Análisis de Warhammer 40.000: Dawn of War II Retribution (PC)

Este mismo mes os hablábamos de la estrategia, un género nacido para el ordenador que nos ha dado horas y horas de luchas en todo tipo de escenarios. Hemos realizado batallas brutales entre criaturas fantásticas, guerras entre naciones que una vez fueron reales o nos hemos trasladado al espacio para crear nuestro escuadrón de naves espaciales.

Pero esta vez toca hablar de un título que primero fue juego de mesa y luego pasó, con buen resultado a nuestras pantallas.

Aún hoy, miles de personas siguen jugando a pintar figuras, realizar decorados e intentar reproducir batallas midiendo pulgadas de avance con un metro realizando los avances según el resultado de los dados.

Si bien la estrategia por turnos no es el caso que nos ocupa hoy, sirve para explicar la evolución de estos juegos. En este caso la estrategia en tiempo real será nuestro objetivo y deberemos estar atentos a cada movimiento del contrario para no caer en sus garras.

Hablamos de Warhammer 40000: Dawn of War Retribution. Este nuevo título, al que hemos podido jugar a través de la versión para prensa, esconde horas y horas de largo juego que seguramente no van a decepcionar al jugador. Podemos decir que la diversión está asegurada y que incluye novedades dignas de mención, entre ellas la aparición de la nueva Guardia Imperial, que no solo podremos utilizar en el modo online sino también en la modalidad de campaña.

La historia de cada facción y el desarrollo del guión son otro de los puntos fuertes del juego, que cuenta con cada detalle tanto a nivel gráfico como en jugabilidad. Como veremos seguidamente, no es un juego al que podamos acceder directamente si no estamos acostumbrados al género. Las posibilidades son numerosísimas, y el grado de expansión de nuestras tropas y mandatarios será muy cuantioso.

La posibilidad de gestionar estos puntos de expansión acerca los Warhammer videojuego al juego real, donde los ejércitos son obra de los propios jugadores. Si bien aquí empezamos con un número prefijado de tropas – muy bajo – enseguida podremos ampliar y escoger en qué sentido queremos ampliar cada batallón y obviamente la estrategia que este debe seguir.

La evolución de estos ejércitos, como veremos después en una campaña que hemos realizado para vosotros, se verá siempre ligada a las acciones que realicemos. La acción – reacción será visible a cada punto, que permitirá al jugador mejorar o crear nuevos soldados que añadir a la campaña en juego. La evolución a largo plazo la realizaremos al finalizar cada capítulo, cuando podremos mejorar la experiencia y armamento, así como otros ítems, de nuestros jefes y generales, que incidirán directamente sobre las opciones de la tropa. La elección de una u otra característica nos abrirá las puertas a un árbol de evolución donde escogeremos nuevas habilidades.

Tres modos de juego, infinitas horas de guerra épica

Tanto la campaña como el cooperativo y el online hacen de Warhammer un juego completo. El modo campaña, al que podremos asistir con seis facciones distintas, nos permitirá foguearnos contra la máquina, un punto que agradecerán los poco iniciados en el tema, por todo esto de la familiarización con la gran cantidad de opciones en nuestras manos. Por otra parte, los más avanzados, aquellos que llevan años a sus espaldas con Warhammer, dispondrán de estos seis ejércitos diferentes entre los que encontramos a la Guardia Imperial. Seguidamente os hacemos una breve explicación de cada una de estas y con qué os encontrareis al iniciar cada campaña. Si bien los más adelantados ya conocen la base de cada facción, los novatos verán a que se enfrentan a la hora de escoger tropa.

Campaña del caos: La protagonizan los Marines Espaciales del Caos. Consagrados a los Dioses del Caos, esta legión de espectaculares guerreros entre demonios y infantería pesada que se enfrentan directamente a los Marines Espaciales, sus enemigos directos.

