Análisis de The Park (PC, PS4, Xbox One, Switch)
Hace años, un juego en el que nos limitábamos a "andar" era poco menos que inimaginable. De hecho, como con otras miles de cosas, Los Simpsons ya nos lo adelantaron con esa recreativa a la que jugaba Milhouse, Kevin Costner’s Waterworld. Pero los tiempos cambian, y ahora los "simuladores de paseo" –como se les conoce no sabemos todavía muy bien si de manera despectiva o no– es un género de lo más común.
Tras probar suerte con proyecto más ambicioso, como The Secret World o Age of Conan, los noruegos de Funcom prueba suerte con un título de corte independiente, uno de estos simuladores de paseo que nos llega ambientado como si de un survival horror se tratara, y con un escenario inmejorable: un parque de atracciones cerrado. Con tales bases, el resultado parece, cuando menos, prometedor.
La búsqueda de un hijo
El juego que hoy nos ocupa es The Park, un título de terror en primera persona donde exploramos un parque de atracciones en el que las cosas no van del todo bien. La historia comienza con una madre que, ya desde el primer momento, nos deja ver las sensaciones enfrentadas que le da este parque. Tras dejar a su hijo en el coche, se acerca a la recepción del parque para intentar recuperar el osito de peluche de éste, pero, aparentemente, el niño se escapa y se vuelve al parque.
Obviamente, la protagonista se lanza tras él para alcanzarlo, pero no tardamos en ver cómo las cosas se complican a nuestro alrededor de manera sobrenatural. Nuestro objetivo, como no podría ser de otra manera, es recuperar al pequeño, si bien sobrevivir a la pesadilla que se cierne sobre nosotros no es menos importante.
La verdad es que el inicio de The Park es terriblemente lento. No estamos seguros de si las atracciones tienen un orden predeterminado, pero nosotros las hicimos siguiendo el camino que nos indica nuestro hijo, que aparece de vez en cuando huyendo de nosotros.
Así, la primera atracción es un recorrido por un relato de Hansel y Gretel, pausado y sin gracia ninguna, que nos hace replantearnos qué estamos haciendo en el juego. Por suerte, poco a poco la aventura va ganando algo de ritmo, y si nos metemos de verdad en la historia, consigue atraparnos.
Como juego de este género, la historia es clave. Si vamos a jugarlo, tenemos que poner de nuestra parte por sumergirnos en la historia, y disfrutar de ella. Os recomendamos leer con detenimiento todos los documentos para conocer los acontecimientos, y si, no lo vamos a negar, no es la mejor historia que hayamos visto nunca, sin ella la experiencia se ve algo mermada. Por desgracia para los que llevan peor la lengua anglosajona, The Park nos llega sólo en inglés.
A grandes rasgos, podemos andar y/o correr por el escenario, interactuar con algunos elementos y utilizar un botón para llamar a nuestro hijo, algo que permite activar una especie de indicadores que nos darán pistas sobre qué objetos son interactivos. De esta manera, iremos pasando de atracción en atracción, donde el mayor desafío será encontrar el camino y averiguar cómo activarlas (poco desafío, honestamente), y luego "disfrutar" de ella.
Por desgracia, creemos que no se explota demasiado las posibilidades que tenía la idea, y acaba siendo un título donde, si no te gusta la historia, se queda en una experiencia curiosa, pero no demasiado relevante. Además, es bastante cortito, por lo que os recomendamos jugarlo con toda la paciencia del mundo y, si es posible, comprarlo de oferta, porque su precio nos parece elevado para lo que ofrece.
Técnicamente a la altura
The Park es un juego que luce bastante bien, dentro de este corte independiente que mencionábamos anteriormente. El diseño del parque de atracciones es bastante bueno, si bien se podría haber aprovechado para hacerlo más hostil, si cabe. Es más siniestro que opresor, y los momentos de miedo se basan más en unos sustos colocados estratégicamente que en su ambiente, a pesar de que la historia está quizás más centrada en lo psicológico.
Lo sonoro juega un rol parecido. La voz de la protagonista es muy correcta –de nuevo, en inglés–, y consigue encontrar el tono para darle la ambientación necesaria a la aventura. Los sonidos y melodías cumplen con su papel sin brillar demasiado, pero en general todo está a buen nivel, y se vuelve bastante inmersivo si lo jugamos a oscuras y con un buen equipo de sonido.
Lejos de ser perfecto, una buena opción si te gustan los ‘simuladores de paseo’
The Park es un juego que cumple con lo que promete: un "simulador de paseo" de terror. Tiene un arranque lentísimo, tenemos que poner de nuestra parte para entrar en él y la historia no es que sea la panacea, pero cuando termina nos deja un buen sabor de boca. Eso sí, es corto y nos parece caro –12,99 euros– para lo que ofrece. Si podéis pillarlo de rebajas, mejor que mejor.