Bad Boys 2 es un shooter en tercera persona donde en la piel de Mike o Marcus tendremos que abatir, pistola en mano, a docenas y docenas de enemigos que no nos pondrán las cosas nada fáciles.
Y es que aunque Mike y Marcus tienen un notable aguante al plomo hostil del enemigo, desde el primer momento destacará la inmensa cantidad de adversarios con los que nos encontraremos. Unos delincuentes y pandilleros a los que tendremos que matar –o desarmar- haciendo uso de nuestra puntería y buen juicio a la hora de cubrirnos o rodar por los suelos cuando se acerca el chaparrón de balas.
Esta dinámica de disparar, cubrirse y rodar es el eje alrededor del cual gira la práctica totalidad del juego. Haciendo uso de los llamados "puntos de cobertura", dispuestos inteligentemente por todo el escenario, tendremos que parapetarnos tras obstáculos para protegernos de las balas del enemigo y disparar (saliendo por algún lado de nuestra cobertura) cuando veamos que la situación nos favorece, que no será frecuentemente considerando la constante superioridad numérica de nuestros adversarios.
Realmente no puede decirse mucho más de la jugabilidad. Consiste en avanzar por los niveles, acabando con los enemigos para pasar a la próxima habitación o trozo de escenario, habitualmente teniendo que hacer una escena de "patada en la puerta", en ocasiones usando la pared como cobertura. Finalmente quizás nos midamos a un jefe de final de fase que contará con los clásicos patrones de ataque y al que nos costará superar un buen rato.
En cuanto a los enemigos comunes, no pueden decirse grandes cosas sobre su inteligencia artificial (que por otra parte tampoco tendrán mucho tiempo para poner en práctica) aunque sí es cierto que, aunque desorganizadamente, intentan sortear nuestra cobertura y pillarnos desprevenidos. Poco más se puede decir del juego salvo mencionar que no ha sido lo suficientemente depurado, existiendo bugs que en ocasiones harán que el juego se quede congelado (particularmente notable uno en que, al matar al jefe final, este sigue en el sitio, no ocurre absolutamente nada y hay que salir de la partida).
Otro cantar es el apartado sonoro, que cuenta con unos FX estándar, una música que ambienta muy bien y que de hecho procede de la banda sonora de la película y, sobre todo, una enorme cantidad de diálogo entre los dos personajes que crea una muy buena atmósfera de "Buddy Movie", película de colegas, como es Bad Boys 2. En numerosas ocasiones a lo largo de los niveles, el personaje que controlamos hará comentarios al otro, y éste le responderá. Estos son muy variados y originales, y sobre todo cuentan con ese toque de "me meto contigo" (en el que Will Smith se impone a Lawrence claramente) tan típico de este tipo de películas y en particular de ésta. Lamentablemente, están en inglés –aunque subtitulados-, así que solamente los disfrutarán aquellos que conozcan la lengua de Shakespeare, mientras que los que no cuenten con ello en su currículo tendrán que conformarse con las esporádicas palabras que toman prestadas del español (como "amigo" o "cojones", recordad que la película ocurre en Miami).
Por último es necesario hablar del control del juego y hay que decir que es bastante fiable. Estamos ante un juego en tercera persona que sigue el esquema de control de otros juegos de acción como Headhunter, permitiéndonos fijar el punto de mira en un enemigo mientras nos movemos (aunque no alrededor del punto de mira como en algunos juegos de aventura), ofreciéndonos una vital ayuda para apuntar. En ocasiones, la cámara nos complicará un poco la vida y no veremos cosas que sí ve nuestro personaje (por ejemplo, si acabamos de cruzar una puerta), aunque el control no es sin duda el mayor de los problemas del juego; posiblemente el menor.
En conclusión estamos ante un juego de acción muy poco recomendable. Para los fans de la película o del género no sería mala opción para alquilar, pero la impresión general que nos llevamos de Dos Policías Rebeldes 2 es que es ha sido desarrollado a toda prisa para coincidir con el lanzamiento en vídeo de la taquillera película y que ni se ha hecho con ninguna pretensión de ofrecer algo nuevo ni tampoco ha sido depurado lo suficiente. El resultado es un juego pobre, con puntos fuertes como los diálogos pero con los suficientes fallos (como la inexistencia de mayores extras o incluso un modo para dos jugadores controlando a los dos policías) para engrosar algo más la lista de juegos con licencia oficial desaprovechada.