Análisis de The Sims: Medieval (PC)
Para muchos, Los Sims es sinónimo de videojuego. No obstante, estamos delante de unas las sagas más reputadas de la historia del mundillo, y sus entregas, después de tantos años, siguen vendiéndose como rosquillas. Cuentan con una legión de seguidores por todos los continentes, que reclaman nuevo contenido y expansiones continuamente. No hay día en el que no salgan entregas, ampliaciones temáticas o mejoras en el sistema de juego (más grandes o más pequeñas, según la entrega o secuela de la que estemos hablando) y versiones para cualquier sistema habido y por conocer. Con una de sus entregas más importantes (Los Sims 3) en plena lidia comercial, Electronic Arts nos ofrece una nueva pieza dentro de este maravilloso puzle de simulación de vida. Y ojo, que vienen curvas. Los Sims Medieval es un cambio de fórmula. Los Sims Medieval no solo es una secuela más, sino que arriesga el todo y cambia ambientación...Y concepto de juego.
El medievo según Maxis
Lo primero que nos puede chocar al ver esta nueva entrega de Los Sims, es su cambio de atmósfera y ambientación. Dejamos atrás las ciudades, casas y lugares comunes de la franquicia, y nos adentramos en plena Edad Media, una de las épocas más convulsas, complejas y oscuras de la historia de la humanidad. No hay que preocuparse por los más pequeños y los aficionados más jóvenes a este tipo de juegos, pues este retraso de unos cuantos siglos en el contexto no implicará cuotas de violencia nuevas. Simplemente, cambiaremos el entorno del juego. Es decir, si antes veíamos como íbamos de compras al centro comercial con nuestros Sims, ahora tendremos que ir a la plaza o al mercado del pueblo. Cambios de concepto.
Este viaje al pasado, ciertamente, sienta al título y al esquema jugable de maravilla. Primero, tenemos que decir, que pese a las novedades que se han ido incluyendo tras varias entregas y años, la saga necesitaba una renovación profunda en el sistema. Los Sims Medieval es un pequeño gran cambio, ya que su marcado sentido de spin-off o de entrega no oficial dentro de la numeración, le permite experimentar con algunos planteamientos en la jugabilidad, que de otra manera, no hubiésemos visto. ¿De qué hablamos? Pues sencillamente, hablamos de un coqueteo más que interesante con el rol y la aventura gráfica más clásica. No es que se haya perpetrado un cambio de género brusco y forzado, sino que se han introducido mecánicas que recuerdan a ciertos juegos. Y la verdad, le sientan muy bien.
En Los Sims Medieval, encarnaremos al Guardián, una especie de ente divino que se ha encargado de velar por la seguridad y el confort de todos los habitantes de su pequeño mundo. Dichos habitantes habían vivido con tranquilidad y pura armonía (construyendo y enarbolando un culto que nos hacía referencia), de no ser guiados por sus instintos más bajos y primarios, lo que llevó al Guardián a actuar. Tras una maravilla de introducción con imágenes en dos dimensiones bellamente ilustradas (que nos pondrá en situación), deberemos guiar a los habitantes de nuestro pequeño reino hacia un futuro mejor. Para ello, el Guardián creó a los héroes, unas figuras que debían inspirar e iluminar a los demás pobladores de la tierra medieval, ayudándolos a ser mejores personas. Además de ser guías de sus hermanos, los héroes podían servir como herramientas y elementos físicos del Guardián en la tierra, ayudándolo a cumplir las misiones que se presentasen. Y es que, Los Sims Medieval, tiene un nuevo sistema de misiones o "quest" que acaba convirtiéndose en la espina dorsal del título.
Una vez empieza la partida en sí misma, nos daremos cuenta del cambio de aires que ofrece Sims Medieval. Los Sims Medieval cambia el concepto de control del título, y si antes nos encargábamos de guiar "una sociedad" o un grupo amplio de personajes virtuales, ahora deberemos hacer lo propio con un personaje o héroe en concreto. De hecho, al principio solo podemos seleccionar a un único personaje principal: el rey o reina. Obviamente, y como es marca y tradición en la saga, contaremos con el potente editor personalizado (ya visto en Los Sims 3). Aspecto, ropa, atributos físicos, voz o edad, así como la personalidad (con defectos y atributos) estarán a nuestro alcance en el maravilloso editor del juego. Podemos modificar y adaptar cualquier cosa a nuestro gusto. Es uno de las señas de identidad de la serie de títulos, y no podía faltar en esta nueva adaptación...Pero centrémonos en el leitmotiv jugable del título. Una partida normal a los Sims Medieval, revelará un par de detalles que lo diferencian del resto de sus hermanos de franquicia.
Una vez hayamos creado a nuestro personaje, estaremos delante del juego propiamente dicho. Primero, deberemos escoger una "ambición". Es un sistema que determina el objetivo principal de nuestra partida, y que configura la aventura y las misiones en función del que hayamos escogido. Según las misiones que vayamos haciendo y superando, obtendremos PM o puntos, y a su vez, desbloquearán nuevas ambiciones más complejas, divertidas y complicadas. Las misiones pueden tratar de casi cualquier cosa, y en su variedad está gran parte de la gracia del componente de "rol" del título.