Campaña tiránida: En caso de que esta sea nuestra elección, dirigiremos a un ejército formado por una especie de alienígenas que quieren acabar con la materia biológica de planetas enteros. Este destacamento de la Flota Leviatán, al mando del Señor de la Colmena, busca reencontrarse con la flota tiránida principal y pretende consumir el subsector Aurelia por completo.

Campaña Eldar: Los Eldar son una antigua raza de alienígenas entrenados, durante toda su vida, para la guerra. Al mando de Kayeth, la autarca de este ejército, poseen grandes poderes psíquicos e incluso el poder de ver el futuro.

Campaña Orka: (sí, con K). Los Korzarioz orkos son una banda pirata y mercenaria que buscan saquear todo lo que encuentran a su paso. El placer por la guerra y el desastre hacen de esta formación un ejército a tener en cuenta en caso de que nos guste la guerra por la guerra: la destrucción masiva. Su líder, el capitán Bluddflagg.

Campaña de los Marines Espaciales: Nacidos como la élite del ejército imperial, son soldados manipulados genéticamente que poseen el mejor material de guerra disponible. Golpeados por una fuerte corrupción interna, su capitán, Apollo Diomedes, del capítulo de los Cuervos Sangrientos, intentará purgar sus filas mientras detiene a aquellos que intentan terminar con el Emperador.

Campaña de la Guardia Imperial: Este ejército de Cadia está formado por humanos leales al imperio. La superioridad numérica y el uso de infantería pesada los convierten en un rival difícil de batir y en un ejército interesante a la hora de comandarlos. Luchando contra Xenos y demoníos, esta guardia intentará avanzar por Aurelia al mando del general Castor.

En nuestro caso, al ser nuevos, hemos escogido una campaña de la Guardia Imperial para hablaros del juego. Podemos reafirmarnos en que la duración de este juego es altísima ya que la presencia de tantas facciones posibilita un gran número de campañas a realizar. Solo un primer capítulo, que servirá para tomar contacto con estos, ya nos marca la tendencia de la partida, en la que tendremos que avanzar pero también explorar para optar a recoger requisas y energía, necesarios para la creación de nuevas unidades.

Una vez enrolados… ¡a la guerra!

Dependiendo de la facción que escojamos tendremos una puesta de largo diferente, es decir, apareceremos en un lugar concreto y tendremos objetivos de diversa índole.

En el caso de la Guardia Imperial asistiremos a una unidad que después de la victoria no se ha encontrado con un escenario muy fortalecedor. Los constantes signos de insurrección en sus filas y la locura que afecta a las tropas han hecho mermar el número de batallones disponibles. La invasión de tiranidos mueve a esta tropa a luchar contra el Señor de la Colmena y terminar, finalmente, con esta amenaza… ¿lo conseguirás?

En el inicio de esta nos encontramos con el líder, Castor y la inquisidora. Conforme avanzamos durante la partida encontraremos a un general caído – que lograremos recuperar – y diferentes bunkers, que nos permitirán crear nuevas tropas según la energía ganada en nuestros enfrentamientos.

La destrucción de los diferentes elementos que veremos por el camino también nos darán requisas, necesarias para avanzar en la ampliación.

Nos moveremos gracias al ratón seleccionando cada unidad y clicando sobre el punto de destino. La selección la haremos al uso, arrastrando el mouse sin soltar el botón para pillar a más de una unidad o, en cambio, selectivamente, con los diferentes iconos que tenemos a la derecha de la pantalla, en la parte superior, cada uno identificado con una pequeña foto. Los líderes y generales van seleccionados individualmente mientras que las unidades de infantería las moveremos en grupo.

Durante el avance tendremos diferentes opciones que deberemos sopesar dependiendo del número de nuestras unidades. Dependiendo del ejército escogido podremos optar por atacar psíquicamente o usar la fuerza. En los primeros compases los poderes son escasos y las armas no son las mejores por lo que deberemos acercarnos al rival – que tampoco estará al máximo de sus posibilidades – para poder hacer algo de daño.

