Análisis de Warcraft 3 (PC)
Warcraft alcanzó su apogeo con su 2º parte, que tuvo varias ediciones y premios, además de dar lugar a Starcraft, casi una secuela futurista de aquel, y que también supuso un enorme éxito. Sin duda, no se puede decir que Blizzard atraviese malos momentos. Ahora después de tantos años de aquel Warcraft 2 (que hasta hoy se sigue jugando online en su edición battlenet), llega al fin Warcraft 3 con la novedad de las 3D, un número escandaloso de reservas y un éxito arrasador en las tiendas. ¿está todo ello justificado?
Las razas esta vez son cuatro. Los humanos y orcos no podían faltar, pero además se han añadido a los muertos vivientes y los elfos nocturnos. La novedad (probablemente la mayor del juego) llega con los héroes. Los héroes son unidades especiales (tres o cuatro por cada bando), personajes individuales que pueden recoger objetos (hay incluso tiendas), subir de nivel y usar poderes especiales, además de poder ser resucitados, dando un pequeño toque rpg.
Esto hace que el estilo de juego varíe sensiblemente respecto a Warcraft 2, siendo tanto o más prioritario tener héroes bien equipados y hacer buen uso de ellos que llenar la pantalla de soldados para la macro-invasión de turno. También amanece y anochece en el juego, disminuyendo nuestro campo de visión y haciendo que algunos enemigos salvajes del escenario permanezcan dormidos salvo que les ataquemos. Como curiosidad, la cámara se puede acercar a ras de suelo para tener una mejor panorámica, pero no es muy práctica para jugar.
Por lo demás la estructura es idéntica a la de Warcraft 2/Starcraft. Construyes base, amplías base, creas soldados, mejoras tecnologías... quizá se eche de menos mayor variedad y cantidad de construcciones y tecnologías, punto en el que está más o menos al nivel de Starcraft, pero es suficiente para no aburrir, al contrario de lo que pasaba con Battle for Dune.
Quizá el hecho de que sean cuatro razas haya provocado que estas campañas no sean todo lo largas que quisiéramos, apenas rondando la decena de misiones cada una, pero teniendo en cuenta que se juegan las cuatro como una gran campaña, es suficiente, contando además con un modo de dificultad adicional más duro que el standard.
Claro que el modo multijugador sigue siendo la estrella. Las partidas entre hasta 12 bandos vía red local o BattleNet son la locura. Cabe destacar particularmente lo mejorado que está el servicio de juego online de Blizzard, con canales, listas de amigos, avisos, grupos de jugadores, chat etc. El juego ya trae suficiente cantidad y variedad de mapas multijugador para partidas de entre 2 y 12 jugadores, con las correspondientes opciones de juego por equipos, alianzas... Pero tanto jugador... ¿cómo se mueve eso?
El juego cuenta con distintas escenas cinemáticas para el modo campaña de una calidad más que sobresaliente en todos los aspectos. La realización de los mismos no desmerece en absoluto de super producciones multimillonarias como las de Square, de una calidad bastante cinematográfica, y no sólo eso, la propia calidad de imagen de los vídeos está a años luz de la mayoría de juegos de PC. Esto es porque se ha usado la tecnología DivX en lugar de la vetusta y pixelada Bink (podéis incluso renombrar los archivos de vídeo a .avi y verlas en vuestro reproductor DivX favorito).
El apartado sonoro es también poco destacable pero correcto. Cada unidad tiene su propia voz, los efectos de sonido son los correctos y la música es más ambiental y está más de fondo que en Warcraft 2, eso sí con algún tema de aquel. El juego soporta sonido 3D y está traducido y doblado al castellano. La calidad del doblaje es la standard de los juegos de PC de hoy en día, bastante regular. No es malo, pero si bastante inferior al original, además de oir las mismas voces que en otros juegos (Soul Reaver, Vampire, Half Life, Blade Runner y muchos otros), en lugar de la de actores profesionales más comunes del cine y la televisión como suele suceder en los juegos de FX interactive.
Hay que destacar también la inclusión del editor, pese a no darle soporte técnico ni en el voluminoso manual que el juego trae (también en castellano). Tiene muchas posibilidades y sin duda hará crecer la comunidad Warcraft. Hay que destacar que el editor está traducido, cosa muy poco común, y además tiene la sencillez de los editores de Warcraft 2/Starcraft pese a la tridimensionalidad, pudiendo incluir cualquier tipo de eventos, nuevas unidades y texturas, desniveles, efectos atmosféricos y un largo etcétera.