Durante nuestro periplo en Los Sims Medieval, aparte de lidiar con los dimes y diretes típicos en títulos de esta índole (las relaciones con los habitantes de nuestro reino serán también muy importantes), tendremos que hacer frente a misiones más épicas y movidas, moviéndonos de un lado a otro por nuestro amplio reino, o enfrentándonos a otras más comunes, como buscar objetos determinados o amueblar las habitaciones y dependencias de nuestro castillo. Cuanta más misiones hagamos, y mayor cantidad de puntos consigamos, a parte de desbloquear nuevos retos o ganar la posibilidad de construir y mejorar los edificios (expandir nuestro reino, así como unificarlo y anexionarlo con otros vecinos es algo de vital importancia), tendremos la posibilidad de encarnar y descubrir a nuevos héroes y personajes en la historia medieval que encierra el título de Maxis.
La aparición de los héroes y los personajes cambia por completo el sentido del juego, ya que por primera vez, nos sentimos realmente protagonistas de una historia, y sea cual sea la profesión que hayamos escogido para nuestro Sim (aunque al principio seamos un monarca), la verdad es que nos encontraremos como las verdaderas estrellas de la historia. Cada clase o profesión (ya sea mago, rey, bardo o cualquiera de las disponibles en el juego) tiene sus propias características y habilidades especiales.
Dichas habilidades también corresponden con una serie de responsabilidades, ya que por ejemplo, mientras el monarca deberá estar pendiente de sus habitantes (mejorando infraestructuras del reino, escuchando peticiones de sus súbditos) el cazador o el bardo, estará más pendiente de vivir aventuras y buscar inspiración para sus poemas e historias (lo que se traduce en un coqueteo constante con cualquier cortesana o campesina que se precie) y el mago, preocupado por crear nuevos conjuros y hechizos.
El combate es una pieza fundamental en el papel de muchos de los héroes, y es que el componente "rolero" se ha marcado con letras de fuego en el ADN de la entrega. No es que estemos todo el santo día dándole mandobles con la espada, pero sí habrá misiones donde nuestro personaje tendrá que luchar y batirse en duelo con otros Sims del reino, y es aquí donde nos daremos cuenta de las diferencias de Sims Medieval con respecto a sus compañeros de saga. Factores como el equipamiento, las armas o la armadura que porta nuestro héroe, así como su estado anímico y social, marcarán su éxito y su posterior experiencia y victoria en el juego. A mayor concentración y felicidad de nuestro personaje, mayor éxito tendrá, y por consiguiente, mejor nos irá a nosotros en el juego.
Otro aspecto muy importante en el juego, es el cambio de perspectiva visual. La interfaz se ha mejorado y renovado por completo, ya que la posición que tenemos ahora, es bastante diferente a la que teníamos en anteriores títulos de la saga. Ahora tenemos un punto central en nuestro reino (que será nuestro castillo), y que servirá de eje para todo lo que ocurra en el juego, gracias a una nueva perspectiva periférica (que ayudará a tener las cosas mejor controladas). Nuestro reino no será excesivamente grande, y sus partes (Castillo, Pozo, Pueblo o Puerto, entre otras) estarán lo suficientemente bien diferenciadas e indicadas, para que la sensación no sea abrumadora a las primeras de cambio.
Dicho cambio visual, también se traduce en una perspectiva lateral cuando acercamos la cámara para ver el devenir de nuestros Sims. Obviamente, y como es habitual en este tipo de juegos, tendremos la posibilidad ejercer un zoom o alejar la cámara siempre que queramos. Por si fuera poco, en el menú de configuración (así como en los primeros pasos del tutorial) se nos ofrecerán controles y atajos con el ratón para facilitar el control de la cámara, lo cual siempre es de agradecer.
Siendo honestos, diremos que al principio nos extrañó un tanto el cambio de perspectiva, pero con el paso del tiempo, nos dimos cuenta de que ayudaba mucho a las tareas del juego, lo que hace la experiencia mucho más divertida y directa, en consonancia con el sentido general de este Sims Medieval. Gráficamente, Sims Medieval ofrece un motor gráfico conocido, aunque con ciertas mejoras que ayudan bastante. El cambio de ambientación ha ofrecido que el estilo gráfico se consolide, pero que a su vez, pueda experimentar con nuevas paletas de colores (ligeramente más realistas y oscuras que las habituales en la franquicia) y diseños, que hacen que el juego sea, si cabe, mucho más atractivo y realista que antes. Los trajes del medievo (tanto los de la corte real, como los del populacho propiamente dicho), las casas, los castillos (y su decoración), así como los lugares y aledaños que visitaremos en el juego, están fielmente recreados, y corresponden a lo esperado a un título de esta índole.
El juego, a su vez, está completamente traducido y doblado al castellano (la introducción, repetimos, es una buena muestra de ello) de una forma excelente.
Conclusiones finales
Los Sims Medieval es un juego más que decente. Quizás no ofrezca nada nuevo al que sea un jugador ajeno a la saga, pero a los fieles, y a aquellos desencantados tras tantas entregas, les hará tilín. Los cambios introducidos, y el nuevo rumbo adjudicado a ciertos aspectos, lo avalan. La inclusión del sistema de ambiciones, así como la aparición de las misiones, ayuda a crear cierta coherencia con los objetivos del juego, y ayuda al jugador a mantenerse enganchado y pendiente de la evolución de su héroe y reino. Puede que no sea rompedor, pero es un buen juego de Los Sims, y eso, en los tiempos que corren, es más que suficiente.