Se han buscado diferentes partes del escenario, que vienen marcadas en verde o amarillo según la capacidad y grado de protección que nos ofrecen. Son una buena alternativa a los búnker que encontraremos a lo largo del escenario para parar el ataque enemigo.

Cabe destacar que en esta misión los de Cadia atravesarán una zona pantanosa cuya vegetación y rocas, además del barro y el agua, ocultan bien a los enemigos. En este sentido, mover un gran número de soldados por los pantanos será dificultoso y seguramente tendremos que optar por tener una avanzadilla que vaya descubriendo lo que depara el mapa.

En este caso los líderes – que son, por definición más fuertes – nos ofrecerán un buen seguro en la retaguardia mientras la infantería ocupa la primera línea.

Cada encontronazo con un ejército rival nos ofrecerá mejoras para nuestros ejércitos y unidades que podremos seleccionar en el menú que se despliega a nuestra derecha cada vez que seleccionamos un batallón. Para ello necesitaremos tener recursos suficientes que permitan la "compra" de una nueva habilidad. Las posibilidades son infinitas y nos permitirá hacer un buen ejército haciendo hincapié en una mayor fuerza bruta con grandes vehículos o hacia lo estratégico con unidades más especializadas.

La batalla principal no será la única que podremos realizar para ganar recursos. Los objetivos secundarios nos permitirán obtener nuevas unidades u objetos que después, al final de cada capítulo, podremos otorgar a nuestros soldados y líderes.

Fidelidad a un nombre

A veces las adaptaciones de los personajes de una película a un videojuego no son todo lo que deberían ser. En este caso, Relic jugaba con la presión de reproducir un mundo donde la fidelidad es la palabra clave.

Los enclaves, las facciones, los líderes… todo tiene una razón de ser. Y gráficamente se ha hecho un trabajo espectacular.

El juego luce increíble, la iluminación y reproducción de los modelos están muy cuidados y el grado de destrucción así como la forma con la que afectan los poderes al escenario son dignas de mención.

Cabe decir que para ello necesitaremos un buen hardware que haga mover todo a tiempo real ya que los movimientos de piedras, caídas de torres, agua y las diversas explosiones tiran, y mucho, de la tarjeta gráfica.

Si bien Warhammer se mueve bien en la mayoría de ordenadores no está de más instalarlo en una máquina que nos permita gozarlo con toda la potencia para la que viene preparado.

A nivel gráfico no aporta nada nuevo y espectacular pero está dentro de los parámetros de los grandes juegos de estrategia. El desafío era transportar el mundo Warhammer al ordenador con la máxima veracidad posible. Y se ha conseguido, ha sido un buen trabajo que, seguramente, los seguidores de la saga sabrán apreciar.

A nivel de audio nada que decir, todo correcto con la banda sonora y los diferentes efectos de sonido. Acompañan bien durante todo el juego e incluso en los menús se agradecen aquellas melodías épicas que te preparan para la guerra. Games Workshop puede estar contenta del desarrollo del juego ya que se ha continuado un gran trabajo transportando horas de dados y pulgadas en los tableros a nuestras pantallas de ordenador.

Del modo campaña al online: Posibilidades infinitas

Si bien ya os habíamos hablado del modo online en nuestro primer review del juego, podemos decir que sigue igual de forma. Un gran juego como este siempre gana enteros al añadirle un buen online. Los diferentes modos de los que os hablamos también se amplían con el modo cooperativo, donde podremos tirar de la ayuda de nuestros amigos para terminar con el enemigo.

Este añadido permite hacer que las horas con Warhammer sean inacabables. Las batallas por equipos, a dobles contra dos oponentes o la guerra libre nos garantizan épica y guerra a partes iguales. El hecho de encontrarnos en medio de una escaramuza con tres ejércitos mas es, visualmente, increíble, y más si lo hacemos con la nueva y flamante guardia imperial.

Warhammer se ha trabajado bien y luce increíble. Es un juego que gustará tanto a los experimentados como a aquellos que empiezan en el mundo de la estrategia.